Capítulo 65

198 9 0
                                    

Lauren Pov

El sábado me había costado demasiado trabajo manejar con el auto de mi madre a mi casa para dejarle el chupete de Selene a Camila. Hoy ir lunes, ir al trabajo había sido problema. Ahora estaba fuera, sentada en mi auto intentado arrancar. Respiré profundo.

Debo recoger a ambas niñas de la guardería y escuela respectivamente. Giré la llave y el auto se puso en marcha. Saqué el auto del lugar de estacionamiento, comencé a salir del parking. Estaba en automático, no estaba pensando. Un bocinazo me despertó, el semáforo estaba en verde, arranqué el auto, pero uno se cruzó rápidamente, pegué la frenada de mi vida y volví a mirar el semáforo ahora en rojo.

Me salí de la línea de autos y me estacioné en segunda fila. Comencé a respirar agitada, precioné mi agarre contra el volante, la ansiedad me consumía por dentro. De la nada mis lágrimas comenzaron a salir, el dolor en el pecho se hizo presente otra vez. Intenté respirar hondo sin éxito.

Otro bocinazo que era dirigido a mí me asustó más de lo que ya lo estaba haciendo. Cerré los ojos e intenté respirar hondo otra vez. El segundo bocinazo hizo que interrumpiera mi cabeza que intentaba calmarme. El miedo me tenía tan invadida que ni siquiera podía reaccionar, no podía moverme ni nada.

-¡Mueve tu auto, quiero salir!-Mordí mi labio inferior, tomé el volante, dí una última respiración y presioné despacio el acelerador. Intenté buscar un lugar para estacionarme lo más cercano. Una vez que lo encontré, me estacioné.

Sequé las lágrimas con mis manos, el miedo a la nada misma no se iba. Cada segundo se hacia peor. Recordé el protocolo, respiré hondo nuevamente, diez veces seguidas hasta que tuve paz con eso en particular. Cerré los ojos e intenté imaginar un lugar que me hiciera bien. Aunque el miedo no desaparecía logré calmarme bastante.

Respiré hondo una última vez y entendí que no podría manejar hasta mis niñas sin sufrir otra vez un ataque de pánico. Luego de unos minutos conseguí volver a la normalidad. Tomé mi teléfono y marqué su número.

-Hola, Laur.

-Hola Harold, te quería preguntar si puedes recoger a Emily, es que...

-No te preocupes, tienes suerte porque esta vez voy algo tarde, así que tengo que ir por Louis.

-Gracias de nuevo, es que...

-No hace falta que me expliques, tienes tus razones y debo respetarlas. No te preocupes por ello, ¿Dónde quieres que la deje?

-En casa de mis padres por favor, ¿Recuerdas la dirección?

-Sí, lo hago, Louis estará encantado que la acompañemos donde sus abuelos.

-Me alegro por ellos. Gracias, otra vez, Harry.

-No hay de qué, bonita-Sonreí. En estos últimos tres años que Louis y Emily habían sido amigos, habíamos entablado todos una muy buena relación, llegando hasta a veces organizar almuerzos todos juntos. Confío en Harry, y sé que él no le hará nada a mi pequeña, por eso decidí llamarlo-Nos vemos en casa de tus padres o cuando volvamos a encontrarnos.

-Nos vemos-Corté la llamada y dí una bocanada de aire. Esto será difícil.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora