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Camila
Los Ángeles

Chris por fin llamaba, yo estaba cansada de intentar con Lauren.
Estaba asustada por la forma en que había salido de la casa. Arrancado una camioneta grande y acelerado a tal velocidad.

-Sabemos quien lo tiene, vamos por el Camila, por favor mantén la calma, todo estará bien.
Pidió en el alta voz. Todo en casa permanecían callados. Preocupados. Yo sentía que mi corazón se comprimía cada vez más.

-Chris, necesito hablar con Lauren.
Dije entre el llanto.

-Ahora no puede ponerse en la línea. Pronunció en voz baja, sabía que no iba a contestarme. Después de haber visto esa imagen en la pantalla. Yo también sabía que era esa mujer quién tenía a mi hijo.
-No dejes que haga una tontería, por favor. Pedí.
Perder a todas las personas que amaba podría conmigo, me dejaría en el suelo, sin esperanzas. Rogaba al cielo por que Ati estuviera bien, por que Lauren no se pusiera en riesgo.
Desde que la había conocido en persona podría leer las malas intenciones. Esa mujer me aterraba de muchas formas.
Ahora tenía a mi hijo y tenía a Lauren donde quería. También nosotras le habíamos hecho daño. ¿Porque quería desquitarse con un niño?
Karen me abrazo con paciencia para calmarme. Podría pedirle al resto de los oficiales que se habían quedado en la casa que me llevarán al lugar.

-Tranquila cariño. Keana me miró con la misma angustia que mis ojos reflejaban. Chris también iba tras de ellos. Tenía razones para temer.
Un par de ojos iguales me miraban desde el otro sofá. Ryan que era el más travieso de los dos habían venido a mi lado para decirme que Ati era un niño muy valiente, que ellos habían visto una película donde un bebé mucho menor había escapado por si solo y que mi pequeño era demasiado inteligente, y muy enfadoso como Lauren.
Yo le había pedido una explicación a Keana sobre haberles mencionado lo que pasaba. Ellos eran muy intuitivos y habían averiguado lo que pasaba muy rápido. Solo eran dos niños y por su presencia decidí dejar mis lágrimas y cerrar los ojos.
La puerta de la casa se había abierto. Pero como esperaba que fuera Lauren, sólo miré a mis padres entrar guiados por Martha. Les habían avisado y ellos habían viajado para estar conmigo.
Los dos me sostuvieron por un rato. Podrían transmitirme un poco de calma.
Bebí un poco de té que me acercaron. Pero me arrepentí. Por que un sueño enorme me había invadido haciéndome dormir sobre los brazos de mi padre.
Los sueños que había comenzado a tener, me arrullaban.
-Será mejor así. Escuché que alguien mencionaba cerca mío.

Lauren

Apreté el volante con fuerza al mirar los dos caminos separarse. Yo tomé el secundario y a una velocidad menor, bajando las luces, el resto de los autos condujeron por el otro.
Rogaba por que a ella no se le ocurriera escapar antes de que llegáramos.

-Apaga las luces Lauren. La parte trasera de la casa parecía vacía. Por un radio confirmaron que la camioneta estaba fuera de la casa.
-No podemos entrar nosotros, espera a que ellos actúen.
El me sostenía para que el resto hiciera el operativo. Mi corazón apenas palpitaba y luche un poco para que me dejara salir. Pero no podía. Ati estaba tan cerca de mi y yo me sentía impotente.
Apoye mi frente contra el auto. Con lágrimas en los ojos.
Un disparo me alerto. Ningún grito ni nada. Así que empuje con fuerza a Chris y corrí dentro de la cabaña. Usando la puerta trasera y corriendo por los pasillos. Me detuve de golpe al ver a Natan y su equipo sosteniendo a Samantha contra el piso.
Mi mirada vago por el lugar. No estaba. Ati no estaba.

-En el dormitorio Lauren.
Apuntaron a la puerta frente a la sala. Solté un sollozó al ver a mi pequeño en una cuna. El estaba dormido. Cómo si hubiera percibido una presencia en la habitación. Comenzó a moverse, yo alcance a sostenerme de la barandilla de la cuna.
Abrió sus pequeños ojos café y sonrió con pereza.

-Lolo.
Sin esfuerzo logré atraparlo en mis brazos y sostenerlo en mi pecho. Él había dejado que lo arrullara mientras mi llanto era casi incontenible. Chris me sostuvo cuando pude caer.

-Ya esta cariño, ya lo tienes. Lo separé un poco de mi y con manos torpes busque algún posible daño, algo que ella se atreviera a hacerle. Para mi mayor tranquilidad el estaba sano y salvo. Un par de gritos me obligaron a cubrir más a Ati en mi.

-¿Que pasa?

-Samantha esta muy alterada.
Gruñí al escuchar su voz sobre del resto. No quería que la lastimarán. Salí con el pequeño en brazos aún dormido.

Sus ojos me miraron fijamente.
-Te hice sentir el miedo por fin ¿No Lauren? Ahora sabes la cantidad de odio que siento por ti y que deseo que esa mujer se de cuenta de quien eres realmente.
Aclaré mi garganta y negándome a decir algo más salí por donde había entrado. Natan me aseguró que se encargarían de entregarla a la autoridades correspondientes, con pruebas también, yo podía irme, solo pidiendo un informe médico sobre Ati. Pero prefería mantenerlo en casa. Entré al auto, como si la vida me hubiera devuelto la mitad de mi alma. Sonreí entre lágrimas y abracé a Ati el resto del camino. Mientras Chris conducía.

Jamás iba a volver a ser tan tonta cómo para dejarlos solos. Jamás y aunque a Camila le pesará, aunque se negará a hablarme de nuevo o tuviéramos problemas, yo iba a ser la madre de Ati por siempre.

-Mi dulce bebé. Besé sus mejillas y con el cinturón puesto. Dormí con el en mis brazos, el resto del camino. Su calorcito transmitía todo que necesitaba ahora. Sintiendo un poco de paz después de tantas horas. No quería que nadie me lo quitara.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora