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Camila
Los Ángeles

Miré angustiada el hilo de líquido que corría por mi pierna. Esto no estaba bien.
Mi vientre se contraía con mayor frecuencia y aunque había luchado por mantenerme tranquila y pensar que era normal el leve dolor de hace días, toda esa concentración se vino abajo.
Necesitaba avisarle a Karen, tratar de llegar a un hospital lo antes posible.
Recordé los planes para el nacimiento, en un hospital más alejado del rancho. Donde también estaba el medico que llevo control de mi embarazo.
Mierda. Solté un gritito al sentir otro dolor más fuerte en mi vientre.

-No, no. Repetí para mi. Suspiré profundo e intenté dar otro paso hacía la puerta de mi dormitorio para llamar a alguien.
No podía arriesgarme y tener que conducir hasta más lejos. Tal vez mi bebé necesitaba atención urgente y...limpié mis ojos llenos de lágrimas.
-¡Karen! Grité lo más fuerte que pude.
Minutos después los pasos rápidos se escucharon. Era Louis quien llego primero.

-¿Señora?

-Se me ha roto la fuente, llama a Karen y prepara la camioneta. Me ayudó a sentarme. Karen entro apresurada y se topó conmigo. Yo solté un sollozo alto.

-Se supone que no debe nacer aun. Dije triste. Abracé mi vientre.
De la nada Karen había tomado el bolso lleno de cosas para el bebé y algunos papeles. Louis volvió para ayudarme a subir a la camioneta y arrancar. Aunque Karen intentará calmarme no lo iba a lograr.

Flashback

Detuve mis pasos al margen de la puerta. Cuando escuché las voces bajas en el pasillo. Estaban en el pequeño despacho de Dylan.
Dentro estaban Louis, Karen y Carlos. El último era uno de los mejores trabajadores del rancho. Louis y el se hacían cargo cuando Dylan les decía.

-Hemos perdido esas ganancias y pronto tendremos que realizar ventas para salvar la mitad de los negocios, lo sabes. Dijo Carlos con voz tensa.

-Es que aún no puedo creer que Dylan fuera tan descuidado, hasta ahora me doy cuenta que no solo lo del hospital debíamos pagar ¿Por eso sacó el préstamo en el banco? Karen habló con la voz entrecortada.
Pude ver a Louis con la mirada baja por la pequeña abertura de la puerta.

-Si Karen, estamos a un paso de la quiebra hace tres meses y aunque Dylan intentó solucionarlos, con el dinero que tomaste para pagar su tratamiento en realidad era nuestra última opción, tendremos que cerrar y pensar en otras soluciones, como la venta.
Mi corazón estaba acelerado. Era todo esto de lo que Karen quería apartarme. Quería ocultarme que aunque Lauren nos ayudará a no perderlo todo, en realidad no había mucho que salvar. La preocupación en mi mente solo había aumentado.

Fin flashback

En realidad no tenía opción. Mi hijo estaba a punto de nacer y no teníamos nada del ahorro para atenderme. Respiré profundo y mientras salimos del rancho. Miré a Karen y sujeté su mano llamando su atención.

-¿No sabes que hacer verdad?
Pregunté al leer el miedo. Yo sugería que fuéramos al hospital más cercano y Karen a que nos apegáramos al primer plan, yo negué. Ella aún no se detenía a pensar en nuestra situación.

-Cariño déjame a mi solucionarlo. Dijo.
Gruñí al sentir otra contracción invadir mi cuerpo de la cintura hacia abajo.
-Llegáremos pronto te lo prometo, tu y mi nieto estarán bien.
Me sentía mal, con el dolor y toda esa preocupación no me quedó otra opción más que admitir a la persona que sin duda podría ayudarme.

-Llama a Lauren, Karen, llámala.
Justo al entrar a la ciudad, sentí mi cuerpo envuelto en dolor. Seguía con mis piernas húmedas y ni siquiera era capaz de mirar si se trataba de líquido o de sangre. Karen y Louis estaban asustados cómo yo.
Sostuve mi vientre con fuerza, rogando por que mi hijo estuviera bien. Cerré los ojos por un momento, cansada pero fue la peor idea que tuve. Por que cuando intenté abrirlos, mi mundo se había puesto obscuro.

Lauren

-¿Como mierda no vas a poder decirme?
Subí la voz desesperada.
La mujer del otro lado de la ventanilla me miró preocupada.
-¿Donde esta el doc....
Alguien sujetó mi hombro apartándome.

-¿Lauren? ¿Que diablos estás haciendo?
Chris me miró confuso. Pero al ver mi mirada se aparto.
-Cálmate ¿Es sobre mi madre?
Negué e intenté volver a la ventanilla pero me detuvo otra vez.
-Pensé que habías ido a tu departamento, en eso quedamos, Keana se queda esta noche.
Caminé para recargarme en una pared y tratar de recuperar mi mente.
Después de tramitar el ingreso de Camila, hable con el médico de mi madre para que me ayudara con la información pero me confirmo estar en medio de un procedimiento, sin poderme ayudar en el momento. Entonces había recurrido yo misma a buscar a alguien que me dijera como diablos estaba Camila. Si ella necesitaba mi ayudaba la iba a tener.
Arregle mi cabello y miré a Chris. Aún seguía esperando una explicación.

-Es una amiga, me han avisado que acaban de ingresarla, algo de urgencia, esta embarazada y sólo trato de saber como esta, pero la señora no quiere decirme nada.

-¿Amiga? ¿Le conozco? Rodé los ojos y me aparte.

-Eso no importa Chris.

-Te ves demasiado ansiosa, mira podremos esperar aquí tranquilamente a que te diga algo, o con sus familiares ¿Lo intentaste? Asentí enfadada.
-¿Pero quien es? Como para que te pongas así.

Tomé aire por la nariz y solté por la boca para calmarme. No podía perderme ahora.

-La he conocido hace poco.
Solo dije.
-Sera mejor que te vayas y te lleves a mis sobrinos, yo...estaré unas horas más aquí y volveré con mi madre, dios...odio los hospitales.

-Lo se hermana, te dejo pero por favor cálmate y espera, sabes que no puedes acelerar mucho las cosas en un hospital, deben estar atendiéndola.
Lo vi desaparecer y yo intenté no volver a ver con odio a la mujer. Ella debía sentirse muy ofendida por mi trato, no quise regresar para disculparme. Habían pasado ¿Que? 30 minutos desde que había llegado y a pesar de solucionar una parte, no me sentía tranquila, mi pecho estaba aplastado.

Necesitaba saber que Camila estaba sana y salva y también...también su bebé.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora