Capítulo 15

827 35 4
                                    

Lauren Pov

-¡Tía Lolo!-Gritó la pequeña corriendo a mí. Inmediatamente me agaché a su altura y ella me abrazo por el cuello-¡Te extrañé!-Sonreí.

-Yo te extrañé a tí princesita-Susurré de forma calma.

-Gracias por cuidarla Laur-Levanté a Evie en brazos, mientras que la sostenía sentada en mi cadera.

-No es nada Tay, cuando quieras, es un placer-Ella sonrió y me dió un bolso con las cosas de la niña-Bien, entonces me voy, adiós bebé-Besó la mejilla de Evie y esta le regresó el beso-¿Qué tienes que hacer Eveline?

-Portarme bien-Repitió.

-Muy bien, adiós bebé, adiós Laur-Sin más se subió a su auto y yo cerré la puerta de entrada.

Llamé al ascensor, todavía era algo temprano en la mañana, probablemente Evie ha de estar algo adormilada todavía. Las puertas se abrieron y yo entré. Marqué, como siempre, el último piso y las puertas se cerraron. De inmediato sentí a Evie tensarse, tomó mi playera con fuerza y escondió su cara en mi cuello.

-Nada va a pasar princesita.

-¿Y si el elevador se queda?

-No sucedera nada, llamamos a alguien para que nos saque y listo, pero eso no pasará, te lo aseguro.

-¿Y si se cae?

-No se caerá-Las puertas del ascensor se abrieron nuevamente y salí de él. Toqué el timbre para que Camila abriese la puerta. De inmediato Evie se separó de mí para mirarme con sus preciosos ojitos miel, sin duda era Taylor de pequeña, acaricié su mejilla, sin dejar de mirarla, no es porque sea mi sobrina, pero es una niña preciosa.

-¿Hoy vas a jugar conmigo tía?

-Sí princesa, ¿Por qué lo preguntas?

-Es que, tal vez tengas mucho trabajo y no puedas jugar conmigo-Dijo casi en un susurro.

-Eso no volverá a pasar Evie, estoy para tí en lo que necesites-En ese instante una Camila cubierta por solo una toalla abrió la puerta.

-Perdóname, literalmente había salido de la ducha cuando tocaste el timbre.

-No te preocupes.

-¡Tía Mila!-La pequeña de inmediato se lanzó a sus brazos y Camila no dudó en cargarla. Gracias al movimiento brusco y la pequeña en sí, la toalla estaba a nada de resbalarse.

Rápidamente pasé y cerré la puerta detrás de mí. Camila susurró un "gracias", no pasó un segundo más para que su toalla se deslizara al suelo, en un intento por tomarla antes de que se cayera mi mano terminó en su pecho, más especificamente al que tenía el tatuaje de la rosa por debajo.

-Discúlpame, ven Evie, dejemos a la tía que termine de cambiarse-En un movimiento raro y rápido, en el que la niña no vió absolutamente nada, me la pasó en brazos y ella salió corriendo al baño. Todavía no he comprendido cómo es que no tiene problema en presentarse así-¿Quieres ver la tele princesa?

-¡Sí!-Dijo emocionada y yo prendí la tele dejandola en un canal para niños-Voy a dejar tus cosas en tu habitación y luego vuelvo, por favor quédate ahí hasta que la tía o yo estemos contigo-Ella asintió mientras balanceaba sus piernitas.

Sin más me dirigí a la habitación de invitados y dejé el bolso de la pequeña en la mesa, tomé a Nala, la cual ya estaba libre de polvo y volví a la sal de estar con ella.

-¿Qué escondes tía Lo?-Preguntó curiosa la pequeña niña al ver que ocultaba algo en mi espalda.

-¿Recuerdas a Nala?-Ella asintió.

-Imposible olvidarla-Dijo con una sonrisa.

-Pues la traje para prestartela-De inmediato saltó del sillón y corrió a abrazar mis piernas.

-¡Gracias tía Lolo! ¡Muchas gracias!-Se la dí y ella la abrazó fuerte.

-Siempre que vengas puedes cuidarla tú un rato.

-Si tú me la prestas.

-¿Por qué no lo haría?

-Es que la tía Mila no quería darmela, decía que tú la quieres mucho, y que no quieres que nada le pase-Suspiré. Camila estaba completamente consumida por el dolor, notaba como había intentando taparlo de todas las formas posible. Aunque eso siempre termina por hacerla revalzar-Es que tú viajas mucho, o te enfermas fácil, entonces la tía Mila dice que cuando ella no está, tú necesitas amor de parte de Nala.

-Tienes algo de razón Evie, Camila no quiere que la uses porque sabe lo que significa para mí. No es que no sepas cuidarla, solo que a veces necesito más compañía y cariño que en otras ocasiones, pero yo siempre te la daré.

-Gracias tía-Me abrazó por el cuello aprovechando que me encontraba a su altura. Sus pequeños bracitos intentaban abrazarme por completo, pero por razones obvias no podía. Le devolví el abrazo, se sentía bien, cálido, sin duda ella llenaba el momento de amor. Los niños me ponen babosa, mucho por hoy.

-Ya terminé chicas-Dijo Camila saliendo del baño, ahora sí, cambiada y peinada-¿A qué hora te levantaste preciosa?-Evie pensó un momento-¿Quieres que te diga los números y tú me dices cuál te dijo tu mamá?-Ella asintió-Uno...-Negó-Dos...-Otra vez-Tres...-Lo mismo-Cuatro...-Pensó un segundo pero volvió a negar-Cinco...-La pequeña volvió a refutar-Seis...

-¡Sí! Mamá dijo a las seis.

-Eso es muy temprano, ¿No quieres dormir un rato más?

-Pero yo quiero jugar con ustedes-Hizo un puchero mientras alzaba sus bracitos para que la cargase.

-No nos iremos a ningún lado-La senté en mi regazo y de inmediato se recostó en mi pecho mientras llevaba su dedo a la boca-Lo importante es que estés descansada y con energías bebé-Camila al notar que Evie llevó su dedo pulgar a la boca frunció el ceño.

-¿Qué sucede Camila?

-Eveline, ¿Cuántos años tienes?-La niña marcó cuatro con su manito libre-¿Qué hablamos sobre chuparse el dedo?

-Perdón tía-Se sacó el dedo de la boca mientras que se acurrucaba mejor en su pecho. Por mientras yo mimaba su pancita, cosa que la relajaba.

-¿Quieres que la tía Lolo te duerma?-La pequeña asintió muy levemente.

De inmediato me levanté del sillón con la niña en brazos mientras que la cargaba a la habitación de invitados. Camila me pasó una pijama que Taylor había dejado en el bolso y se la puse. Sin más la tapé con la manta y ella se dió la vuelta dandome la espalda, el silencio era casi absoluto de no ser por los ruidos de la calle, sus ronquidos se sentían suavecitos haciendo la escena aun más tierna.

Salí de la habitación dejandola completamente a oscuras y Camila cerró la puerta detrás de mí.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora