Capítulo 12

846 39 0
                                    

Camila Pov

-Camz...¿Ya estás lista?-Lauren se recostó en el marco de la puerta observandome de brazos cruzados. Vestía su tan clásica chaqueta de cuero negra.

-Sí, Lolo-Dejé el peine en el lavabo y me dí la vuelta-Lista.

-Vamos-Sin más salimos del apartamento y bajamos al loby-¿Quién conduce?

-Yo lo haré nena.

-Bien-Se subió del asiento del copiloto-Pero antes de irnos necesito preguntarte algo.

-¿Qué ocurré?

-¿Te sientes bien? Tú sabes con todo el tema de las nauseas y eso. No quiero que te marees en el viaje y te sientas mal.

-Por ahora sí, cualquier cosa yo te digo. ¿Sabes algo?-Encendí el auto.

-Sé muchas cosas-Arranqué.

-Hoy en la mañana no he sentido nauseas para nada.

-Eso es una muy buena noticia.

-¿Tú qué crees que sea, Camz?-Sus ojitos brillaban de emoción cada que hablábamos sobre cualquier cosa relacionado con el bebé.

-Una niña, estoy más que segura.

-Yo siento que es varón.

-Ya veremos en tres semanas.

-Ay es que no aguanto la duda, Camila, quiero saber.

-Yo también.

-Y aun no tenemos nombres.

-Por favor no te vuelvas loca.

-Ya lo estoy-Dijo mirandome con una sonrisa-Por , por uno más entre nosotras no cambiará mi locura mucho, ¿No?-Reí.

-Te amo.

-Yo a . ¿Cuándo crees que será oportuno hablar de nombres?

-Sinceramente no tengo idea, creo que hasta que sepamos el sexo.

-¿Tú tienes algo en mente?

-Algunas opciones, ¿Y tú?

-Un millón y medio para proponerte-Reí nuevamente por su ocurrencia.

Nuestro apartamento está en una avenida y el cine desgraciadamente queda algo lejos, así que ir es un pequeño viaje.

Lauren iba con una sonrisa mirando por la ventana, estaba completamente fresca y se le notaba de buen humor. Podía casi sentir su perfume.

Frené en varios semáforos, y este no fue la excepción. Esperé pacientemente, a diferencia de mi acompañante, que cambiara de color. Una vez que marcó el verde, miré hacia ambos lados.

Avancé prestando atención a absolutamente todo. Cuando estaba a la mitad de la calle de la nada un bus se cruzó por delante nuestro.

Sentí el cinturón ahorcarme y mi pecho golpear contra el volante. En segundos no más el airbag se disparó, lanzandome contra el asiento.

Miré a Lauren un segundo, estaba tendida sobre el vidrio y su cabeza tenía una pequeña herida. Pobrecita, fue mucho el golpe para ella, tanto que se desmayó.

Esperé unos segundos y el airbag de su lado no parecía funcionar. Intenté moverme para ayudarla a incoporarse, pero todo me dolía, y para colmo mi airbag no me deja hacerlo tampoco.

Sentí mis parpados muy cansados y entonces los cerré.

La presión en mi pecho la garganta cerrada me despertaron de inmediato sobresaltada. Me estaba ahogando dormida, tosí un par de veces y miré a mi alrededor. Todo estaba en calma, la pantalla de mi celular marcaba diez minutos antes de que mi alarma suene. Simplemente me levanté y me duché. Hoy es lunes.

Preparé el desayuno para ambas y una Lauren malhumorada apareció por el pasillo.

-Buen día Laur, ¿Quieres café?

-Sí, por favor, con leche, pero solo...

-Debo contar dos segundos mientras la dejo caer, lo sé nena, lo recuerdo-La interrumpí, es algo quisquillosa con la comida. Ella me sonrió de lado.

-¿Gracias?-Se sentó y bostesó una vez más. Puse la taza frente a ella y dejé mi desayuno en mi lugar junto con un vaso de agua y mis pastillas. Sin dar más vueltas me senté-¿Qué tomas?

-Café, ¿Por?

-No, No. No me refiero al café, pregunto por las pastillas.

-No son nada.

-¿Hay alguna razón por la qué no pueda saber?

-Simplemente no quiero.

-Por favor díme.

-Luego dirás que me hago la víctima y la pobrecita, solo porque te cuento lo que he pasado por tí.

-¿Esas pastillas tienen que ver conmigo?

-Son antidepresivos-Las metí a mi boca junto con un buen trago de agua y las tragué-¿Feliz?

-¿Realmente estás así?

-Sí, perdón.

-No pidas perdón-Me quedé en silencio-Oye.

-¿Sí?

-¿Soñaste algo?

-¿Por qué lo dices?

-Anoche hablabas sola y preguntabas por mí.

-Nada...

-Algo debe ser.

-Es que soñé con el accidente.

-Oh-Miré el la hora en el celular.

-Ya debo irme Laur.

Me paré de la mesa y fui por las cosas que me flataban. Sin más demora bajé, me subí al auto y comencé a manejar a la oficina.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora