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Lauren
Los Ángeles

Listo, ya estaba hecho. Los tres permanecíamos en el auto afuera de la casa de mamá.

-Estoy realmente nerviosa Lauren.
Confesó Camila a mi lado. Para fortuna el pequeño Atom se había quedado dormido apenas tocó el asiento, no se daba cuenta de la vergonzosa situación en la que ninguna se sentía realmente bien como para atravesar esas puertas.
-La casa es enorme, no se. Mordió su labio. -¿Estamos vestidas correctamente? Por que siento que debería traer un vestido elegante.
Yo no pude evitar reír de lo que decía.
Ella venía casual, pero hermosa, con una blusa corta que dejaba ver su ombligo de vez en cuando.

-Si Camila, comeremos en el jardín no te preocupes, hace un tiempo estupendo.
Aclaré mi garganta y bien pasaron cerca de 15 minutos los que esperamos ahí en silencio.
Tomé su mano y besé el dorso.
-Ellos serán amables, lo prometo. Iba a bajar para ayudarla a ella pero recordé algo.
-Algo más ¿Te molestaría si les mencionó que eres mi novia?
Ella abrió los ojos de golpe.

-¿Vas a hacerlo?
Preguntó incrédula.

-Por supuesto, no creo que te sientas cómoda si digo que eres la mujer con quién deseo casarme ¿Cierto? Pregunté divertida.

-Lauren, por favor. Comenzó a quejarse pero con un beso evite a que continuara.
Finalmente ayude a bajar y tomé en brazos al pequeño Atom que durmió igual sobre mi hombro. No tocamos y entramos a la casa sin hacer mucho ruido. Tal vez todos ya estaban en el jardín por que no se escuchaba nada.
Tomé la mano de Camila con fuerza y nos encaminé afuera.
No tuve la oportunidad de contarle a alguien de los presentes que llevaría compañía así que todos se levantaron al verme llegar con Camila de la mano y en brazos al pequeño.

-Oh por dios. Keana expresó sorprendida y vino enseguida.
-Pero mira que dulzura ¿Puedo cargarlo? Molestó de inmediato sin darse cuenta de que estaba profundamente dormido.

-Hola cuñada, gusto en verte.
Dije de forma sarcástica.
Camila parecía realmente nerviosa de estar ahí. La miré.

-Quiero presentarles a mi novia, ella es Camila Cabello.
Keana besó su mejilla animada.

-Hola cariño, tenía curiosidad por saber de ti, Lauren ha estado medio tontita toda la semana y bueno esta el día en que llego en jeans a la empresa, todo un caso.
Camila sonrió de forma tímida.
-Tu niño es realmente lindo ¿Cómo se llama?
Chris se puso detrás de Keana para saludar.

-Se llama Atom, mucho gusto.
Apretó la mano de mi hermano y de la nada me vi rodeada por la cintura por mis dos sobrinos.
Ellos también fueron amables y se presentaron por separado, recordando que la vieron en el restaurante hace un tiempo.
Cuando llegó el turno de mamá ella besó mi mejilla primero y extendió la mano hacía Camila, con una sonrisa que no había visto frecuentemente, le agradaba.

-Soy Clara Jauregui, mucho gusto Camila, Lauren nos había contado de ti.

-El gusto es mío, perdón por llegar así de sorpresa y...

-No es nada, si no le exijo a Lauren venir, seguramente ni nos conocemos, es muy bueno que estén aquí.
Atom comenzó a removerse en mi hombro, tal vez por el ruido que hacían mis sobrinos al saltar la cuerda a nuestras espaldas en el pasto. Además el terrible perro San Bernardo que tenían no dejaba de juguetear y ladrar.
Cuando levantó la cabeza y talló sus ojos, Camila me pidió para tomarlo, pero yo negué.
El pequeño se dió vuelta en mis brazos perezosamente y miró a todos. Luego lanzó esa linda sonrisa que hacía que medio mundo quedará a sus pies.

-Pero si es tan tierno, hola cariño.
Keana apretó sus mejillas y él sonrió para luego ocultarse en mi cuello.

-Jamás creí decirlo pero en serio hermana que te vez bastante bien de mamá.
Mi sonrisa fue involuntaria y nadie la dejó pasar.

-Es verdad cariño. Dijo mi madre y luego nos invitó al comedor de jardín que tenía completamente arreglada y llena de comida para todos. Nos sentamos y después de un rato vino Ryan para llevarse a Atom. No estaba muy segura de que él sabría cuidarlo pero cuando Camila apretó mi muslo entendía que debía dejarlo en el pasto para que caminara a donde quisiera.

-Déjalo Lauren, a los niños les gusta descubrir por si solos, además mis hijos deben practicar quizás tengan un hermano pequeño pronto.
Sonreí y seguido de mí lo hizo Chris, ellos querían un hijo más, tener tres se me hizo excesivo.
Cuando Atom camino de la mano de Ryan, dio un tropezón y me tensé en el asiento.

-Es pasto no va a golpearse si cae. Susurró Camila en mi oído. En respuesta besé su mejilla y confié en lo que Keana y ella me decían.

Sabía que el silencio largo de mi madre no significaba algo bueno, comenzaría a hacer las preguntas. Esperaba que eso no incomodara a Camila.

-¿Entonces eres de aquí Camila? Comenzó y Chris soltó una risita.
Por debajo de la mesa intente golpearle pero fue Keana quien se quejó así que tuve que disculparme como si fuera algo accidental. Camila no estaba tensa pero imaginaba que iban a preguntarle más sobre Atom.

-Miami, mis padres viven allá.

-La playa, no viajamos a Miami desde hace tiempo ¿Trabajas con Lauren?
Preguntó otra vez.

-Mamá por favor, no trabaja con conmigo, ella se encarga...

-Esta bien Lauren. Me dió una sonrisa tierna. -No podría dejar a Atom muchas horas en la guardería por el momento me encargo de las cuentas de un negocio más pequeño.
Mi madre asintió sonriendo.

-Lo se, es difícil alejarse de ellos.

Ryan trajo corriendo al pequeño. Interrumpiendo la pequeña sesión. Y no se había caído, lo dejó en mis brazos de forma graciosa.

-Tia Lauren creo que ha ensuciado su ropa.
Camila tomó a Atom en brazos y definió que debería ir a cambiarlo. Pero como un gesto que pensé nadie iba a tomar en cuenta. Me ofrecí a ir yo.
Todos en la mesa quedaron en completo silencio,sorprendidos de que cuidará a Atom de esa forma.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora