Capítulo 16

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Emily Pov

-¿Recuerdas lo que dijo mamá, Emie?

-Sí, mami-Ella me cargaba sobre su cadera antes de dejarme en la escuela. Aun no estoy segura de si quiero estar aquí, pero ellas me dijeron que no podía quedarme en casa.

-Te viene a buscar mamá.

-¿Y tú cuándo vuelves?

-Luego de tu siesta estaré en casa probablemente.

-¿Y sino estás?

-Le pides a mamá que me mande un mensaje para que te quedes más tranquila-Peinó mi flequillo y lo puso detrás de mi oreja. Ella dice que es muy complicado atarlo a mi pelo.

-Está bien-Me bajó y me dió mi mochila.

-Te amo, bebé. Ten un buen día-La abracé por el cuello porque estaba a mi altura.

-Yo más, mami-Acaricié su pelo como ella hace con el mío. Luego de eso se fue.

Mis mamis trabajan mucho y no pueden faltar a sus trabajos, por eso debo ir a la escuela. Ellas dicen que también necesito amigos, yo no quiero amigos. Hoy mamá tenía unos jeans, una camisa y unos tacones. Algún día usaré tacones yo también.

Abracé mi unicornio más fuerte y Helena me miró desde lejos con una sonrisa, pero no de esas sonrisa bonitas que te ponen feliz a tí también, de esas que las ves y sabes que la otra persona quiere que tú te sientas mal. No me gusta. Ella caminó hasta a mí aun con esa sonrisa.

-Hola Emily.

-Hola Helena.

-¿Hoy quién vino a dejarte?

-Mi mamá.

-¿Esa es tu mamá? ¿Y la otra señora de ayer?

-Las dos son mis mamás-Fruncí la cejas.

-Solo puedes tener una-Pensé un momento en lo que mamá me dijo ayer.

-Mis mamás son dos y no están mal. Además, ellas me quieren mucho.

-No estoy muy segura de que ellas te quieran.

-Pues sino me quisieran, no me hubieran adoptado. Tal vez son tus papás los que no te quieren a tí-Helena quitó esa sonrisa fea de su rostro y me miró triste.

-¡Mi mamá y mi papá sí me quieren!-Me gritó.

-No estoy muy segura de eso-Respondí de la misma manera que ella había hecho. Ella comenzó a llorar y se fue corriendo con la maestra Sol. Es una tonta.

-Hola-Alguien tocó mi brazo asustandome.

-Hola.

-¿Quieres ser mi amiga?

-Sí, ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Louis-Era un niño de pelo castaño y ojos azules como los míos-¿Tú?

-Me llamo Emily.

-Me gusta tu nombre.

-A mí el tuyo-Reímos al mismo tiempo-¿Por qué Helena te estaba molestando?

-Ella dice que está mal que tenga dos mamis-Me encojí de hombros-Es tonta.

-Demasiado tonta, yo tengo dos papás-Dijo orgulloso.

-¿En serio?

-Sí, ellos son lo mejor del mundo.

-¿A tí te adoptaron también?-Me miró confundido.

-No, no sé cómo.

-Oh.

-¿A tí no?

-No. Tengo una mamá que me tuvo en la barriga y que me dejó en un lugar. Luego vinieron mis mamis y me adoptaron.

-No conozco ninguna niña que tenga una historia tan buena como la tuya-Le sonreí-Eres especial.

-Mis mamis dicen que sí.

-Me gusta tu unicornio, si quieres podemos jugar con mis autitos.

-¿Tienes autitos? Me encantan los autitos.

-Sí, me encantan. ¿Tú tienes?

-No, me dijeron que no son juguetes para niñas.

-¿Pero quién dijo que eran de niño?

-No lo sé, juega conmigo por favor-Tomé uno de sus autitos de color rojo-Jugaré con este si te parece bien.

-¡Claro que sí!-Dijo emocionado.

Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana y comenzamos a jugar a los autitos. Antes dejé mi unicornio en mi mochila para que nadie pueda tomarlo, no quiero que nada le pase. Louis me cae bien, es un buen niño. Él acomoda mis coletas cada que se lo pido, y yo peino su cabello también cuando se le desordena.

Es un niño bastante bueno y tierno. Me ha ayudado con todos los juegos si no los comprendían. Creo que esto era lo que mamá quería, que yo tuviera amigos. Es lindo, creo. Al menos Louis es lindo.

A la hora del desayuno compartí con él mi merienda, como ayer, mamá me dió dos de cada uno. Louis también me compartió de lo suyo, a pesar de que solo tenía para él solo.

No quise prestarle mi unicornio, no quiero hacerlo. No se lo prestaré a nadie, es especial para mí. Cuando mis mamás no están y necesito algo de ellas, mi unicornio me recuerda a ellas. Louis me dijo que estaba bien, mamá también piensa lo mismo. No entiendo como es que Helena se enojó porque no se lo presté y Louis no. No debo prestar todo sino quiero, pero sí debo aprender a compartir, eso dice mamá.

Ayer no podía dejar de pensar en mis mamás y cuando vendrían a buscarme. Hoy no fue así, hoy me olvidé un poco de ellas. Estoy cansada de tanto jugar con Louis, y tengo hambre. Eso significa que cuando vuelva a casa, comeré con mamá Lolo, dormiré un rato y cuando despierte mamá Camz también estará en casa.

Ellas se llaman así, no les molesta que yo les diga así para poder diferenciarlas, pero no dejan que el resto les diga así. Por ejemplo, la abuela llama a mamá ratoncita, a veces ella me dice monita de cariño. Según ella soy un mono porque me encanta dormir en su pecho. ¿A quién no le gusta? Ambas me abrazan y me hacen caricias en el cabello.

Además es cómodo dormir en sus pechos.
Quiero ser grande para ser como ellas, voy a ser mucho más linda, tendré muchos amigos como ellas y mucho dinero para juguetes. Todavía no he conseguido un plan mejor para cambiar ese.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora