Capítulo 60

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Parte 1 de 2

Lauren Pov

Entre sueños escuchaba gritos. Me levanté sobresaltada y miré a Camila a mi lado. La sacudí un poco hasta que conseguí despertarla.

-Camila, creo que se metió alguien.

-Voy por Selene.

-Yo por Emily-Abrí mi último cajón de la mesita de noche y tomé mi arma-Tú por el balcón yo por el pasillo.

Camila asintió y se escabulló por el balcón que compartían todas las habitaciones. De esa manera podía deslizarse por el piso sin ser vista desde fuera. Miré por encima de la baranda para ver si había alguien en el recibidor. Aparentemente nadie. Caminé descalza por el pasillo hasta la última puerta a la izquierda, la de Emily, un poco abierta. Los gritos provenían de ahí. Apresuré el paso y cuando abrí la puerta por completo encontré a mi hija semidesnuda con un hombre encima.

-¡Cierra la boca!

-¡Suelta a mi hija!-El tipo se dió la vuelta y se bajó de encima suyo. Sin duda era más alto que yo, más o menos metro noventa, su cabello era negro.

-O si no lo hago ¿Qué?

-Te reviento la cabeza a tiros-Él rió. Emily se tapó con las sábanas de su cama.

-Hazlo-Realmente no podía. Mi cabeza me taladra la cantidad de años de cárcel que me caerían en el mejor de los casos-No puedes.

-¿Qué quieres? ¿Dinero?

-No.

-¿Entonces?-Le dí una mirada a Emily ella se levantó en silencio y se dirigió a la puerta del balcón.

-Venía por dinero, pero sincermente prefiero quedarme con tu hija.

-Te daré todo menos a mis hijas.

-Quiero a la otra.

-Estás enfermo-Una cachetada llegó a mi mejilla. Estaba tan poco estable que con la fuerza que había empleado me había tirado al piso.

-¡Mamá!-Emily corrió hasta mí y me abrazó. El tipo la tomó por la cintura y la levantó. Apunté y disparé contra su hombro haciendo que mi hija cayera. La tomé en brazos y comencé a correr hacia abajo.

-¡Karla, banana! ¡Karla, banana!-Mientras bajaba las escaleras observé a Camila correr con Selene llorando en brazos hasta la habitación de emergencia. Corrí por el recibidor hasta que sentí el ruido de un arma detrás mío, de inmediato me derribó y caí al suelo intentando amortiguar un poco el golpe para mi pequeña. Levanté a Emily rápidamente.

-Mami, vamos.

-Corre con mamá, ¿Sí?-Ella asintió y comenzó a correr a la habitación de emergencia. El tipo comenzó a perseguir a mi hija, pero le disparé en la pierna. Miré mi pie sangrando e intenté levantarme. Me miró con prepotencia y comenzó a arrastrarse contra mí. Le apunté y él a mí-Déjame en paz.

-No pude con tus hijas lo haré contigo.

-Aléjate o te disparo-Sentada contra la comoda del recibidor intenté pararme mientras le seguía amenazando con el arma.

Él sonrió de manera realmente espeluznante, sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral. Me levanté lo más rápido que pude y comencé a andar lo más rápido que mi pie herido me permitía. Sabía que Camila ya había apretado en botón de pánico y así llamado a la policia, pero se estaban tardando. Se aprovechó de uno de los mueble para pararse y ahí sentí que era mi fin.

-Si te quedas quieta no te pasará nada. Desnúdate.

-No lo haré.

-Acercate o te vuelo la cabeza de un tiro-Con un nudo en mi garganta decidí que ya era hora de hacerle caso y confiar en que no me lastimaría. Tragué en seco y obedecí-Eso es, gatita.

-Por favor, no me pongas apodos-Quedé a un peligroso metro de distancia. Él acortó la distancia y puso su arma en mi frente.

-Ya sabes que está cargada, así que si das un paso en falso te mataré y luego iré por tu familia-Asentí-Dame tu pistola-Se la entregué y la puso dentro de sus pantalones-Ahora quitate la ropa si no quieres que nada te pase-Desabotoné mi camisa de pijama lentamente-¡Más rápido!-La quité y dejé mis pechos al aire. Nunca me había importando que alguien me viera desnuda, hasta ahora. La vergüenza me tenía consumida. Bajé mi pantalón y quedé con sólo ropa interior, me maldije internamente por haberme puesto algo tan provocativo.

-¿Listo?-Sentía mis ojos humedos, pero creo que esta es la solución para que se deje de joder.

-Arrodillate y luego tú sabes que sigue.

-Por favor no, cualquier otra cosa menos eso.

-Lo harás igual, gatita-Me tomó de la cintura y me apegó a él. Sentí su asquerosa erección a travez de su pantalón. Subió su mano hasta mi pecho y lo apretó, causandome dolor. De inmediato me quejé por ello, pero ni siquiera le importó. Me tomó del cabello y juntó sus labios con los míos, me resistí al comienzo intentando apartarme hasta que sentí el frío de su arma y de inmedito me forcé a mí misma a seguirle el paso. Puta policia. Cuando me soltó ya casi estaba por morir ahogada-Corré un poco los muebles y acuestate en la alfombra.

Hice lo que me pidió mi me recosté boca arriba en la alfombra. Sentía mis ojos llorosos, pero no sabía si derramando algunas lagrimas o volviendo a negar no me mataría o iría por las niñas. Se quitó la playera y luego los pantalones con su ropa interior. Me asqueé de sólo verlo al punto de casi vomitar.

Se sentó sobre mí y pasó su mano por mi torso entre mis pechos. Volví a tragar en seco. Lo sentía presionar contra mi sexo su... cosa. No puedo ni decirlo de la repulsión que me da. Lo peor es que sólo me separaba mi ropa interior. Se inclinó sobre mí y comenzó a chupar mis pezones. En ese preciso instante no pude contener más mis emociones y me desbordé en un mar de lagrimas.

Desde ese momento decidí, sin darme cuenta, que no le daría pecho a Selene nunca más. Observé que mi arma estaba a un lado de mi cabeza pero apoyada en el piso. Terminó de succionar mi pezón derecho, Camila no era tan bruta conmigo sin duda, estaba adolorida y lo único que quería era taparme y salir corriendo de ahí. Estaba en una especie de trance del que no podía salir, mis emociones y mi cabeza estaban bloqueadas.

-Arrodillate-Me levanté y obedecí, el tipo de paró y me tomó del cabello-Abre la boca-Con la última lagrima rodando por mi mejilla lo metió en mi boca. Estaba quieta, completamente en blanco, comenzó a tirar de mi pelo a su antojo, tocaba mi garganta dandome nauseas. El enojo me invadió por fin y mordí con todas mis fuerzas haciendolo gritar. Me liberé de inmediato, tomé el arma a mi lado y corrí lo más rápido que mi pie herido me permitió-¡Hija de puta!-El ruido del disparo me ensordeció, luego todo fue negro.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora