Recuérdame [CAMREN]

Capítulo 3

Camila Pov

Estuvimos al rededor de una hora más en la cafetería. Ally me dijo que debía esperar aunque sea un rato, dejar que se acostumbre un poco a estar despierta. De paso aprovechamos para poder charlar, como ya he dicho, Ally no siempre tiene tiempo para ella misma o incluso salir con alguien más.

Después de aquello volví al hospital junto con Ally. Lamentablemente solo yo podía entrar a verla, solo por el hecho de ser "familiar directo". La pequeña siempre ha sido una hermana para ella, no es justo, aunque tenga sentido.

Si cada persona que conociese a Lauren pasara a visitarla sería un caos. Además de un peligro para la misma.

Volví a repetir la acción de avisar en recepción. El chico de siempre no desaprovechó oportunidad obviamente. Me molesta mucho, nunca entenderé la necesidad de los hombres en querer llamar la atención de esa manera. A ninguna chica que haya conocido le gusta que le digan algo sobre su ropa o su cuerpo de forma irrespetuosa.

Subimos por el ascensor hasta el sexto piso. Caminamos por el pasillo hasta la última habitación, la 627, la suya.

Toqué dos veces, como siempre. Una voz ronca dijo que pasara en un tono casi inaudible. Ally se quedó afuera de la habitación esperando por mí y yo entré.

La encontré como siempre, acostada, pero con una diferencia, sus ojos estaban completamente abiertos y mirando todo con curiosidad. Como si no conociera el mundo que la rodea, miraba todo con calma, sin siquiera inmutarse de mi presencia.

Sonreí de lado, había soñado con esto muchas veces. He soñado tantas veces con la posibilidad de volverla a ver despierta. De volver a escuchar su voz, de poder sentir su piel cálida y por supuesto de sentieme atrapada en sus precioso ojos verdes.

Me acerqué y me senté en la misma silla negra. Tomé su mano y acaricié el dorso de esta, su temperatura había subido. Claramente ahora era mucho más cálida, aunque ni tanto como lo recordaba. Ella volteó a verme a los ojos.

Me miraba con inocencia, con curiosidad, desconociendome por completo. Sonreí nuevamente de forma triste. Entonces decidí hablar.

-Hola amor. Te extrañé mucho Lolo-Ella frunció el ceño mirandome mal. Sentí mi respiración detenerse, no entiendo que ocurre.

-No me llames así-Mi corazón de terminó de quebrar, lo pude casi sentir. Algo en mi cabeza me tiró el animo muy abajo-¿Quién te crees qué eres?

-Lolo, soy yo...Camila-Acaricié nuevamente su mano-Soy Camz, tu Camz-Sin dejar de mirarme mal y como pudo liberó su mano de la mía.

-No tengo idea de quién eres, no conozco ninguna Camila-Derramé una lágrima. Es completamente fría, y lo peor de todo, es que no sabía si me estaba jugando una broma de mal gusto o no.

-No seas así conmigo Lauren, por favor, no es por hacerme la víctima, pero no tienes una idea lo que he sufrido por tí.

-¿Por qué lo harías? No te conozco-Sus palabras me hieren cada vez más. Es como si nuestra relación se hubiera reiniciado completamente para ella. Tragué en seco y me levanté de la silla.

-Ya vuelvo-Ella asintió dandome su aprobación.

Salí de la habitación donde Aly me esperaba con una sonrisa. La abracé y comencé a llorar fuertemente. Ella acariciaba mi pelo en silencio por mientras esperaba a que me calmase.

Todavía no puedo comprenderlo, es...Horrible. Creo que no existe una palabra que sea más fuerte que esa. He esperado tanto por su cariño para que ella solo vuelva a ser fría conmigo.

-¿Quieres que llamemos al médico que se encarga de Lauren?-Asentí, ella se separó de mí y limpió mis lágrimas. Todavía no pude entender como es que ella mantiene la calma en todo momento, termino siendo una hija más que consolar para ella. Me miro unos segundos en silencio y besó mi frente-Vas a salir de toda esta mierda Mila, lo vas a lograr. Eres fuerte, lo peor ya paso, nena.

-Siento que no puedo más Ally, ya me cansé, me cansé de estar estancada. Quiero mandar todo a la mierda.

-Y es comprensible, pero no lo has hecho hasta ahora, y no lo harás. Los que estamos para tí y te rodeamos estamos para apoyarte y ayudarte si lo necesitas. Pide ayuda si la necesitas Mila.
-No puedo Ally, tienen cosas más importantes que hacer.

-Lo más importante para cualquier persona son sus seres queridos, y tú eres uno de ellos.

-¿Y qué tal si no?

-¿Y qué tal si sí? No quiero volver a tener oportunidad de perderte. Sabes que no quiero verte ni cerca de ese balcón Mila, ni se te ocurra siquiera pensarlo. Lauren te necesita más que nunca.

-Ni sabe quién soy.

-Lo sabrá, no te preocupes. Vamos-Me tomó de la mano arrastrandome por el pasillo.

El doctor que le había asignado era fácil de encontrar, bueno, él lo es, lo difícil es encontrar a alguien en el laberinto que representa un hospital y más este. En los dos años que llevo visitandola no he podido ubicarme por mí misma.

Los pasillos completamente blancos me estresan. No se distinguen uno del otro. La ventaja era que lo que tenía de gran el lugar lo tenía de cómodo. La habitación de Lauren es un lugar diseñado específicamente para pocas personas gracias al estado en el que estaba, pero no deja de ser una habitación espaciosa.

Desde el tema del coma me había sumergido en dos cosas específicamente: Trabajo y Lauren. Trabajar en una oficina tenía sus ventajas y desventajas por supuesto. La principal era el saber que si me esforzaba ascendía, sigue siendo así. A medida que ascendía transfería a Lauren de hospital en hospital.

No era por pasearla por toda la ciudad. Prefería pagar más por mejor atención, más comodidad y más cercanía a veces también.

Luego de un rato encontramos al médico de Lauren. Volvimos con él a su habitación para poder hablar mejor. Por suerte, esta vez Ally pudo entrar.