Capítulo 27

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Lauren Pov

La pequeña Mía entró al departamento corriendo ni bien había abierto la puerta, por supuesto, seguida por su hermano. Este intentaba alcanzarla.

-Quietos-Habló Ally con calma y ellos obedecieron.

-¿Cómo demonios haces eso, Allyson?

-No lo sé.

-Yo sigo pensando que es medio bruja-Troy se ganó un codazo por parte de Ally. De inmediato se escuchó como Robin saltaba de mi cama para venir corriendo hacia los mellizos. Estos lo abrazaron mientras que el perro lamía sus caras en una muestra de cariño.

-¿Y no saludan a sus tías?-Pregunté fingiendo un puchero. Camila cerró la puerta detrás de Ally y Troy. Mía seguía imnotizada con Robin quién también estaba inmerso en la ella. Esta acariciaba su cabecita con ternura mientras que el perro se acurrucaba en sus piernas. Aaron en cambio me abrazó con afecto pidiendo además que lo cargase.

-Bien, disculpen, pero debemos irnos chicas.

-Está bien Ally, si surge algo nos llaman y ayudaremos en lo que sea necesario-La más bajita sonrió.

-Gracias-Sin más se fueron. Besé la mejilla de Mía que seguía concentrada en jugar con Robin. Ya hacia un par de meses que habíamos adoptado al cachorro, era un pastor alemán, por suerte muy obediente y juguetón. Sin duda mis sobrinos estaban enamorados de él.

Finalmente Mía salió de su trance y nos dispusimos a jugar prácticamente a los que los niños querían. Debíamos matar el tiempo, estábamos haciéndole un favor a Ally. Debía ir a la que sería su última consulta por su bebé, ya eran treinta y nueve semanas de espera por Julián. Ella tenía un cesária programada la cual se había atrasado. Los mellizos tuvieron algunos problemas a la hora de nacer, así que lo más sencillo fue que le los sacaran así.

-¿Quieren ver una película, niños?

-Sí-El cachorró comenzó a ladrar feliz para luego acomodarse enfrente del sillón. Cada uno dejó su mochilita en la habitación de invitados y volvieron corriendo. Puse Netflix e intentábamos que se pusieran de acuerdo en que ver. Por supuesto, al ser de distintos sexos y completamente distintos en personalidad era realmente difícil llegar a un acuerdo.

Mía quería ver algo que tuviera que ver con las princesas y Aaron que tuviera que ver con héroes. Solo los unía el físico y la sangre, sin duda eran difíciles de consentir de manera equilibrada a ambos. Finalmente, llegamos al acuerdo de que veríamos primero la película de las princesas y luego la de los superhéroes.

-No te puedes dormir, Aaron-La pequeña se dirigió a su hermano.

-Entonces tú no te duermas en la mía-Sonreí.

Mía estaba recostada en mi pecho mientras tomaba de su vaso con popote el jugo de naranja. Estaba más que tranquila, eran aproximadamente las 10 am, había tiempo para todo. Acariciaba sus mechones color castaño claro, sin duda tenía el pelo heredado de su madre. Sus ojitos azules observaban con atención la televisión mientras que se abrazaba a mi brazo.

Aaron era exactamente lo mismo, descansaba sobre el pecho de Camila mientras también abrazaba su brazo. Por más que no o quisieran, los mellizos tenían demasiadas similitudes. Este refregó su ojito mientras que jugaba con la mano de Camila. Podía distinguir la mirada cargada de amor que le dedicaba la morena a su sobrino.

Los niños no tenían ni la menor idea que por fín su hermano nacería ese día. Para ellos era simplemente una visita a lo de sus tías. Mía había perdido ese rechazo a su nuevo hermano. Sus padres indagaron más profundo para saber de dónde venía ese problema. Resultó ser que una de sus amiguitas que había tenido un hermano menor le había dicho que ya sus padres no le dan atención y que ya no jugaban con ella. Algo completamente lógico, un bebé demanda demasiada atención y si solo ignoramos el trabajo, las obligaciones, el tiempo que eso consume, etcétera.

Mía sabía perfectamente que desde el día en el que había llegado al mundo no sería jamas el centro de atención por tener un hermano mellizo. En la cabeza de la pequeña tener que dividir la atención de sus dos padres entre otro hermano más le aterraba. En su pequeña mente de cinco años comprendía que tal vez, y solo tal vez, podría llegar a ser ignorada por sus padres.

Como Ally siempre menciona, ella es la princesa de la casa, consentida por todos. Su padre, su madre e incluso su hermano. A diferencia de ella Aaron requería menos atención, se sentía más independiente que ella, además de no ser tan cariñoso. La pequeña de ojitos azules no quería perder ese trono que había formado a lo largo de los años.

Aaron estaba exausto y aburrido de ver la película de princesas, su hermana, en cambio, maravillada completamente. Abrazaba con entusiasmo mi brazo cada que algo sucedía. Sin duda las películas habían cambiado completamente, evolucionado incluso. Sin referirme a la animación, los conceptos eran completamente distintos.

Cuando yo era pequeña las princesas se metían en problemas esperaban a que un hombre los resuelva por ella, por supuesto estaba más que dramatizado para los niños. Las princesas de la película de mi sobrina casi no incluyen hombres, es decir, los hay como en cualquier película, pero son completamente secundarios.

Estas princesas querían marcar su historia, dejar una huella, que todo el mundo supiera de ellas por todo lo que habían arriesgado por su cuenta para cumplir sus metas. Ellas no necesitaban ningún hombre en su camino, se valían por si misma. Realmente se me estruja un poquito el corazón al ver a mi sobrina con esas metas. Me hubiera encantado poder esos ejemplos de princesas a su edad.

Creo que en realidad es lo que cualquier niña necesita, porque cuanto más crecen, más cerca de la realidad están. Lastimosamente ningún hombre, ni nadie, vendrá a su rescate para todos sus problemas. Es una bofetada que te da la vida en algún momento, ¿No? Al menos si creces con esas expectativas.

Al cabo de un rato terminó la película y preparamos el almuerzo. Comimos mientras veíamos la película de Aaron, sinceramente nunca he visto ese tipo de películas para niños así que no sé realmente si hayan cambiado o no. Luego recibí una llamada de Troy.

-Hola Lauren.

-Hola Troy, ¿Cómo está todo?

-Bien, hace ya un par de horas que estamos con Julián, Ally está exhausta, pero ya estamos acomodados, por si quieren traer a los niños a conocerlo.

-Dejá descansar a mi amiga-Dije en tono de broma-Hace un rato terminamos de almorzar, ahora estabamos jugando a una mezcla de muñecas encima de los hotwheel's-Rió del otro lado de la línea.

-Los niños son ocurrentes, en mi infancia no me le hubiera acercado a mi hermana para jugar ni loco.

-Yo tampoco jugaba con Chris, y despreciaba a Taylor, quién diría que hoy por hoy nos amamos.

-Exacto. Vamos a esperarlos, avisen cuando vengan.

-Está bien, nos vemos-Corté la llamada

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora