Mientras te tuve

68

Lauren
Los Ángeles

Recargué mi cabeza tan cómoda que a punto de quedarme dormida, sentí como tocaba mi brazo.

-Lauren, deberías ir a la cama esta vez. Dijo nerviosa.
¿En serio? Después de ese beso lo iba a hacer. Necesitaba verla sonrojarse.

-Bien, entonces vamos. Me senté en el sofá y extendí mi mano para ayudarla a levantarse amablemente.

-Yo...yo me refería a que puedes dormir en la cama y yo aquí.
Siguió igual de nerviosa pero me hizo sonreír.

-Venga Camila, no pasa nada, yo en un lado y tu en el otro, lo peor que puede pasar es que despertemos abrazadas ¿Te molesta?
Pregunté atenta y sin soltar su mano. Negó.
Bien. Había dado un paso, la realidad es que yo si quería acurrucarme con ella, moría de ganas por hacer otra cosa pero debía aguantarme, al menos que ella lo quisiera por supuesto. No iba a negarme. Caminamos juntas al dormitorio y entramos.
La miré subir a la cama del lado de la cuna de Atom y se cubrió. Yo quité mi playera ligera y entre a la cama con una risa. Ella se había quejado. Llevaba mi sostén no enseñaba algo que no hubiera visto antes.

-¿Que haces?

-Suelo dormir así. Me encogí de hombros y me arropé hasta el cuello. Las dos miramos al techo por mucho tiempo, al final fue ella quién apagó la lámpara y se dió la vuelta para dormir.
Yo la miré demasiado quieta desde el otro lado.
Suspiré profundo y cerré los ojos.
No tarde mucho en dormirme después de eso.
A media noche desperté por no poder girarme en la cama. Sentía un peso extra sobre una de mis piernas y en mi hombro.
Abrí los ojos y en medio de la oscuridad, me bastó agachar la mirada para darme cuenta de que ella se había acurrucado en mi cuerpo, la mitad de la cama estaba libre. Sin dudarlo abracé su espalda atrayéndola más a mi y besé su cabello. Mierda. Estaba segura de querer despertar con ella de esa forma siempre.
Cerré los ojos de nuevo y dormí.

El sonido de un despertador hizo que el cuerpo sobre el mío se estremeciera.
No abrí los ojos pero sentí que ella se sentaba de un salto y se separaba de mi casi por toda la cama. Yo fingí seguir durmiendo.
Creía que sería mejor para evitar una mañana incómoda como la de ayer.
Por dios, había dormido pegada a mi y eso causaba un calor intenso que recorría todo mi cuerpo.
Sentía que había dormido mucho, la cabeza no dolía y podría desperezarme tan rápido para cumplir con mi rutina. Mi humor era el mejor después de muchos años. Con ojos entrecerrados la miré moverse por la habitación, tomar ropa para el baño y mirar si Atom seguía dormido.
Cuando entro al baño yo abrí los ojos y me estiré en la cama, ahora un par de ojos juguetones me miraban desde la cuna. Sonreí y el extendió sus brazos para que lo sacara.
Lo tomé y lo senté en mi abdomen para hacerlo reír.

-Hoy estamos logrando muchas cosas Atom. Hablé bajo. Él saltó divertido. Tanto que me sacó un poco el aire y me hizo reír.

-Lolo.

-Si bebé, soy Lolo, puedes llamarme de esa forma siempre y cuando me sonrías. Sobe su cabecita y besé su mejilla un par de veces. Hasta que Camila salió de la ducha, para mi mala suerte ya llevaba ropa para su trabajo y había secado su cabello. Nos miró.

-Yo que tu no lo dejaba saltar, debe tener el pañal sucio y se puede derramar su contenido tóxico. Dejé de sonreír y rápidamente lo baje de mi abdomen para sentarlo en la cama. Camila rió.
-¿Puedes cambiarlo? Así preparó algo para el desayuno y después tomas tu baño.
Yo asentí insegura. Podía hacerlo, bueno intentarlo ¿Que tan malo podría ser?
Nunca había ayudado con mis sobrinos cuando eran pequeños pero tarde o temprano debía acostumbrarme.
Salió divertida del dormitorio y por primera vez noté una mirada retadora de Atom sobre mi.
Me asustó. Busqué en los cajones su ropa, pude sonreír por segundos al encontrarme el cajón de ropa interior de Camila, iba a tocarla pero Atom estaba sobre la cama y no quería descuidarlo, lo encontré y miré las cosas que usaba para limpiarlo sobre un mueble en la esquina de la habitación. Volví a la cama donde el jugaba entretenido con su oso.
Miré las toallas, un talco con olor a bebé, su loción y el pequeño conjunto de jeans y playera divertida que había conseguido para el.
En primera cuando intenté recostarlo en la cama el rió y luchó por levantarse.
Me quejé bajo y volví a recostarlo pero el se sentó divertido.

-Por favor cariño, no es el momento para revelarse.
Rió a carcajadas y con un poco de lucha y convencimiento por fin se quedó recostado. Bajé sus pantaloncillos y noté el olor extraño que desprendía.
Correcto había llegado lejos. Prepare mi voz para gritar a Camila pero pensé en lo tonta que iba a verme al llamarla tan rápido.
Aclaré mi garganta y con una sonrisa comencé a abrir el material blanco y elástico.
No iba a vomitar ¿O si?
Soporte ese estrés y logre sacar el pantalón de sus piernas. Luego miré algo poco agradable. Use toallas por todos lados y justo antes de terminar y lograr quitar todo. El se removió.

-Mierda Atom, no te muevas. De una patada tiró el talco a la alfombra y una pequeña nube blanca me hizo estornudar y reír a Atom.
Dejé pasar eso. Supuse que lo más importante era evitar que el se manchara de sus propios desechos. Retiré el material sucio y lo aparté lo más que pude.
Coloqué un nuevo pañal bajo sus cuerpo e intenté sujetarlo.
-¿Cómo es esto?
Atom se movió de nuevo haciéndome perder la concentración. Bien. Aunque se separó pensé que era el mejor momento para colocar todo el desecho en una bolsa y apartarla de la cama.
Cuando volví Atom casi bajaba de la cama. Dios iba desnudo.
Lo tomé con dificultad y nuevamente luche para mantenerlo acostado. Mi frente estaba sudando. Tenía poco tiempo para maso menos arreglar el desastre que se había hecho.
De pronto Camila abrió la puerta y nos miró. Yo la miré aterrada pero ella rompió en carcajadas.
¿Que mierda?

-Deja de reír, no me dijiste que Atom era tan inquieto para este momento.
Camila se acercó tratando de controlar la risa, yo debía parecer una enorme manzana roja. Mierda. Estaba avergonzada.

LA PRIMERA VEZ QUE CAMBIÉ LA POPU DE UN BEBÉ FUE TERRIBLE 😂😭 💩