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Lauren
Los Ángeles

-¿Que hacen aquí? Pregunté apenas.

-Solo venía a admitir que yo soy la idiota, y el problema real de la relación. Levantó sus cejas.
Aclaré mi garganta y sin contenerme ni un minuto más tomé al pequeño en mi brazos para besarlo y hacerlo reír.
Sentía que cada semana que pasaba él crecía más y más.
-¿Y bien?

-Creo que...tienes razón.
Ella rió.
-¿Y está visita?

-Pensé que este era nuestro sitio. Se quejó. Ni ella ni yo dimos los pasos que habían entre ambas. Quería escucharla hablar.
-Esta vez, cien por ciento segura de que no me importa nada de antes, si fuiste tu o yo no importa, te amo ahora y te extrañamos mucho Lolo.
Robó ciertamente una sonrisa de mis labios.
-Además hoy cumples años y tenemos un regalo para ti.
Retrocedió en el pasillo y saliendo de mi vista. La seguí, no podía resistirme a ese misterio que cargaba.
Iba muy guapa también.

-Tu madre juega sucio y además que estén aquí podría ser el mejor regalo. Susurré a Ati haciéndolo reír. Besó mi mejilla con cariño y se abrazó a mi cuello mientras seguía a Camila.
Sobre la mesa de centro en la sala, había una caja. No la vi cuando entré.

-Estábamos ocultos en el cuarto de lavado, tu me diste una llave de la casa ¿Recuerdas?
Dando la respuesta que pedía. Ellos estaban dentro desde que llegué. La cuna por supuesto.
Asentí insegura y ella tomó a Ati para que yo abriera el regalo.
Un par de globos salieron volando, haciendo que el pequeño se inquietara por que quería tomarlos. Camila había alcanzado uno para el.
Tomé el sobre tamaño carta al final y la miré con duda.

-Hay dos regalos dentro ¿Quieres ese primero?
Me miró sospechosa y yo no pude evitar sonreír. Suspiré profundo.
Abrí el sobre. Mi ojos se perdieron en lo que decía.

-La mayoría de las personas no suelen dar de regalo a un bebé, bueno suelen ser regalo cuando avisas sobre el embarazo y...

-¿Estás hablando en serio?
La interrumpí. Mi corazón realmente latía. Eran los malditos papeles.

-Muy en serio Lauren. Mis ojos se humedecieron y después de terminar de leer y mirarlos a ambos. Sin nada de resistencia me pare justo en frente.

-¿Es una verdadera solicitud para que Atom lleve mi apellido?

-Lauren, no quiero que lleve tu apellido, quiero que seas su mamá ¿Entiendes?
Recargué la frente en el pequeño inquieto que estaba frente a mi y sonreí. Mis ojos se habían negado a quedarse atrás y soltaron un par de lagrimas de felicidad.

-Dios. Besé las mejillas del pequeño sin dudar.
-¿Atom Jauregui Cabello no?
Camila asintió un poco emocional como yo.
-A la mierda.
Me alejé hacía la estancia con Camila siguiendo mis movimiento intrigada. Busque a prisa un bolígrafo y volví a la mesa. Firme cada uno de los papeles frente a mi. No me importaba absolutamente leer nada de eso. No quería ser solo un tutor para Ati, quería ser su mamá. Termine de firmar y guarde los papeles con cuidado.

-Lauren.
Volví a envolverlos en mis brazos y a punto de besarla. Ella me interrumpió.
-¿Sabes que acabas de firmar? No solo es la solicitud, tú estás aceptando.

-Ya lo sé Camila, es el mejor regalo que pudiste haberme dado, Ati es nuestro hijo ¿Cierto?
Asintió con una sonrisa luminosa y finalmente me concedió un breve beso en los labios.

-Pero falta un regalo.

-¿Si? Pregunté atontada.

-Esta al fondo de la caja.
Me quejé un poco por alejarme pero logré encontrar una pequeña caja de terciopelo negro que me congeló por completo. La abrí con dedos temblorosos y adentro encontré un par de anillos con un diamante pequeño al centro.

-Además de ser la madre de Ati ¿Quieres ser mi esposa?
Abrí los ojos de golpe.

-Esto...
Estaba sorprendida por supuesto, me encantaba, quería casarme con ella, vivir aquí, tener a Ati.
Ella notó un poco de duda. Me miró aterrada después de un rato.

-Es raro lo sé, es solo que pensé en que no quiero estar lejos de ti y que ahora que....

-Camila, shhh, no es que yo vaya a decirte que no. Reí al sujetarle por la cintura y dejar los anillos entre las dos.
-Es sólo que siempre imaginé que yo te lo iba a pedir. Sonreí sobre sus labios.
-¿Quieres casarte conmigo Camila Cabello?
Rodé los ojos juguetona.
-¿Que más podemos hacer si ya me comprometiste con un hijo?
Camila terminó soltando una risita igual de divertida.

-Si quiero ser tu esposa y tu amante a la vez.
Mierda. Invadí sus labios en un beso profundo. Demasiado entusiasmada.

-Yo también quiero casarme contigo, que seas mi amante y la madre de mi hijo, dios, eres...un sueño cariño, te amo.
Terminé soltando mientras la besaba y ella correspondía. Luego las pequeñas manos de Ati nos separaron riendo.

-También te amo. Me besó dulcemente y con un poco de ayuda logró poner el anillo en mi mano. Fue mi turno.
Besé su dorso para hacerla sonreír.

-Quiero hacer el amor contigo. Dije con voz profunda. Ella rió.

-Eso tendrá que esperar, por que todos están esperando en el patio.

-¿Todos? Pregunté preocupada.

-Tu madre, tu hermano y su familia, mis padres y Karen, algunos amigos cercanos supongo.
Dios no. Ahora tendría que esperar o...

-Bien,bien,vamos ahora cariño, hay que dar las buenas noticias. Sonreí sobre sus labios y después entrelazar nuestras manos caminé segura al patio.

Varias luces se encendieron en el jardín, todos saltaron de sus lugares y comenzaron a cantar.
Después de varios abrazos, por que ya sabían lo que iba a ocurrir. Le pedí a mi madre especialmente que cuidara a los invitados y a Ati por que Camila y yo teníamos algo que hablar.
Camila me siguió a largos pasos por el pasillo. Apenas logró cerrar la puerta cuando yo la atrapé. Invadí su labios con un beso y enrede mis dedos en su cabello. Ella había soltado un gemido. La llevé cerca de la cama y sin dudar quité su vestido corto. Me separé solo para mirarla.

-Necesitaba agradecerte. Dije.
Ella sonrió excitada.

-Lo comprendo totalmente.
Nos dejamos caer en la cama desnudas y entre risas. Había que aprovechar el tiempo bien.

FIN

EL EPÍLOGO VA A ESTAR 🔥🔥

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora