Capítulo 8

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Lauren Pov

No sabía a ciencia cierta por qué estaba sentada en el sillón del living en casa de mis padres, ni siquiera sé cómo es que he llegado. Me levanté y caminé hasta la chimenea. Mis padres eran grandes fanáticos de encuadrar fotos y ponerlas por toda la casa.

Yo no soy tan así, alguna que otra me gusta, pero no al punto de que se transforme en una galería. El estante encima de la chimenea se adornaba de cuadros con fotos mías y de mis hermanos. Estoy segura de que tuvimos la infancia más feliz posible.

La puerta se cerró, interrumpiendo mis pensamientos, me giré buscando al culpable de mi desconcentración. Mi madre me observaba de brazos cruzados con una cara seria, una frío recorrió mi espalda de arriba a abajo. El nerviosismo me invadió de inmediato, ni siquiera tengo algo que esconderle.

-Tenemos que hablar-Esa sensación de frío volvió a desequilibrarme.

-¿Qué hay que hablar?

-De algo.

-Mamá, sé clara.

-Estoy harta de que me mientas, Lauren.

-Yo no te miento.

-¿Ah no? ¿Y cuando me ocultaste que te habían suspendido por dos semanas? ¿Y cuando me ocultaste que todos los viernes en vez de estar en casa de Ally te ibas de fiesta?

-Eso ya está en el pasado.

-¿Entonces por qué todavía me ocultas cosas?

-Yo ya no te oculto nada, mamá.

-No me mientas, Michelle, lo sé todo y necesito que me lo digas.

-No estoy mintiendo.

-Estoy harta de tener que averiguar las cosas por mí misma.

-Yo no te pedí que averiguaras nada.

-Pero soy tu madre, y tarde o temprano termino sabiendolo todo, Michelle.

-Pues si tanto sabes, ¿Cuál es el secreto del que hablas?-Estábamos cara a cara. Ella se seperó un poco de mí y bajó su mano, hasta la parte baja de mi abdomen.

-Lo escondes aquí-Tragué en seco-¿No es así?-El nudo en mi garganta no me permitía hablar de ninguna forma-¿Ahora no me dirás que es mentira?

-Mamá...

-¿Por qué no me lo dijiste?

-Yo no tenía nada que decirte.

-No quiero que sufras, hija. No quiero que tengas miedo, quiero ayudarte.

-Yo no necesito a nadie, más que a Camila y Emily-Metió la mano en su bolsillo y lo puso frente a mí.

-Esta prueba de embarazo es tuya. Primero, porque soy tu madre y te conozco más de lo que tú te conoces a tí misma, ¡Porque te he parido, Michelle! ¡Lo sé todo, no me puedes ocultar nada! Incluso aun sin ser tu madre, si uso la lógica, todo me lleva a tí.

-No es verdad.

-¿Me vas a decir que tu hermana es capaz de cometer el mismo error dos veces? ¿O que Camila de repente dejó de ser estéril?

-Mamá, por favor...-Me indicó que me callase.

-Ten cuidado, y cuida tu embarazo-Se dió la vuelta saliendo de la habitación.

-Lauren...-Me giré y me encontré con Camila-Estate tranquila, ya casi terminamos con esto-Volteé a ver el ambiente.

-¡Camila! ¡¿Por qué mierda estamos en la sala de partos?!

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora