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Camila
Los Ángeles

Sostuve el carrito de Atom por la acera para cruzar la calle.
Tuve que salir del departamento para hacer las compras.
Hoy Dinah estaría en la ciudad y planteaba hacer una buena comida, además estaba acostumbrándome a pasar por esas calles de nuevo, junto a mi pequeño.
Era fin de semana, así que el trabajo estaba olvidado por hoy.
Salude en recepción a Thomas. Era un señor mayor que lucía siempre una sonrisa amable. Ayudaba la mayoría del día a sostener la entrada del edificio y cuidando a que no entrarán extraños. Era un sitio muy seguro pero él parecía ser un hombre mayor con ningún otro interés más que el de ayudar.
Subí hasta la décima planta y recorrí el pasillo. Atom estaba dormido después de tantas vueltas en la tienda.
Entré al departamento y escuché el mensaje de Karen en la contestadora del teléfono. Hablábamos muy a menudo.

-Venga mi amor, debo dejarte en tu cama. Atom había hecho un puchero cuando lo tomé del carrito para llevarlo al dormitorio. Así me daría tiempo de hacer la comida para los tres.
Estaba muy quejumbroso y lo entendía. No le iba muy bien pasar las horas alejado de mi en una guardería cerca del departamento y aunque me asegure de elegir el mejor lugar, el aún no se acostumbraba.
Coloque un poco de música para relajarme y conecte el monitor para vigilar a Atom. Los fines de semanas se pasaban así, yendo de compras y preparando la comida.
Miraba películas junto a el, jugando y hablando por teléfono con mis padres, Dinah o Karen.
De repente un suspiró cansado llegaba a mi. Pensaba en alguien pero lo borraba de mi mente. Era mejor así, sin complicaciones.
Las visitas de Karen no eran muy frecuentes pero cuando iba solíamos aprovechar hasta el último minuto, para fortuna, ella y Louis se acoplaban bien para el trabajo del rancho.
Mordí mi labio al pensar en la segunda opción que Dinah había mencionado, un trabajo mejor pagado y en Miami.
De todas formas era muy pronto como para mudarme a otro lugar. Necesitaba establecerme no solo por mi, si no por Ati.
El timbre sonó cuando sacaba todo del horno. Dinah llegaba justo a tiempo.
Cheque el monitor por precaución pero él seguía dormido y fui a abrir.

-Hola cariño. Abracé a mi a mi amiga que sonreía en la puerta.

-Venga pasa.
Dejó una pequeña maleta en la entrada y entró analizando el lugar.

-Wow, es bonito, debo admitir que en las fotos que enviaste no pensé que tu pudieras mejorarlo tanto, esta bien para ser su primer departamento.

-Gracias Dinah, esta bien para nosotros. Dije contenta.

-¿Y donde esta el pequeño Atom?
Hice una señal para indicarle que estaba dormido.
Aunque su siesta debía terminar pronto si quería dormir durante la noche.
Nos sentamos en la pequeña sala para charlar sobre su vida y lo poco que yo podía contar sobre mi.
La mudanza, el trabajo y...

-¿La has visto?
Negué de inmediato e intenté no mirarme incómoda. Le había contado un par de cosas sobre ella. Cómo había logrado distanciarla de mi y al parecer de forma permanente.

-No, pero esta bien Dinah, ya acepté mi culpa por apresurarme y además por reaccionar así con ella, pasó hace meses y si no nos ponemos en contacto quizá es por que es lo mejor.

-¿Y sobre Dylan?
Sonreí.

-Ya está, este tiempo ha funcionado bien créeme, estoy muy segura de cuando llegue el momento podré iniciar sin algún remordimiento, no tengo prisa.

-Debo admitir que por fin puedo leer algo de honestidad en lo que dices. Sobo mi hombro tranquilamente.
Ella se ofreció a despertar al mi pequeño para comer.
Cuando escuché sus risas cerca. Comencé a acomodar la mesa para los tres. Segundos después entro Ati caminando a la cocina y siendo atrapado en brazos por Dinah.

-Dios, es muy rápido, yo quería agarrarlo en brazos pero no quiso.

-Es independiente ahora.
La ayudé a acomodarlo en su silla y dejé su plato para que intentara comer. Le molestaba que interviniera en la forma en que sujetaba todo con sus manos para llevarlo a su boca. Terminaba manchándose por completo y también el piso, la mesa. Pero de vez en cuando lo dejaba aprender por si solo.

-¿Quieres explicarme como tienes tanta paciencia?
Dinah soltó una risa cuando Ati dejó caer la cuchara en la mesa. Salpicando de comida en su ropa.

-Toma sus días de aprendizaje.
Mi pequeño nos sonrió a ambas. Ansiaba el momento en que dijera una palabra a parte del balbuceo que hacía todo el tiempo.
-No me creas una madre irresponsable, solo por hoy.
Dinah se encogió de hombros.
-Además ha estado difícil por que no le gusta mucho quedarse en la guardería.

-Pero ahora tiene amigos ¿No?
De forma juguetona pasó sus dedos por la barriguita de Atom haciéndolo reír a carcajadas. Besé su cabello antes de pasar a dejar los platos que habíamos usado.

-Creo que debemos hacer algo diferente ¿Te va salir un rato las dos solas mañana? Podríamos no sé ¿Dejar a Atom con Karen en el rancho?
Me giré para negar por completo a su petición. No creía para nada en sus intenciones.
No necesitaba pasar una noche de baile o algo como lo que Dinah solía hacer para divertirse. Las fiestas y la vida nocturna nunca habían sido lo mío.

-Por supuesto que no, te quedarás en el departamento y saldremos a un lugar tranquilo donde pueda ir Atom.
Dinah rodó los ojos divertida.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora