Capítulo 68

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Camila Pov

-¿Te dije qué más tiene el hotel? Sé que te gustará.

-No, ¿Piscina?

-No...-Me miró extrañanada-Playa nudista.

-¡Ay, Camila!

-No te preocupes, es una pequeña sección de la playa, que está tapado en sus límites. Así que sólo te vería gente de ahí dentro.

-¡No, no! ¡De ninguna manera! ¡No lo voy a hacer!

-Está bien-Me acerqué a ella y la abracé por detrás rodeándola por la cintura con mis brazos-Si tú no quieres no es necesario que lo hagamos-Besé su hombro. Habíamos llegado hace un par de horas, estábamos muertas de sueño porque no habíamos dormido más de tres horas seguidas.

-Estoy cansada-Se recostó en la cama de dos plazas.

-Lo sé, amor, tú acuestate que llamo al servicio de la habitación para que nos traigan algo de comer.

-No, no. Quiero quedarme contigo-Hizo un puchero.

-Estás mimosa, eh.

-Ven conmigo-Extendió sus brazos mientras seguía haciendo un puchero. Reí y gateé en la cama hasta ella. Me metí entre sus brazos y me recosté sobre su pecho. Y abracé su cintura como pude-Te amo-Besó mi cabello.

-Yo más-Apoyé mi mentón en el hueco de entre sus pechos y besé sus labios de forma tierna. Me tomó de las mejillas acariciandome.

-Sabes... pensé que estos días serían como cuando eramos sólamente nosotras, sin las niñas, y ahora me doy cuenta de que las extraño mucho.

-Creo que de igual manera podemos soportarlo. Sabes... ya sé que quiero hacer por el resto de mi vida.

-¿Qué quieres hacer?-Acarició mi mejilla.

-Quiero que cuando las chicas sean adultas y ya no dependan de nosotras irnos a vivir lejos, muy lejos de ellas, para nosotras tener paz y para que ellas sean independientes.

-No sé si quiero dejar a niñas para irme a vivir a otra parte.

-Vámonos a Hawaii, quiero pasar el resto de mi vejez, cuando llegue el momento, contigo allí. Piénsalo.

-Si quiero pasar el resto de mi vida contigo, pero ¿Por qué Hawaii? ¿No prefieres Miami?

-Ya estuve en Miami, necesito un lugar en el que no me encuentren-Ambas reímos.

Me recosté en su pecho y ella me rodeó con sus brazos. Enrredé los míos en su cintura sintiendo su estómago caliente debajo de mí. A los pocos minutos caímos dormidas hasta la tarde, así que no hicimos mucho más.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora