Capítulo 35

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Lauren Pov

Veinte semanas

-¡Te digo que ya se dió cuenta de que no eres la misma!-Fruncí el ceño.

-Pero todavía no puedo.

-Tiene que ser hoy, además, llevas la mitad del embarazo y ella no lo sabe, ¿Esperas a que nazca?

-¡Pues sería conveniente, Camila!-Resopló.

-¡Emily!-La llamó y ella vino corriendo.

-¿Sí, mami?

-Sientate, amor, tenemos que hablar-Mi hija había escuchado esa frase muchas veces. La mayoría estaban dirigidas a mí, o de mí para Camila. Lo único que tenía por seguro era que algo malo había hecho para que te dijeran así. Es el comienzo de muchas de nuestras peleas. Se sentó en el sillón y yo lo hice a su lado.

-¿Qué hice mal?-Preguntó. Ya a estas alturas cualquiera que me mirara con un poco de detenimiento vería que debajo de toda esa ropa holgada, que había utilizado los últimos cinco meses, notaría que estoy embarazada. Es inocultable.

-No, princesa, no hiciste nada. Nosotras necesitamos hablar contigo-Ella me miró suplicante. Tenía un almohadón encima de mi vientre, la acerqué y la envolví en un abrazo que me correspondió.

-Con mamá...vamos a tener un bebé-Se separó de forma brusca de mí mientras nos miraba con los ojos vidriosos.

-Emie, por favor escu...-De inmediato comenzó a llorar desconsoladamente.

-Monita-Camila la abrazó y Emily comenzó a golpear sus hombros para que la soltase.

-Emily no se pega-Camila la soltó y ella salió corriendo. Ahora estaba preocupada, sabía que tal vez no reaccionaría bien gracias a los idiotas que decidieron devolverla la primera vez.

Escuché un golpe contra el piso seguido de un llanto aun más fuerte que el anterior. Caminé los más rápido que pude para evitar caerme y mi hija lloraba en el piso. Camila quiso cargarla, pero la detuve.

La levanté del piso y la cargé como si fuera un koala, ella se sostuvo de mi cuello abrazandome como si su vida dependiera de ello. Hacía meses que no consentía a mi hija con algo tan simple como cargarla. Caminé de nuevo al sofa y me senté con ella aun en brazos.

Acaricié su cabello con calma mientras que sentía su respiración irregular en el hueco de mi cuello, donde se escondía de nosotras en ese momento. Apretaba mi camisa con fuerza. No puedo evitar que mis ojos se pongan llorosos por el momento.

Este hijo no va a separarme de Emily, por mucho que lo quiera, porque creo que eso es, creo que lo quiero. Besé su coronilla y sentí como algo dentro mío comenzaba a moverse. No sabía lo que era, pero algo estaba pasando en mi vientre. Luego de unos segundos me dí cuenta.

Mi bebé se estaba moviendo por primera vez. Era demasiado inquieto, parecía algo así como un pez que quería escapar de una red desesperadamente. Se siente... bien, me da ternura. Emily me miró con la cara roja e hinchada.

-¿Sabes que te amo?

-Sí-Sorbió su nariz-Pero yo no quiero irme.

-No te vas a ir a ningún lado, ¿Tú me amas como yo a tí?-Asintió-Entonces no te llevaré a ningún sitio en el que no estemos mamá y yo.

-Sí-La tomé de las mejillas y pegué nuestras frentes.

-Vas a tener un hermanito o hermanita, y vas a ser muy buena con él o ella, estoy segura.

-¿Tú quieres que yo lo cuide?-Miré a Camila por el rabillo del ojo. Tenía una sonrisa de oreja a oreja.

-Sí, por supuesto, con ayuda de mamá, pero cuando llegue, va a tener que aprender muchas cosas.

-¿Cómo qué?

-Todo, mi princesa, a hablar, a caminar, a jugar y muchas cosas más, ¿Estás dispuesta a hacerlo?

-Sí, mamá-Esa respuesta hizo que mi corazón se calentara y el bebé pateara aun más fuerte.

-¿Quieres sentir a tu hermanito o hermanita?-Ella asintió tímida. Subí mi playera dejando ver mi ya panza. Tomé sus pequeñas manitas y las apoyé en el lugar específico en el que estaba pateando.

-¡Se mueve!-Dijo con un tono de voz que demostraba sorpresa y terror al mismo tiempo.

-Claro que se mueve, está vivo-Me miró aterrorizada.

-Pero está aquí dentro-Señaló mi vientre.

-Sí, princesa. Está dentro y despierto, es que te quiere conocer.

-¿Y escucha lo que estamos diciendo?

-Lo escucha todo-Llevó sus manitos a su boca por la sorpresa.

-¿Todo todo?

-Todo todo-Sonreí.

-Me gustan tus dientes, mami, pareces un conejo-Reí, suele decirme eso. Cuando era pequeña me acomplejaban muchísimo, ahora es una de las cosas que me definen, y también que le encantan a mi hija-¿Le puedo contar un secreto?

-Claro-Ella se bajó de mi regazo y se acercó a mi vientre. El bebé se había calmado y dejado de patear. Hizo un hueco con sus manos y puso la boca dentro para contarle su secreto. Escuchamos en el completo silencio como susurraba algo, pero sin saber específicamente qué.

-¿Cómo se llama?

-Todavía no sabemos, monita.

-¿No les dijo su nombre?

-Nosotras tenemos que elgirlo-Emily se sentó a un lado de Camila y luego se recostó en su regazo.

-¿Y por qué?

-Nos lo pidió, tú nos puedes dar tu opinión si quieres.

-¡Sí!-Festejó emocionada. Dejé un beso en su mejilla que la hizo cubrir su cara con sus manos otra vez mostrando vergüenza. Ella extendió sus brazos a Camila para que la levantase. Ella la sentó en su regazo y le dió un abrazo por el cuello.

-Tú no te vas a ir a ningún lado, porque yo no te dejo.

-¿Y por qué no?

-Porque la niña de mamá no va a ir a ningún lado sin su mamá.

-¿Tú?-La señaló con el dedo índice.

-Sí, yo, ¿O mamá?-La miró confusa. Camila rió.

-De las dos-Respondió insegura.

-No, no. Solo mía-Camila comenzó a darle besitos por todo el cuello haciéndo que riese a carcajadas por las cosquillas. Emily se retorcía en su regazo mientras reía.

-¡Mami! ¡Ayuda!-Reí por su intento de salvación. La tomé de los brazos de Camila y la cargué-¡Gané!

-Eres una tramposa-Camila dijo con un tono chistoso para luego sacarle la lengua divertida.

-Sólo la ayudé.

-Tú también eres una tramposa-Se paró y besó mi labios de forma dulce.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora