Lauren Pov
Todos los padres hablan emocionados entre ellos, al parecer ya se conocen, lo cual es completamente posible ya que Emily ingresó a sala de tres años recién este año. Debía prestar atención a la escuela en sí misma, después de todo, soy yo la que vendrá a buscar a Emily todos los días.
Nos iban dejando entrar a la sala de a poco para que los niños no se emocionacen ni estuvieramos apretados. Tomé fuerte la mano de Camila y ella me miró. La situación me tiene algo incomoda, no voy a negar a Camila si alguien pregunta por ella, pero tampoco quiero ganarme el rechazo de otros padres o hacia Emily.
Entramos a la sala, grandes ventanas dejaban pasar la luz solar del mediodía, estaba lleno de juguetes por doquier y una pizarra con los nombres de todos los niños anotados. Observé todo con detenimiento intentando encontrar con la vista a Emily.
-¡Mamá!-Escuché un llanto. Acto seguido me dí la vuelta y encontré a Emily corriendo hacia nosotras hecha un mar de lágrimas. Se abrazó a mis piernas mientras que seguía llorando desconsoladamente. La escena me dejó atónita esto no va a ser fácil.
-¿Qué pasó, mi princesa?-La cargué mientras que seguía llorando sobre mi hombro.
-No me dejen, no me dejen por favor-Repetía frenéticamente. La maestra se acercó rápidamente a nosotras.
-Discúlpen que no las llamé, creí que lo mejor sería esperar hasta el final del día.
-¿Qué pasó?
-Tuvo una especie de pelea con otra niña llamada Helena. El problema fue el peluche, sinceramente no escuché si dijo algo que pueda dañarla, no ha querido compartir nada más durante el resto de la mañana con los demás niños.
-Está bien, intentaremos resolver el problema en casa-Camila cargó a Emily, quién se abrazaba a su cuello con un brazo y con el otro al unicornio. Tomé su mochilita.
-¿Cuál es la niña?
-Esa de pelo castaño claro-Divisé una niña muy entretenida quitandole los juguetes a otro niño más en el fondo de la sala.
-Gracias-Sin más salimos del lugar y caminamos hasta el auto.
Desbloqueé las puertas del auto y Camila bajó a Emily. Esta de inmediato se abrazó a sus piernas dispuesta a no soltarse.
-Bebé, ¿Qué pasa?
-No te vayas, mami.
-No me iré, sólo quiero que subas al auto-Ella apretó más sus puños apretando su camisa-¿Quieres que vaya atrás contigo?
-Sí.
Ambas se sentaron detrás y el viaje transcurrió en silencio. Emily estaba prácticamente pegada a Camila mientras que ella acariciaba su pelo con tranquilidad. Me es casi imposible evitar mirar por el retrovisor y ver la escena.
Al llegar preparamos el almuerzo y comimos en silencio, ahora estaba un poco más calmada. Solo centraba su vista en el plato a no ser que alguna de nosotras fuera a buscar algo a la cocina. En sus ojos se notaba la preocupación que guardaba.
-Amor...-La llamé y ambas voltearon a verme-Emily-Aclaré y me gané la atención completa de mi hija-¿Cómo te fue en tu primer día?
-Mal, no me gusta ese lugar.
-¿Y por qué no te gusta?
-Helena dijo que yo era rara y que le diera mi unicornio. Yo no se lo quería dar, mamá, pero ella me lo quitó.
-¿Por qué dijo que eres rara?
-Porque no tengo un papá y tengo dos mamás. Ella dijo que estaba mal y que ustedes no me quieren. Por eso soy rara-Bajó la mirada y comenzó a llorar-Mamá, yo quiero que ustedes me quieran-Decía llorando. Ambas nos levantamos y nos pusimos a su lado. Camila la abrazó y yo me agaché a su altura.
-Voy a contarte un secreto, princesa-Acaricié su mejilla-Tú sí tienes un papá, sólo que él decidió que era mejor para tí junto a tu primera mamá, que era mejor darte en adopción-Eso no es del todo cierto, pero debo tratar de consolarla de alguna manera. Todavía es muy pequeña para saber que tuvo una mierda en lugar de un padre-Para que nazca un niño o una niña se necesita una mamá y un papá, pero ellos no podían cuidarte, entonces nosotras te adoptamos. Quiero que sepas que te amamos, Emily, no hay otra niña en el mundo al que querramos más que a tí, eres nuestra hija y te elegimos.
-¿Pero por qué dijo que estaba mal? Ustedes son buenas conmigo, y con todos.
-Hay mucha gente en el mundo que piensa de distintas formas, y todas están bien, siempre y cuando no lastimes a otros y dejes que hagan su vida en paz. Nosotras estamos juntas porque nos enamoramos y nos amamos, quisimos una hija y te adoptamos. Hay otro tipo de gente que piensa que nosotras estamos mal, y un montón de otras cosas. ¿Qué piensas tú?-Realmente no sé cuánta información estoy metiendo en su cabeza de tres años.
-Que mis mamis son lo mejor del mundo.
-¿Ves? Ahí está tu pensamiento, y sale de aquí-Señalé su frente haciendo referencia a su mente-Y está perfecto, ¿Nosotras le estamos haciendo daño a alguien?
-No.
-¿Entonces? ¿Estamos bien o estamos mal?
-Están bien.
-Eso debes responderle a esa niña Helena cuando te diga algo sobre nosotras que no te guste. A ver, haz de cuenta que yo soy ella.
-Mis mamis son lo mejor del mundo, y me quieren mucho. Ella no te hacen nada malo.
-Perfecto, eres una niña inteligente-Ella me sonrió-Choca esos cinco-Chocamos nuestras manos en señal de celebración.
-Gracias mami-Me dijo tímida.
-No hay de que, amor-Besé su cornilla-No dejes que nadie te moleste, ¿Sí?
-Sí.
-Sino quieres comer más puedes ir a jugar-Ella me abrazó por el cuello fuertemente y yo le correspondí. No esperaba ese abrazo de parte suya tan de repente. Sin más se bajó de la silla y corrió al cuarto de juegos como si su vida dependiese de ello. Me volví a sentar en mi lugar y Camila hizo lo mismo.
-Lolo-Me llamó. La miré demostrándole que estaba prestando atención-Vas a ser una gran mamá-Dijo sincera.
-Gracias amor, pero tú seguramente seas mejor que yo por mucho.
No pienso dejar que nadie moleste a mi hija, Emily no le ha hecho nada a nadie.
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Recuérdame [CAMREN]
FanfictionCamila Cabello y Lauren Jauregui son una pareja casada la cual tiene un accidente de auto bastante fuerte. Gracias a esto una de ellas cae en coma, al despertar ya no es la misma. Para ambas será difícil volver a que las cosas sean como antes. Hay q...