Capítulo 29

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Lauren Pov

Seís semanas

-Buen día.

-Buenos días-Respondimos las dos al unisono.

-¿Quién de ustedes es Lauren?

-Yo.

-Bien, me presento, soy el doctor Smith, las acompañaré durante todo el embarazo-Asentí y él estrechó mi mano y la de Camila a manera de saludo-¿De cuánto estás?

-Seís semanas.

-¿Eres mamá primeriza?

-Tenemos una niña de cuatro años que adoptamos, íbamos a tener un bebé hace un par de años, pero lo perdimos.

-Lo siento por eso, al menos ya sabes lo que se siente.

-No, en realidad no...-El doctor me miró confundido-Es una historia muy larga, no lo recuerdo.

-Bien, acuestate en la camilla, haremos el primer ultrasonido. Si quieren al final de la consulta podemos resolver dudas.

-Está bien-Camila respondió por mí. Me paré del asiento frente al escritorio y caminé hasta la camilla. Me acosté como el obstetra me había pedido.

-Por favor levanta tu playera y desabrocha tus jeans-Los nervios me invadieron de inmediato. Alcé mi playera hasta debajo de mis pechos y desabroché mis jeans como me había pedido. Él tomó un bote con algo dentro y se dispuso a acercarlo a mí. Puse ambas manos encima de mi vientre-Tranquila, es para que pueda pasarte la máquina que hace el ultrasonido. Solo está frío-Tragué en seco.

-Perdón...es que le tengo mucho cariño a mi bebé-Mentí. Bueno... no del todo, solo que no voy a decirle que tengo miedo. El doctor colocó una especie de líquido transparente encima de mi vientre bajo y puso la máquina encima.

-Tranquila, Lolo-Camila tomó mi mano y la acarició. Cerré los ojos suspirando de forma pesada.

-Miren, eso que se ve aquí es su bebé-Podía intuir que estaba señalando la pantalla. La mano de Camila apretó aun más la mía.

-Mira, mi amor-Abrí los ojos observando la pantalla. Dios mío, esto ya no tiene vuelta atrás.

-¿Eso es?-Pregunté.

-Sí.

-Es demasiado pequeño.

-Bueno, Lo, ya crecerá.

-Por ahora parece estar todo bien-Retiró el aparato de encima de mi vientre. Me extendió un papel para que pudiese limpiarme el gel que había utilizado. Limpié la zona y volví a poner mi ropa como corresponde-¿Tienen alguna duda?

-¿Tiene algún libro que recomiende?

-Pues en realidad no sé hasta que punto te resultará útil leer libros sobre maternidad. Los embarazos son todos distintos, Lauren-Se colocó unos lentes de lectura mientras que se sentaba en su escritorio-Al igual que los partos. Aunque leyeras todas las experiencias de todas las madres en este mundo no te daría la información que necesitas sobre tu embarazo.

-Comprendo.

-Aunque puedo recomendarte este-Anoto en un post it un nombre de un libro-Creo que tiene bastante información general. Sino te convence puedes comprar o incluso alquilar otro-Camila tomó el papel y lo guardó en su bolso.

-Gracias, doctor Smith.

-No hay de qué señoras Jauregui. Programaremos una consulta para dentro de quince días, es lo mejor para seguir de cerca el embarazo, sino puede ser una por mes.

-No, no, una cada dos semanas está bien.

-Igualmente pueden pedirle a mi secretaria mi número, por si quieren escribirme.

-Está bien-Salimos del consultorio y largué el aire en mis pulmones.

Salimos de la clínica de camino al auto. Sé que en este hospital Ally tuvo a Julian, su último hijo. Emily está con ella y Troy, afortunadamente logró llevarse bien con los mellizos. No le hemos dicho nada aun, yo sé que Camila quiere que lo diga yo, sólo que no puedo. Tal vez mi cabeza esté negada por tantos años en los que me resistí a un embarazo. Tengo miedo de todo esto.

Camila simplemente no superó del todo su trauma, así que prácticamente me obliga a ir detrás cuando ella maneja. Igualmente, tampoco quiere que yo maneje, prefiere hacerlo ella. Algo que jamas aceptará es que tengo mejores reflejos frente al volante que ella, es una realidad, pero es muy orgullosa para admitirlo. Su mirada estaba tan concentrada en la carretera que ni siquiera miraba por el retrovisor como suele hacer cada dos minutos.

Acaricié mi vientre con cuidado. Solo van seís semanas de cuarenta, treintitres más y seré libre. Suena horrible que le esté poniendo una cuenta regresiva al bebé, pero no puedo imaginarme con una panza del tamaño de un melón o una sandia. Simplemente es mucho para mí. Solo deseo que este embarazo no sea complicado.

-Llegamos, ¿Estás bien?

-Sí-Mentí otra vez, el auto comienza a marearme, antes no era así.

-¿Segura?

-Te dije que sí-Dije cortante. Ella frunció el ceño-Perdón, no quise hablarte así.

-Está bien.

Nos bajamos del auto y tocamos el timbre de la casa de Ally. A los segundos ella abrió y nos dejó pasar. Los pasos rápidos de los niños se hicieron presentes y Emily vino corriendo hacia nosotras. Me arrodillé en el piso y ella me abrazó por el cuello como es costumbre. Acaricié su cabello con calma.

-Hola, mi amor-Le susurré.

-Hola mami, te extrañé-Dijo sincera.

-Yo también, mi princesa-Me separé y peiné su coletas ordenandolas un poco mejor-Te amo-Mis ojos comenzaron a arder y su mirada se tornó preocupada.

-¿Qué te sucede, mamá?

-Nada, Emie. Sólo... te amo mucho-Ella sonrió.

-¿Lloras porque estás feliz?-Asentí y ella limpió mis lágrimas con sus pequeñas manitos torpemente-Yo también te amo, mami-Besé su mejilla de forma sonora y luego Camila le proporcionó un beso como el que yo le había dado en la mejilla también. Después de eso volvió a salir corriendo en busca de los mellizos.

-Hola, Ally-Refregué mi ojo. Le dí un beso en la mejilla.

-Hola Laur, hacía mucho tiempo que no te veía llorar.

-Lo sé-Reí-Perdón.

-No te preocupes, creí que podías soportar un par de horas sin tu hija.

-Yo también lo creía-Camila saludó a Ally con un beso en la mejilla.

-¡Niños, vengan a saludar a sus tías!-Mía y Aaron vinieron corriendo por el pasillo. Nos envolvieron a ambas en un abrazo, son un amor de personas sin dudas.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora