Mientras te tuve

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Camila
Los Ángeles

Miré a Lauren entrar al departamento. Llevaba una maleta demasiado ligera para sobrevivir y un atuendo casual.
Era rara la ocasión en que vestía así.

-Hola. Sonrió divertida.

-Lauren, de verdad aún puedes negarte a esto y apuesto a que esa maleta no va a ser suficiente.
Abrió los ojos de golpe.

-¿Quieres que me quede mas tiempo?
Yo reí.
Había una parte de esa situación que me parecía muy divertido.
Suspiré también al imaginarme vivir con nosotros por más de una semana ¿Estaba hablando en serio?
Mordí mi labio pensando en que era lo que quería que le demostrara.
También me había desconcertado que dejara a la linda chica con la que salía para venir a vivir aquí con nosotros, de la nada.
Mordí mi labio nerviosa.
Retiró la chaqueta ligera que llevaba y la dejó en el sofá.

-No me refiero a eso, pero esta bien.

-Se que todo esto te parece una locura Camila pero...no puedo alejarme de ustedes cuando lo único que quiero es estar aquí, cerca.
Mi cuerpo comenzaba a traicionarme. Por dios. Me sostuve de la orilla del sofá, tenía tanto tiempo sin sentir deseo por alguien. Quería realmente corresponder a todo lo que decía.
El quejido de mi pequeño me hizo despertar de la fantasía que tenía, de mí besando a Lauren.
Ni siquiera dije algo cuando ella ya caminaba a la habitación.
Seguí sus pasos.
Dentro ahora sostenía a Ati, dando palmaditas en la espalda.

-Ya estoy aquí de nuevo bebé ¿Quieres algo? ¿Comer tal vez?
Atom separo la cabecita del hombro de ella y la miró. Soltó una risita demasiado alegre, siempre despertaba de aquella forma.

-Tengo algo preparado para el.
Dije, haciéndola saltar dentro.
Después de unos minutos las dos sosteníamos la mirada hacía el. Sentado en su silla.
Yo mirándolo con diversión y Lauren con el ceño fruncido, el realmente había lanzado su comida al aire y estropeado por completo su fina ropa.
Limpió enfadada la comida en su mejilla con una servilleta y resopló.

-Atom la comida va en tu boca no en el aire, mierda. Se quejó.
Mis ojos se abrieron más de lo normal.

-Lauren, no puedes decir ese tipo de palabras frente a el.
Me miró mal. Atom comenzó a comer de nuevo olvidando por completo que había jugado con la cuchara y lanzado comida a todas partes.
Iba a decir algo pero la miré sostener simplemente la servilleta sucia con fuerza. Respiró profundamente.

-Bien, lo siento no voy a volver a repetirla cuando esté aquí.
Se levantó de la mesa e intentó limpiar la comida de su ropa por completo.

-¿Ahora entiendes por que debiste traer mas ropa?
Gruñó bajo. -Haber déjame ayudarte.
No había pensado muy bien el siguiente movimiento pero de pronto las dos estábamos frente a frente y con poca distancia.
Con la servilleta limpié las gotas sobre sus hombros.
Sus ojos capturaron los míos en medio de todo.
Mis manos temblorosas iniciaron el camino hacía su mejilla para limpiar.

-Quiero cerrar este trato ahora. Sonrió cínicamente antes de lanzarse por completo a mis labios. Tarde un tiempo en aceptar sus labios sobre los míos. Era una sensación que envolvía todo mi cuerpo, en ascenso, sus tibias manos apretaban mis brazos para que no me alejara, mientras que los míos seguían atrapadas y recargadas en su pecho, en medio de ambas.
Suspiré despacio cuando se alejó, ya no tuve mas su atención.
Me había dejado sorprendida y distraída de lo que pasaba a mi alrededor en él instante.

-Gracias Atom. Escuché él sonoro beso que dejaba sobre la mejilla de mi pequeño.

Lauren

El entusiasmo que había mostrado al entrar a mi departamento fue notado por Martha ¿Cuando había comenzado a hacer ese sonido divertido con mi boca? Era como un tarareo, y desconocía que tipo de música era.
Ella simplemente me sonrió. Correspondí y me encaminé a mi recámara,buscando algo de ropa casual y metiéndolo todo en una pequeña maleta deslizable.

Tomé una ducha y el tiempo de pensar lo que estaba haciendo. Prácticamente estaba obligando a Camila a soportarme en su departamento. Por dios. Iba a tener que dormir en su sofá y cuidar al pequeño.
Mierda. Mi corazón latió con fuerza, era inexplicable pero sabía que después de estar de esa forma tan cercana iba a cambiar todo. Y sonreí, ahí debajo de la lluvia artificial de la ducha.
Cuando baje lista para irme y volver con ellos tuve que comentarle a Martha que estaría algunos días fuera del departamento.
Tenía que darme el tiempo para volver temprano y colocarme algo formal, suponía que sería fácil al levantarme más temprano que ellos dos.
Explique a Martha que dejará alguna comida preparada por si a caso y el resto de la semana la tendría libre.

Cuando volví al auto pensé seriamente en comentarle a mi madre que no se pasará por el departamento para buscarme pero no lo hice, se tomaría mal mi repentino cambio de planes de pasar esos días con Camila y Atom.

Ahora estaba aquí con mi ropa manchada y respirando profundo.
La había besado, después de esos meses de distancia por fin había podido tocar su dulces labios. Quería seguir pero mi mente luchaba por mantener el respeto y distancia que le había prometido.

-¿Que hacen el resto de la noche?
Dije recargada en la encimera y mirando al pequeño seguir usando sus manos torpemente para comer.

-Atom toma energía para andar de un lado a otro, tal vez te lleve a su cuarto donde juega.
Camila intentó mantener una charla casual después de ese beso. Sus mejillas aún seguían enrojecidas y mordía su labio inferior. Ella limpiaba alguno de los platos que se habían usado.

-¿Duerme temprano?

-Depende de ti supongo, tu te encargarás. Sonrió con diversión y pasó de mi lado para llegar hasta Atom.
Limpió sus mejillas y manitas para bajarlo al piso.
Ella tenía razón, Atom iba directamente hacía la habitación haciendo unos extraños sonidos.