Capítulo 9

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Camila Pov

-Mami, ¿Quieres jugar conmigo?

-Ahora no puedo, princesa, en un rato iremos al parque y jugaremos todas juntas.

-Mamá...-Me miró suplicante.

-Termino de lavar los platos y juego contigo-Me sonrió-Y ten cuidado con la pelota por favor, no quiero que nada se rompa.

-Sí, mami-Me volví a voltear para seguir con lo mío quedaban poco más de dos semanas para volver a la rutina. Para ambas en realidad, y no es que no estuviera trabajando, lo hago desde la computadora, pero sé que cuando vuelva voy a tener que reordenar la maldita área económica.

Desde la distancia cuesta mucho tratar de dirigir a cuatro inutiles que se supone que tienen cargos difíciles de alcanzar en la empresa. Que si "No puedo", que si "No quiero", que "Señora no tengo tiempo", que "El trabajo es demasiado sin usted", y demás excusas idiotas para evitar hacer su trabajo.

Sinceramente es una de las cosas que menos quiero, pero me han hecho un favor realmente, tantos años trabajando en el mismo lugar te brinda muchas cosas. Confianza por parte de tus jefes, más oportunidades laborales dentro del mismo ambito, hasta resolución de problemas de una manera beneficiosa para tí y para tus jefes.

Esa es una ventaja que sostengo a diferencia de mis compañeros, ellos podrán haber tenido vidas muchos más fáciles y con una mejor educación que la mía incluso, pero mi trabajo duro me hace sobresalir. Yo no necesito mostrarle a nadie mi titulo de graduada en una universidad pública porque yo soy mucho más que la educación básica que mis padres me han podido brindar.

Mi esfuerzo vale el doble por ser yo la que arrancó desde abajo hasta la cima. No cualquiera tiene el privilegio de sentirse orgulloso de sí mismo por haber logrado tanto como eso. El ruido de algo al caer interrumpió mis pensamientos.

Me giré rápidamente para observar que era lo que se había caído. Emily me miraba apenada, me dí la vuelta para cerra el grifo y secarme las manos, pero sentí como intentaba contener su llanto. Antes de que pudiera hacer algo ya estaba hecha un mar de lagrimas. Lauren volvió de la habitación asustada.

-¿Qué sucedió?

-Perdón, mamá-Me acerqué a ella y la abracé.

-Está bien Emie, no llores.

-Lo siento, yo no quería que se rompiera, por favor no.

-¿No qué, amor?-Acaricié su cabello intentando calmarla.

-No me devuelvan, por favor-Continuaba llorando.

-No te vamos a devolver, princesa, fue un accidente, y los accidentes pasan-Lauren se agachó y comenzó a recoger los pedazos de vidrios más grandes. Yo tomé a Emily en brazos y me senté con ella en mi regazo en el sillón.

-Los vasos y platos siempre se rompen, mi vida-Sequé las lágrimas en sus mejillas-Se me han roto muchísimos a mí y a mamá. Te dije que tengas cuidado con la pelota porque cuando algo así se rompe te puedes cortar.

-Pero mamá, lo rompí.

-Lo sé, y si te deja más tranquila, te perdono, no quiero que te lastimes. Eres una niña maravillosa, amor, nosotras jamas te devolveremos, solo si tú quieres volver te dejaremos.

-Yo no quiero volver-Se abrazó a mi cuello y yo le correspondí-Quiero quedarme contigo y con mamá.

-Entonces te quedarás aquí, Emily-Besé su cabello mientras mimaba su espalda.

Lauren me miraba algo insegura mientras terminaba de limpiar el vaso roto. Muchas veces no necesitamos palabras para comunicarnos y saber que quiere la otra. Su mirada preocupada me decía que necesitaba saber quién era su madre biológica y porque Emily tenía ese miedo tan grande a ser rechazada y dejada en el orfanato otra vez.

Cuando se trataba de ese tema en particular se sentía insegura, y yo misma lo notaba. La psicóloga infantil cree que algo pudo haberle pasado y por eso ella tiene ese miedo tan recurrente. No podíamos dejar pasar más tiempo sin saberlo. Su cabello rubio ceniza se enredeaba entre mis dedos al peinarlo con calma.

Eso le relajaba muchísimo, hasta podía lograr que se durmiese de esa forma. Se despegó de mí y me miró con sus ojitos azules tristes, le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

-Te voy a decir algo, y quiero que se te quede aquí-Señalé su cabeza-Tú, eres mi hija, por más que no hayas estado dentro de mí o de tu mamá, porque yo te elegí a tí por encima de muchos otros niños, y mamá también lo hizo. Si tú estás aquí es porque te escogimos para que tú y solo tú seas parte de nuesta familia, bebé.

-Sí-Dijo bajito.

-Quiero creer que tú también nos elegiste para ser tus mamás-Asintió-Entonces si nos escogimos, no hay porque separarnos-Lauren se sentó a mi lado y puso su mano en su mejilla y la acarició.

-Yo sé que no soy mucho de decirlo, pero te amamos Emily.

-Yo también las quiero mucho-Se recostó sobre mi pecho mientras que jugaba con mi cabello.

-¿Aun quieres ir al parque?-Sus ojitos se encontraron.

-Sí, mamá-Respondió.

-Entonces a cambiarse que nos vamos-Se levantó y tomó a la niña en brazos mientras la llevaba a la habitación para ponerle ropa más cómoda.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora