Mentiras

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Lauren 45
Camila 44
Selene 17

Omnisciente Pov

Heather se apegó a Selene por detrás. Cruzó su brazo por su cintura. La castaña se acomodó mejor en su lugar y continuó durmiendo. Acarició su brazo, y al notar que su novia no se inmutaba, acarició su torso. Una descarga la recorrió, pero lo ignoró.

-Sele...

-Sabes que no me gusta que me digan así-Acarició su cabello y lo peinó un poco.

-Sel, ¿Cómo dormiste?

-Un poco apretada-La rubia borró su sonrisa. Se incorporó en la cama, dejándo sus pechos a la vista.

-Si quieres me voy-Selene abrió los ojos, se dió la vuelta y la miró.

-Yo no quiero que te vayas, nubecita-Se sentó en la cama y la abrazó por la cintura-Tengo sueño.

-¿Por qué no eres cariñosa conmigo?

-No empieces. Sabes que soy una persona fría-La rubia bufó. La ojiverde se acomodó y ella se sentó en su regazo con una pierna a cada lado de las suyas.

-Te he escuchado muy pocas veces decirme que me quieres.

-¿Quieres que te diga que te amo?

-Sí.

-¿Quieres que realmente lo sienta cuando te lo diga? ¿O prefieres escucharlo de mi parte como la frase más usada por la humanidad?-Se quedó en silencio-Entonces quieres que sea sincero.

-Pero ni siquiera cuando estamos así me lo dices-Bufó.

-Yo soy así, nube. Si no te gusta, ve con alguien más que te lo diga cuando y como tú quieres.

-No, no-La abrazó por el cuello, y la ojiverde la rodeó por la cintura-Yo sólo te quiero a tí.

-Así me gusta-Bajó sus manos a su culo y lo apretó, clavando sus uñas en él. Heather suspiró de forma pesada y Selene dejó un beso en su mandibula. Intentando hacerlo lo más románticamente posible, comenzó a besar su cuello, bajando hasta sus pechos. La rubia hizo una coleta con su cabello y lo ató con la liga en su muñeca, siempre llevaba una. Comenzó a chupar sus pezones hasta que su novia la interrumpió.

-No...-Subió la mirada-Me toca.

-¿Qué te toca?

-Complacerte.

-Déjate de estupideces y disfruta-Acercó su cabeza a sus pechos nuevamente, pero al no ver la cara de aprobación de su novia, se alejó-¿Tantas ganas tienes?

-Ya se cicatrizaron los piercings del todo, ¿Verdad?

-Hace como dos meses-La rubia sonrió.

-Entonces recuestate y disfruta-Selene reboleó los ojos y se recostó sobre la cama. La rubia se inclinó y comenzó a besar sus pechos mientras que con su otra mano acariciaba sus pliegues.

-Heather...

-¿Qué, gobernada?

-Sigue...-Metió su pezón a la boca y el sabor metálico del piercing le daba un toque distinto a la escena. Pasó la lengua y la castaña gimió. Lo tomó entre sus dientes y mordió despacio. Con su otra mano, hacía circulos encima de su clítoris, mientras sentía como sus fluídos volvían a manchar las sábanas como la noche anterior.

-¡Selene, Heather!-La pirmer amencionada, se sentó en la cama y suspiró. Acercó a su novia y la besó de forma profunda. Luego se levantó y comenzó a vestirse. Rogaron para que pudieran dormir juntas en la misma habitación, pusieron la condición de que dormirían en camas separadas. Tanto Lauren como Camila sabían que Selene no cumpliría.

-¿Cuándo le dirás a tu mamá del piercing?

-No tengo por qué decirle, es mi cuerpo. Puedo perforarme tanto como yo quiera y a ella no debería importarle.

-A mí me daría miedo perforarme el pezón-Lauren no era tonta, y las paredes en esa casa no eran gruesas precisamente. Así que ella escuchaba todas las conversaciones nocturnas, y todo lo que eso conlleva. Sobre todo se escuchaban las conversaciones, cuando estaba detrás de su puerta.

-No te preocupes, sólo duele un momento cuando te lo hacen. Luego sólo cuanto te roza mucho con el sostén. Por suerte es fácil de esconder.

-¿Cómo es eso de que te hiciste un piercing en el pezón?-Lauren había prácticamente echado a Heather de su casa. Ella y Selene estaban sentadas en su habitación mientras que la castaña se hacía la desinteresada. Aunque sabía que era sólo una pequeña actuación, y su hija no era disimulada, así que notaba el miedo en sus ojos.

-¿Qué dices, mamá? Estás loca.

-Te escuché hablando con Heather.

-¿Y por qué tú escuchas mis conversaciones con mi novia?

-Tú cierras la puerta, yo me paseo por mi casa y las paredes son finas, ¿Cuándo te lo hiciste?

-Yo no me hice nada.

-Muéstrame entonces-Suspiró. Ahora sí que no tenía escapatoria.

-No quiero.

-Soy tu mamá, muéstrame si es que no tienes nada-Levantó su playera. Luego su sostén y dejó a la vista unos segundos su pecho-¿Por qué no me dijiste?

-No me ibas a dejar.

-¿Quién te lo hizo?

-No tengo idea, en una tienda cerca del centro de la ciudad.

-¿No te pidieron documento?

-No.

-¿Ni concientización del mayor que está a tu cargo?

-No.

-Entonces tienes un documento falso.

-¿Qué? No.

-Mira, Selene, soy abogada, como tú bien sabes. Ningún negocio que sea legal y tenga todos los términos de seguridad e higiene, está en el medio de la ciudad y hace las cosas como se le da la gana. Así que quiero que dejes de mentirme.

-Yo no te miento.

-¿Crees que yo no me dí cuenta de que sólo desordenaron el colchón que puse para que Heather durmiera?

-¿Tienes cámaras?

-No me respondas, ¿Tú me crees estúpida como para que no me dé cuenta de que se la pasan la noche cogiendo como conejos?

-No.

-Estoy cansada de que me tomes por idiota. Sé todo lo que haces porque te conozco, ¡Yo te parí!-Rodó los ojos-Y también porque las mismas cosas que tú haces creyéndote original y que nadie te descubrirá, yo lo hice hace como veinte años cuando tenía tu edad-Selene se quedó callada.

-Perdón.

-A veces el perdón no soluciona todo, Sele-Sin más se paró y se fue.

-Sele no me gusta, Sel, o Selene. Nadie lo entiende.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora