Recuérdame [CAMREN]

Capítulo 42

Camila Pov

Veintiocho semanas

-¿Te has bronceado?

-Sí, realmente con solo un día de playa tomo bastante color. Volveré a casa tan negra que no me reconocerán.

-¿Ya está pensando en volver?

-Sí, Jake. Extraño a mis chicas.

-Entiendo-Estábamos sentados en el borde de la piscina del hotel, era extraño que nadie esté a los alrededores, por lo general a estas horas está desbordado de gente. Debe de haber algún show del que no me he enterado. Mojé mis manos en el agua y las pasé por mi cabello, peinándolo.

-Oye, no estés mal. En algún momento esto iba a terminar.

-No es eso, Mila.

-¿Entonces qué, Jake?

-Me la he pasado muy bien contigo-Le sonreí.

-Yo también.

-Te queda lindo el bikini.

-Gracias-Respondí con la sonrisa torcida. El silencio se volvió a instalar entre nosotros. Realmente amo el olor a verano que tienen estas zonas tan tropicales, voy a extrañarlo demasiado.

-Tienes algo-Lo miré y el pasó sus dedos por mi oreja.

-¿Qué haces?-Él simplemente no respondió y me tomó del cuello, sentí como estampó sus labios contra los míos y me separé lo más rápido posible-¡¿Estás loco?! ¡Sabes que estoy casada!-Me levanté de inmedito y limpié mi boca con el dorso de mi mano.

-Camila, por favor-Me tomó de la cinturá y rápidamente me safé de su agarre.

-Por favor nada. No entiendo que mierda se te cruzó por la cabeza.

-Camila yo te quiero.

-Pues yo no, ahora dejame en paz-Tomé mi toalla y mi celular de las tumbonas y me dirgí a mi habitación le escribí a Lauren que me contestó al instante. Sé que está en casa de sus padres junto a Emily, me dijo que se quedaran a comer.

Me metí en la ducha y comencé a bañarme para poder quitarme todo el cloro de la piscina. Comencé a bañarme de manera tranquila. Lavé mi cabello y mi cuerpo con calma. Cuando salí, miré mi celular y Lauren ya había contestado. La llamé y a los dos tonos atendió el teléfono.

-Camila, te extraño-Fue lo primero que escuché por la linea.

-Hola mi amor, yo también te extraño, ¿Cómo están?

-Bien, Emily cada vez ha estado mejor, necesito que vuelvas, ya no puedo levantarla más.

-Y no quiero que la cargues más, te va a hacer mal.

-Pero no me queda de otra-Suspiré.

-¿Tú cómo estás?

-Bien, pero necesito que vengas a consentirme-Estoy segura, aunque no pueda verla, de que está haciendo un puchero ahora mismo.

-Iré el domingo, te amo.

-Yo te amo más.

-¿Dónde estás?

-En el patio, en casa de mis padres.

-¿Pensaste en nombres para la niña?

-Sí, ¿Tú?

-También, pero quiero hablarlo cuando vuelva. Dile a Emily que la extraño mucho. ¿Ha estado inquieta la chiquita?

-Emily se ha concentrado meramente en Louis, y la bebé solo se ha movido por las mañanas temprano y cuando estoy durmiendo con Emie. Tal vez te extrañe tanto como yo.

-Dicen que los niños persiven todo, más que nada cuando son pequeños. Tal vez persiva que no estoy y por eso ha estado más tranquila.

-¿Algo así cómo que esté más triste?

-No sé si podran sentir emociones al menos en este punto del embarazo, pero sí reconocen voces.

-Me quedaré hasta tarde en casa de mis padres probablemente.

-No hace falta que me avises.

-Solo para que te quedes tranquila.

-¿Preguntó por mí?

-Todos los días, y todo el tiempo.

-Mándale un beso de mi parte.

-Lo haré, te amo.

-Te amo, adios.

-Adios-Dijo y cortó la llamada

Me miré al espejo y me quité la toalla que rodeaba mi cuerpo, observe el tatuaje debajo de mi pecho. Recuerdo cuando me lo hice, al principo no tenía ningún significado muy profundo, sólo es mi flor favorita. Luego ese significado evolucionó a hacer referencia a la primera rosa roja que Lauren me dió en nuestra primera cita formal. Ella siempre tan romántica.

Pasé la mano por la tinta en mi piel, he pensado en que quiero tatuarme algo otra vez. Aunque todavía no sé qué. Quiero que sea algo que tenga que ver con mis hijas. Tengo muchos tatuajes con Lauren, o dedicados a ella, pero ninguno que sea para Emily.

Ya se me ocurrirá algo. Tal vez mi esposa sea muy vacía y sencilla a la hora de pensar en un tatuaje, además de ansiosa, y solo por eso se tatuó sólo su nombre. Aunque ella dice que eligió la muñeca porque es como llevarla de la mano siempre. Espero poder siempre tenerla y nunca soltarla.

Peiné mi cabello para luego utilizar el secador. Por último busqué ropa cómoda, pero presentable, y me la puse. Desenchufé mi celular y salí de la habitación, iré a dar un paseo. Necesito pensar.

Aunque todavía no haya caído la noche del todo, la luna está ahí presente siempre. Escondida o no, pero siempre me observa.