Camila Pov
Diez semanas
Abrí mis ojos por la luz solar que entraba por el pequeño espacio que queda entre la ventana y la cortina. Emily dormía entre nosotras, anoche no se sentía muy bien del estómago, y sinceramente, prefiero consentirla en eso.
El brazo de Lauren pasaba por encima de ella dejándo descansar su mano en su pancita. Mientras que mi hija dormía placidamente abrazando mi antebrazo contra ella. Me desprendí con cuidado de no despertarla y acomodé su pelo detrás de sus orejas. Su cara parecía hinchada de tanto dormir, besé su coronilla con cuidado y ella se removió a penas dándose la vuelta para quedar en dirección a mi esposa.
Al sentir que se movió la precionó contra su pecho de forma protectora. Tomó su playera arrugandola con sus manos al aferrarse. Ambas dormían con los labios entreabiertos, lo cual se me hace lo más tierno del mundo. Aun no hablamos mucho del embarazo, por más que Lauren ya tenga más de dos meses y medio.
Lo entiendo, está asustada, es algo nuevo para ella, y no quiero precionarla. Está como una loca devorando libros y libros de maternidad, quiere estar lo más preparada posible. Yo solo creo que terminará por sobrecargarse de información y que eso la asuste más. Hace todo lo posible por ocultarselo a todo el mundo. No quiere ni siquiera tocar el tema, se pone incomoda.
No sé hasta que punto se está obligando a si misma a llevar este embarazo, y no quiero que sea así, pero cuando Lauren tiene miedo, no hay nada que la haga cambiar de opinión. Su playera del pijama estaba algo enrrollada dejando ver parte de su cintura. Crucé un brazo por encima de Emily y acaricié su abdomen con delicadeza.
-Lo-La llamé y ella parpadeó un par de veces hasta que despertó por completo.
-¿Qué sucede?
-¿Podemos hablar?
-Sí-Acarició el rostro de Emily y se incorporó-¿Aquí?
-Por mí es igual.
-¿De qué quieres hablar?
-¿Por qué no me dijiste que tenías nauseas?
-No quería preocuparte-Bajó la cabeza-Además, no vale la pena quejarme.
-Lolo...-Ella me miró apenada-¿Acaso no confías en mí?
-No, no, no es eso. Quiero que esto sea lo menos notorio posible, no quiero que te preocupes por mí, no hace falta que me consientas-Fruncí el ceño.
-Pero soy yo la que quieres que estés bien, ¿A qué le tienes miedo, Lauren?
-Son demasiadas cosas-Se encongió de hombros-No vale la pena.
-Vale la pena, y mucho, amor-Acarició el pelo de Emily.
-¿No crees que es hermosa?
-Por supuesto, pero quiero que dejes de evadirme.
-No quiero que sufras, ¿No crees que tal vez te amo demasiado y tengo miedo por los tres?
-¿Confías en mí?-Ella se quedó callada unos segundos y luego habló.
-Sí.
-¿Entonces por qué tardaste?-Emily se removió en su lugar.
-No empieces-Rodé los ojos.
-¿Confías en mí si te digo que todo estará bien?
-Es que no se trata de confiar o no, Camila, todo puede salir mal de un momento al otro.
-¿Y si intentas dejar todos esos miedos que tienes de lado y disfrutas del embarazo?
-Yo no soy como tú, no puedo simplemente no pensar en la consecuencias.
-Pero piensas en consecuencias de hechos que lo más probable es que no pasen.
-¿Y quién te asegura eso?
-Estás sana, y el bebé también, todo marchará bien.
-Estoy cansada de discutir contigo-Se levanto de la cama y dirigiendose al baño.
-Estás cansada de que no te dé la razón, Jauregui-Susurré para mí misma.
-Te escuché-Mierda. Emily abrió sus ojos despacio debido a la luz que entraba por la cortina.
-Buen día, dormilona-Ella se abrazó a mí-¿Te sientes mejor?
-Mami, quiero dormir-Se tiró a mis brazos y luego se acurrucó en mi pecho.
-¿Pero ya te dejó de doler la pancita?
-Sí-Susurró.
-Bueno, pero ya es tarde, debemos levantarnos-Dejé un beso en su coronilla y ella me miró con sus ojitos azules. Acaricié su cabello rubio mientras ella intentaba acostumbrar su vista a la luz en la habitación.
-¿Puedes jugar conmigo a las muñecas?
-Sí, amor, pero después de desayunar-La tomé en brazos y me la llevé a la cocina para poder preparar el desayuno.
Preparé una taza con leche con chocolate y tostadas para las tres. También el té de Lauren y mi café. Una de las cosas que menos le gustan es no poder tomar café, el embarazo no se lo permite.
Lauren salió del baño aun en pijama y besó la mejilla de Emily, que se encojió de hombros al no esperar el beso de su madre. Mi esposa se agachó a su altura y señaló su mejilla. Mi hija la tomó del rostro con ambas manos y dejó un beso sonoro en su mejilla.
-Buen día, mi princesa-Emily rió bajito.
-Hola, mami-Ella se sentó a mi lado quedando frente a la pequeña.
-¿Te sientes mejor?
-Sí.
-Me alegro-Se formó un silencio y yo comencé a untar queso en la tostada para Emily.
-Mamá-Llamó y la miramos-Mami-Señaló a Lauren con la mano abierta como le habíamos enseñado. Sí o sí necesitabamos demostrarle que señalar está mal, pero que a veces es necesario, y que hay una forma en la que no se ofende a nadie.
-¿Qué pasó?
-¿Por qué ya no tomas café como mamá?
-Porque el médico me dijo que no podía.
-¿Pero por qué?-Mi hija sin saberlo la estaba acorralando.
-Porque no, no lo sé todo, hija.
-Pero tú dices que todo tiene un por qué.
-Que lo tenga no quiere decir que lo sepa, Emily, ya está.
-Monita, mamá está de mal humor en las mañanas, y hay veces que si alguien no quiere contestar una pregunta o no sabe es mejor no insistir-Me dirjió una mirada furiosa.
-Perdón, mamá-Relajó su rostro y se volteó a Emily.
-Está bien, princesa-Le dí la tostada a mi hija y ella comenzó a comer.

ESTÁS LEYENDO
Recuérdame [CAMREN]
FanfictionCamila Cabello y Lauren Jauregui son una pareja casada la cual tiene un accidente de auto bastante fuerte. Gracias a esto una de ellas cae en coma, al despertar ya no es la misma. Para ambas será difícil volver a que las cosas sean como antes. Hay q...