Lauren
Los Ángeles-Ya no fuiste a casa ayer.
Reclamó mi madre apenas puso un pie dentro de mi oficina.
Recordar la noche me hacía sentir un pequeño pellizco en mi corazón y se volvía loco.
Aún era capaz de sentir esos labios sobre los míos. La forma tan dulce en que había respondido a mi. Mis manos se movían automáticamente sobre el escritorio pero anhelaban estar en otro lugar. Volver a rodear su cuerpo.
Suspiré profundo y eso llamó la atención de mi madre.
-¿Lauren? Puedes dejar esa cara y ponerme atención, por favor.Creí haber tomado un pequeño momento para pensar en ella pero debí hacerlo por más de 5 minutos al menos.
Negué inquieta y miré a mi madre sentada frente a mi, con una sonrisa y dispuesta a llenarme de preguntas.
Aclaré mi garganta y fingí poner atención en lo que hacía.-Lo siento madre, estaba un poco cansada.
Su risita baja me hizo incomodar.-Mejor cuéntame ¿Quien te hace poner esa cara de boba enamorada? Te conozco hija, te tuve en mi vientre 9 meses, estuviste bajo mi cuidado por más de 20 años, incluida tu terrible etapa de adolescente, mujeriega y demás, ahora ¿Quieres mentirme? Cariño puedo seguir con montón de cosas y...
Rodé los ojos y la interrumpí.
-No te estoy mintiendo.-Lo haces y no saldré de aquí hasta que me cuentes.
Resople y dejé un momento el trabajo para sentarme junto a ella. Apretó mi mano con cariño.-Bien, estoy viendo a una mujer, se llama Camila.
-Tiene lindo nombre. Ella dijo con atino y sonrió.
-Ella es linda, muy hermosa mamá y ya la conocía de años, cuando tu estuviste por primera vez en el hospital me la he topado por casualidad, así que desde entonces intenté...Dude un poco de lo que debía contarle.
-Estoy enamorada mamá, pero las cosas entre nosotras no fueron muy fáciles al principio, ahorita estamos intentando algo.-Tu sonrisa dice algo bueno hija.
Acunó mi mejilla con su mano y yo me relajé.-Ella tiene un hijo. Mi madre abrió sus ojos demasiado, sorprendida.
-¿No estas provocando un caos en su familia verdad?
-Por supuesto que no, estoy respetando sus decisiones, ella perdió a su esposo, el motivo por el que estaba en el hospital en aquella ocasión. Explique. Aunque sonaba un tanto extraño todo eso. También debía contarle que el pequeño Atom era un bebé. Un hermoso bebé. Dios mío estaba realmente pérdida por ellos.
-Lauren cariño, deberías tomar un poco de tiempo para acercarte a ella después de lo que paso ¿Cuántos años tiene el pequeño?
Esta vez había tomado mis dos manos y leí preocupación en sus ojos.-Tiene 10 meses. Dije en voz baja. Ella dio un apretón en mis manos.
-Lauren. Reclamó y luego yo solté una risa.
-Mamá por favor, de verdad estoy haciendo esto bien, bastante bien en realidad.
-¿Quieres ser madre ahora? Preguntó.
-Amo a Camila y Atom, es el nombre del pequeño, son realmente importantes ahora, haré lo necesario para que estén conmigo. Dije completamente segura. Mis palabras salían realmente de corazón y un pequeño temor se plantó.
¿Camila quería lo mismo? Necesitaba llamarla.-Esto me ha sorprendido cariño pero estas muy decidida y yo te apoyaré, en cuanto sea oficial quiero conocerlos.
Sonreí. -Mírate, estás alumbrando a todos con esa sonrisa.-No me sentía de esta forma desde hace muchísimo tiempo mamá.
-Jamás te escuché hablar de esta forma, incluso desde que te casaste con Samantha, sabía que todo terminaría mal, sufriste cariño y ahora estas recuperada y quiero que busques lo que te haga feliz, entonces ve por ella, por Camila y agradece de mi parte por hacerte sonreír de esta forma.
Ella rió un poco y yo correspondí. Me levanté de su lado para intentar seguir con mi trabajo.
Mi madre dejó un beso en mi frente y salió. Iba a pasar el resto de la tarde con sus amigas en el campo de tenis. Poco a poco se incorporaba a sus actividades.
Miré mi móvil uno segundos y finalmente busqué su contacto.-Hola Lauren. Mierda. Estas llamadas y su voz me hacían temblar. Quería estar con ella.
-Camila ¿Cómo estás?
Pregunté sin saber que decirle. Cuando en realidad mi mente formaba un montón de frases para saludarla, decirle que necesitaba verla y que anhelaba tocar sus labios de nuevo.-Bastante bien, ocupada con Ati.
-Me gusta que le llames así ¿Se ha portado bien?
Sonreí al imaginarlo volver a sus actividades.-Si, solo muy inquieto y...
-Quiero verlos. Solté desesperada. Me puse de pie para poder calmarme.
-Lauren...
-Camila, sobre lo de ayer, yo...Respiré profundo. -¿Estás bien con lo que sucedió?
Imaginaba cómo podía estar mordiendo su labio inferior al pensar.-Estoy bien, en realidad, fui yo quien comenzó, me...emocionó verte ahí tan tarde, me había resignado a no verte.
Suspiró y luego rió bajo. Sus mejillas deberían estar enrojecidas. Cerré mis ojos. Estaba alucinando de verdad. Camila tenía un poder sobre mis emociones. Algo demasiado bueno.-Necesitamos hablar mucho más pero debe ser en persona. Fue mi turno para reír de forma boba.
-Si, mañana puedo, después de llevar a Ati con el pediatra. Comentó enseguida. Ninguna de las dos estaba tardando en responder. Había un sentido fluido en todo y eso me gustaba bastante. No quería que se pusiera tenso.
-Quiero ir con ustedes, me tomaré el tiempo necesario. Respondí segura.
-Mencionaste algo sobre tu trabajo, te agradezco que quieras ir pero...
-¿No quieres que vaya?
-Si quiero pero conozco cómo puede ser la cantidad de trabajo que tienes, y que debes permanecer todo el día ahí.
Mierda. Busqué una buena excusa como para escapar mañana la mayoría del día.-No te preocupes por eso, mira después de ir al doctor, podemos ir a comer en mi departamento, Martha es una buena cocinera y así el pequeño estará seguro.
-¿Tu departamento?
Preguntó insegura.-Si Camila, prometo que será agradable, no intento ponerte una trampa.
Camila comenzó a reír. Mi corazón se lleno.-Esta bien, me agrada el plan, entonces...
-Te veo mañana ¿Puedes mandarme la dirección para verlos?
No quería despedirme aún. Su voz me llenaba de tranquilidad frente a todo lo que tenía por hacer.-Te la enviaré en un mensaje, ahora debo colgar.
-Lo entiendo, si, cuídate y nos vemos mañana.
Ella dudo de la respuesta. Pensé que iba a colgar sin decir más. Pero lo que dijo después planto una sonrisa en mi cara para todo el día.-Nos vemos mañana Lauren, un beso.
Colgó enseguida. Alguien carraspeó a mi espalda haciéndome saltar un poco.
Era mi secretaría.-Señora Jauregui, esperan su presencia en la sala de juntas, Perdón por interrumpir. Yo sonreí.
Y correspondió atenta, debía ser muy raro mirarme de aquella forma.
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Mientras te tuve
FanfictionHabía sido tan sencillo estar con ella, conformarme con solo unas horas de su tiempo, mantener un toque leve en mi mejilla. Lauren había formado parte de mi vida desde hace años, cuando recién había terminando la universidad y buscaba mejores oportu...