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Lauren
Los Ángeles

-Deja de mirarme así Lauren.
Camila se quejó de mi a mi lado.
Yo no podía evitar quitar mis ojos de ella, lucía hermosa, como nunca y la acompañaba con una sonrisa radiante que las dos compartimos después de haber hecho el amor. Había sido la primera vez que pudimos estar juntas sin pensar en que momento Ati iba a despertar. Sobre la cama y con gritos altos, ninguna de las dos nos contuvimos.

-Es que te vez realmente guapa y pienso en todo lo que cubre con el vestido, es maravilloso.
Roce mi mano en su pierna tratando de tocar su piel en la abertura que llevaba sobre el muslo.

-No, no, debes contenerte. Se quejó de nuevo, golpeando levemente mi mano para que dejara de tocarla.
Quería tentarla, que supiera lo increíblemente húmeda que me sentía con tan solo pensar en tocar su piel. Besé su hombro y en segundos sus labios habían soltado una risa sobre mis labios.
-Estas muy inquieta, ademas tu también te ves increíble.

-No como tú. Guiñé y el chofer comenzó a entrar hacía el gran hotel donde sería el baile. Con algunos fotógrafos en la entrada y mucha gente. Le ayudé a bajar del auto cuando finalmente llegamos. Su mano apretó mi mano, comprendía que se sintiera asustada o acosada por las cámaras que en su mayoría sólo querían saber quién me acompañaba esa noche. Nos guié entre la multitud hacía la entrada. Mi madre saludaba en recepción a muchos de los trabajadores e invitados.

-Hija por dios lucen preciosas. Sonrió con entusiasmo y besó la mejilla de Camila.
-Anda podrías buscar a tu hermano dentro, apuesto a que querrán fotografías juntos.
Me sentía completamente satisfecha, recordé el año anterior donde había asistido sola, con demasiado problemas en mi mente. Ahora con Camila un inmenso amor y felicidad me rodeaba, todo iba a salir bien esa noche, tal vez al terminar podría decirle mi idea sobre mudarnos a una casa más amplia, donde el pequeño Ati tuviera más espacio para jugar, un patio, una mascota. Demasiadas cosas. Esperaría si ella me lo pidiera pero debía saber los planes que tenia para los tres, aunque le llevara más tiempo aceptarlo quería que supiera.
Salude a un par de amigos y les presente a Camila como mi novia. Ninguno de ellos tenían idea de quien se trataba pero no me importaba.
Cuando alcanzamos a Chris y Keana, hubo fotografías y comentarios realmente incómodos de su parte. Hacían que mis mejillas y las de Camila enrojecieran.
Después de tomar la cena y charlar un poco de todo, mi hermano había hecho un brindis especial por la noche, con un discurso sobre la empresa y mi padre.
Me había llenado de calma como era que Camila sentada a un lado de mi madre hubiera confortado su hombro como apoyo. Yo había besado su mejilla sin dudarlo.

El baile había comenzado y todos disfrutaban de la buena música y charlas casuales.
Todo marchaba de maravilla hasta que una mujer particularmente conocida caminó hacía donde Camila y yo charlábamos. Me tensé. No tenía ni mínima idea de que ella pudiera estar aquí, su padre y yo tuvimos un acuerdo sobre mantenerla fuera del negocio y evitar ese tipo de encuentros después del divorcio.
Camila aún no se daba cuenta pero en un intento torpe por alejarnos de ella, la llevé a tropezar.

-Lauren ¿Que pasa? Se quejó bajo y apretó mi mano.

-Pero mira nada más quienes están aquí. Fue tarde.

Camila se había tensado tanto en su lugar sin poder créercelo, aterrada e incómoda me miró suplicando que nos fueramos. Había cometido dos errores, uno, no escuchar a Camila y dos,
permitirme reclamar a Samantha su presencia en el evento.

-Estoy igual de sorprendida. Reclamé. -Hablamos con tu padre, sobre mantenerte alejada de nuestros negocios. Mi voz salió totalmente tensa, enfadada.
Samantha miró a Camila de arriba a abajo haciéndola sentir más incómoda. Intenté salir de ahí con su mano en la mía pero mi ex esposa se interpuso.

-Tenía mucha curiosidad por conocerte desde hace años cariño, pero ahora...jamás imaginé que en serio pensarás que podrías quedarte realmente con Lauren ¿Que le estás dando? ¿Sigues acostándote con ella solo por tener un empleo?
Quise tomarla del cuello y que se retractara de las estupideces que decía.

-Por dios, deja de hablar Samantha, mejor sal de aquí.

-Puedes estar soñando que tendrás a Lauren y su dinero en la palma de tu mano ¿Por sexo? Se rió y yo jale a Camila del brazo para irnos. -Pero ¿Quien te asegura que Lauren no te hace lo mismo que me hizo a mi? Tal vez tiene a otra amante y tu esperas cómo tonta a que pueda quedarse contigo.
Listo había lanzado el veneno y yo reaccione de forma agresiva. El enfado había llenado por completo mi cuerpo. Tanto que solté a Camila sólo para sostenerla a ella por el brazo para apretar hasta provocar el mismo dolor que le imponía a Camila.

-Deja tu mierda ahora Samantha, déjala ahora y lárgate de una puta vez si no quieres que deje a tu padre en la ruina. Dije entre dientes. Ella soltó una risa divertida y finalmente salió con la frente en alto. Había logrado incomodar a Camila, y yo la dejé. Me sentía enfadada más conmigo misma. Localicé al padre de Samantha para advertirlo con la mirada y al darme vuelta para tomar a Camila me encontré solo un espacio vacío. Ella no estaba. Sólo se había ido.
Con el corazón acelerado y mucha rabia, caminé hacía la salida por si ella había huido. Alerte a Los guardias sobre la salida de la mujer que me acompañaba pero aseguraron que no salió del hotel.
Caminé asustada, realmente asustada de que ella se tomará tan en serio esas palabras.
Estaba a punto de darme por vencida en mi búsqueda cuando la miré salir de uno de los baños, caminaba distraída hacía una terraza, que hasta el momento estaba sola.
Suspiré profundo antes de acercarme ¿Como iba a solucionar todo? Ella no debía dudar de mi.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora