Capítulo 11

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Camila Pov

-Mami...

-¿Sí, bebé?

-¿Puedo usar mi vestido rosa?

-Sí, claro-Tomé su vestido de la percha y lo apoyé sobre la cama-Puedes usar lo que quieras, Emie.

-¿A dónde vamos?

-A la casa de los papás de mamá Lauren.

-¿Queda lejos?

-Pues quedaba.

-¿Por qué?

-Se mudaron hace poco a San Francisco, necesitan un respiro de Miami.

-¿Qué es Miami?

-Es un lugar, ahí nació mamá y también nos conocimos allí.

-Oh, ¿Y por qué los conoceremos?

-Porque tú necesitas conocer a tus abuelos y tíos-Saqué sus zapatos del armario y comencé a cambiar su pijama por su vestido.

-¿Puedo llevar mi unicornio?

-Lo llevas a todas partes eh.

-¿Por qué no?

-¿Es muy especial para tí?-Le puse una chaqueta gracias al frío.

-Sí, así están siempre conmigo.

-¿Nosotras?-Asintió con una sonrisa-Aww, eres un ternura-Besé su mejilla-Ve a buscar a mamá, Emie. Luego puedes ir por tus jueguetes si quieres.

-Está bien-Salió corriendo a mi habitación y yo la seguí. Lauren estaba tirada en la cama mirando televisión. Emily se trepó a esta y se recostó a su lado. Lauren cruzó su brazo encima suyo abrazandola contra su pecho.

-Me mandó mamá a buscarte.

-Podemos quedarnos aquí un ratito más, yo ya estoy lista.

-¿Qué miras?

-Una película.

-¿Y qué sucede en la película?

-Dos chicas se enamoran.

-¿Cómo tú y mamá?

-Sí-Me recosté en el marco de la puerta. Lauren de inmediato tapó con su mano los ojos de Emily.

-¿Por qué no puedo ver? Solo se están besando.

-Hay besos para los que todavía no tienes edad, princesa-Buscaba por todos lados el control remoto. Lo tomé de la cómoda y apagué la televisión evitando que Emily viese la escena sexual.

-Ya está-Quitó la mano de Lauren de sus ojos-Sólo falta que Emily tome sus cosas y estamos listas para irnos.

-Entonces ve por tus cosas, Emie-La pequeña asintió y fue a buscar su mochilita ya preparada. Es un poco algo de la edad, yo también llevaba mis juguetes a todos lados. Tomé mi bolso y Lauren se puso una chaqueta.

Luego bajamos al auto y emprendimos rumbo a la casa de mis suegros. La radio sonaba de fondo distrayendo la atención de la pequeña a esta. Aun miraba la ciudad con curiosidad a travez de su ventanilla. Su cabello rubio cenizo lacio comenzaba a molestar su carita. No suelo atarselo porque sé que no le gusta tanto, y si ella no me lo pide no necesito hacerlo.

-Tengo una liga de más, amor, te recogeré el cabello cuando lleguemos.

-Gracias, mamá-Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa. Al cabo de unos veinte minutos llegamos.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora