Capítulo 73

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Lauren Pov

Hoy vienen las niñas con mis padres a República Dominicana con nosotras. Estoy algo ansiosa porque para mí pasar una semana sin verlas es demasiado. Sé que Emily pudo aguantarlo bien, pero no sé Selene. Es una bebé muy independiente, pero de igual manera nosotras somos muy apegadas. Ya la había dejado dos días seguidos, o incluso tres, con sus abuelos, pero esta vez era otro nivel.

Mientras las esperábamos, Camila charlaba por teléfono con mi madre para poder lograr encontrarnos. Me giré y me encontré con Selene llorando mientras venía corriendo hasta mí. Acorté la distancia entre nosotras y la alce en brazos. Ella comenzó a llorar en mis hombros y observé que el resto de mi familia venía caminando detrás.

-¿Qué pasó, bebé?

-Te extrañaba-Dijo mi madre-Tuvo sus momentos en los que ya se ponía a llorar con sólo mencionarte.

-Es lógico. Yo también la extrañé-Comencé a acariciar su cabello intentando calmarla, luego de unos segundos lo conseguí-Hola, mi amor-Emily me abrazó por el cuello, aprovechándo que estaba agachada.

-Hola, mami-Me dió un beso en la mejilla, me abrazó y se fue con Camila. Selene me miró con sus ojitos aun un poco llorosos; limpié sus mejillas y dejé un beso en su frente.

-Prometo que te quedarás conmigo todo el tiempo que tú quieras-Ella asintió y se apegó a mi pecho. La alcé y rodeó mi cintura con sus piernas-¿Cómo se comportaron?

-Bien, la chiquita es un poco rebelde, pero lidiamos contigo, y hasta ahora ni la mini Lauren ha logrado superarte.

-Me alegro.

Tomamos un taxi hasta el hotel y mis padres habían reservado una habitación al lado nuestro. Nuestra habitación tenía dos camas matrimoniales, ya que no había una con cama para niños, así que durante esta primera semana sólo ocupamos una. Decidímos que las niñas dormirían juntas en una sola.

Si llegara a suceder que están a punto de matarse, pero no creo, Selene y yo dormiríamos juntas y Camila con Emily. Más que nada por un tema de comodidad y afinidad de ellas. Selene cayó dormida en mis brazos, ya que era bastante temprano, mi padre me dijo que le había costado bastante dormir durante el viaje. En algún punto imaginé que le sucedería.

Cuando llegamos fuimos a desayunar todos juntos y luego aprovechamos para que todos terminaran por instalarse. Eran las diez de la mañana y la bebé seguía durmiendo en mi cama, abrazada a la almohada que había utilizado la primera semana. Emily y yo jugábamos todavía con sus muñecas.

-¿No tienes hambre, princesa?-Peiné su cabello rubio que habíamos dejado crecer hasta su cintura, a su pedido.

-Sí, quiero que Selene deje de dormir.

-¿Por qué?

-Porque quiero comer, y ella dormir-Emily se levantó del sillón y caminó hasta donde su hermana-Despiertate, mocosa.

-¡Hey! Más respeto.

-Levántate, pedazo de cosita chiquita.

-Así está mejor-Me giré a ver a Camila que salía del baño con sólo su ropa interior puesta. Buscó ropa en su maleta y se vistió.

En algún momento Selene despertó, y cuando vió a su hermana le gritó. Suspiré cansada, estas dos no hacen nada más que pelearse todo el tiempo, me tienen harta, y pensar que quería otro hijo más. Me hubiera arrepentido el triple seguramente.

Las tuve que separar y retar, pero a la cabecita rebelde llena de rulos le importó un culo todo mi sermón, en esto se va mi día. Las extrañaba tanto, y ahora, dos horas después las mandaría a las dos en una maleta de nuevo a San Francisco.

A veces me pregunto cómo mierda hace Ally, yo pierdo la paciencia en minutos y ella cría a sus hijos a base de mimos y abrazos. Los niños obedecen, en cambio con ellas me cuesta todo el doble, Emily se me salió del carríl en cuanto Selene comenzó a manifestar su rebeldía.

Cuando sean adolescentes querré matarme, estoy segura de ello.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora