Recuérdame [CAMREN]

Capítulo 71

Lauren Pov

Para su buena suerte acepté, pero con la condición de que pararamos si no me sentía cómoda.

-Podrías ser un hombre con mucho culo-Reí.

-¿Es por mis piquetes de mosquito?

-Sí-Volví a reir mientras ella hacía un puchero. Se acercó a mí con el arnes puesto en su cintura, aun me sentía un poco incomoda por ello.

-Recuerda que cualquier cosa podemos parar.

-Está bien-Besé sus labios con ternura. Me tomó de la cintura y me senté en la cama. La acerqué más a mí y sentí la punta del juguete chocar contra mi sexo. La imagen del tipo metiendomela por la boca vino a mi cabeza, intenté ignorarlo y pensar que sólo es Camila. Bajó hasta mi cuello dando besos húmedos.

Sus manos descendieron hasta mi cuello y lo apretó con fuerza, marcándome con sus uñas. Parecía que entre mis piernas había una laguna de lo mojada que estaba. El roce del juguete volvió a hacerse presente en mi centro y su imágen volvió. La separé de mí y la miré a los ojos. Camila comprendió que realmente no estaba del todo lista y se acostó a mi lado.

-Perdón, Camz-Miré al techo.

-No te preocupes, Lo. No vamos a hacer nada que tu no quieras.

-Pero ya te lo pusiste...

-No importa-Pensé unos segundos y extendí mi mano. Comencé a acariciar el jueguete como si fuera de verdad, y ví como su mirada de tornó más oscura-Lauren...

-¿Te gusta esto?-Me incorporé y me senté entre sus piernas para estar más cómoda.

-No sabes cómo-Sonreí y comencé a subir y bajar mis manos alrededor del jueguete.

-¿Qué imaginas?-Pregunté on una sonrisa picara en mi rostro.

-Que te tomo y te doy fuerte hasta que te corras por lo menos tres veces.

-¿Sólo tres?-Acarcié su abdomen con mis dedos.

-Todas las que tú quieras.

-Quiero que me agotes-Me acerqué hasta su oído con cada pierna al lado de las suyas-Hasta que ya haya quedado seca de tanto correrme-Susurré en su oreja. Sus manos se apegaron a mi cintura y de inmediato me sentó en su regazo. Ahora estaba tan mojada con la situación anterior que mi cabeza bloqueó ese recuerdo.

-No me permites controlarme, Lolo-Me posicioné encima y tomé su rostro. Sin que nuestras miradas se despegaran fui bajando hasta que me inserté completa. Besé sus labios de forma corta, era algo doloroso al principio, nunca había llegado a algo tan grande, pero luego me acostumbre.

Con sus manos en mi cintura comencé a subir y bajar, acarició mi cuerpo completo mientras que yo la montaba, me sostuve de sus hombros hasta que me corrí por primera vez en la noche. Me quedé unos segundos esperando a recuperar un poco la energía.

-Dime tu primera impresión hasta ahora-No puedo ni siquiera mantener los ojos completamente abiertos por culpa de la sensación de placer que todavía me agobia.

-Maravilloso, no tengo plabras para describirlo ahora mismo.

-Y eso que sólo hicimos "mete-saca", como le llamo yo-Reí por su ocurrencia.

-Sin duda tenías razón, había que probar algo más-La miré ya un poco más calmada.

-Ahora imaginatelo con una de verdad.

-Debe ser mil veces mejor.

-Sin duda, lo único que extraño de mi ex-Ambas reímos. Me acerqué a ella y la abracé por el cuello.

-Perdón por ser tan complicada, te amo, gracias por aguantarme.

-De nada, y yo te amo más-Metió sus manos entre mi pelo y comenzó a acariciarme la cabeza.

-Ay sí, sigue...-Comenzó a besar mi cuello nuevamente. Sus delicadas manos seguían acariciando mi cuero cabelludo mientras que daba besos por todo mi pecho y cuello. Descendió tomándome de los hombros y acarició mi espalda.

-Me encanta tu espalda-Mordió levemente mi piel haciendome revolear los ojos.

-Mi amor...-Me tumbó en la cama mientras comenzaba a besar mis pezones-Me encanta cuando haces eso.

-¿Hacer qué? ¿Esto?-Mordió uno de mis pezones y tironeó de él. Entre la imágen y el dolor que ambas cosas cosas me causaban exitación me sentía, ahora sí, completamente mojada. El juguete se salió de mi sexo y gruñí por eso. Me levanté de encima suyo y me empujó cayendo nuevamente en el conchón-En cuatro, Lolo.

Me incorporé y obedecí a lo que ella me había dicho. Ahora estaba abierta de par en par; con mi sexo a su completa disposición mientras la humedad bajaba por mis piernas. La escuché lamer sus dedos y al instante los sentí recorriendo mis muslos por donde me había ensuciado, limpiándome. Llegó hasta mi centro y me tocó de forma delicada. Suspiré.

Separó mis pliegues y comenzó a recorrer toda mi zona con la yema de sus dedos con cuidado. Llega un punto en el que la exitación es tanta que me sientía en un universo paralelo. Se acercó a mí y la sentí tantear mi entrada con el juguete. Me tomó del cabello, se acercó a mi oído y susurró.

-Tócate.

Comencé a estimular mi clítoris. Dió una primera embestida, bastante fuerte en mi centro. Mis piernas temblaron y casi pierdo la estabilidad. Tomó mis caderas y empezó a enbestirme, cada vez más fuerte. Amo esta en esta posición.

Una, dos y tres más bastaron para hacerme caer en un orgasmo del que sólo pude mantener en pie el culo. El resto de la noche nos la pasamos cogiendo de la misma forma, intercambiando roles a veces. Al siguiente día no pude caminar sin cojear en el intento.