Nos vemos, chicos. Cuídense.
Esas eran las palabras de Norman al despedirse, ya en frente de la puerta del Hogar y siendo rodeado por los demás niños.
—Vos también Norman.
—Cuidate.
—Mandá cartas.
—_______.— Habló Isabella. —¿Dónde está Ray?
—En la enfermería...— Ni siquiera tuviste la fuerza para mirarla directamente a los ojos, con tu voz perdiéndose en el barullo de la sala. —No quiso venir a despedirse.
—¡NO QUIERO!— Gritó Emma. —¡NO PODEMOS DEJAR QUE SE VAYA! ¡SI NO LO DETENEMOS AHORA, NORMAN VA A MORIR!
—Es inútil.— Respondió finalmente el chico. —Ya no vamos a poder detenerlo. Los demonios ya deben de estar en el portón y mamá está vigilando... Además, el ya está completamente decidido a morir. Aunque no debe de querer morir...— Se llevó una mano a la cara, apretando los dientes. —Debe de estar asustado...
—¡Entonces, con más razón debemos detener--!
—¡Es inútil!— Interrumpió Ray a Emma. —Si damos un paso en falso y nos atrapan, los demonios van a descubrir nuestro plan. Y su muerte va a ser en vano. No podemos hacer nada... Nada de nada.— Te sentaste a su lado y acariciaste su espalda. El azabache recostó su cabeza en tu hombro, murmurando. —mierda...
Soltaste un suspiro, mirando a Norman con una sonrisa triste que él te devolvió. Viste a Emma correr hacia el albino, que no tuvo tiempo de reaccionar se tambalearon en el aire y el chico dió vuelta el cuerpo de la muchacha para evitar que cayera con la pierna herida al suelo.
—¡Tonta...!— Gritó el de ojos azules. —¡No podés ser tan impulsiva, Emma! ¡Esto no es lo que deberías estar haciendo!
—¡Cállate...!— Respondió. —¡No me importa! ¡No quiero! ¡No voy a dejar que te vayas!
—¿Por qué no lo entendés...?— El muchacho mostraba una expresión algo dolida, y los demás niños empezaban a murmurar. —Esto no es lo que quiero. Solamente quería que me despidieras sonriendo... Que tuvieras en cuenta mis sentimientos...
—No. No puedo respetar esos sentimientos.— Refutó. —¡Y mucho menos si en realidad no lo querés!— Norman titubeó por un segundo, asombrado por la sinceridad de la pelinaranja. Subió una mano para acariciar su mejilla, sonriendo.
—Ya es hora, Norman.— Dijo Isabella, colocándole el sombrero al muchacho.
—Sí.— Contestó mientras se levantaba del suelo.
—Esperá.— Pidió la muchacha.
—Emma.— Habló la adulta. —Tranquilizate. Entiendo que te sientas triste pero estás armando un escándalo.— Se inclinó para murmurarle algo que no pudiste escuchar, pero que dejó a Emma muda.
—Cuiden a Emma, _______ y a Ray.— Les pidió el albino a Don y Gilda. Sentiste un peso sobre tu hombro y unos brazos rodear tu cintura con cuidado; no tuviste que darte la vuelta para saber quién era. El de ojos azules les sonrió a lo lejos, saludando con la mano, acción que imitaste.
—Al final sí viniste...— Murmuraste. Él no contestó, y honestamente, no esperabas que lo hiciera. Viste en silencio como Norman despedía a Emma y ella respondía con ideas vagas, perdiendo su voz en un llanto reprimido.
Y entonces, se fue.
{~°~}
Era un prado. Un prado de hortensias, y sin embargo, estabas arrodillada frente a un mato de crisantemos mientras en tu cabeza posaba una corona de geranios rojos. No era de día, tampoco era de noche. El cielo se mantenía iluminado, aunque no hubiera sol ni estrellas. Los crisantemos empezaban a pudrirse, cada vez más hortensias había a tu alrededor y sentías la corona cada vez más pesada. Un brote de yerbera creció frente a tí, casi al mismo tiempo que una pequeña rosa blanca, sus tallos se entrelazaban, creciendo ambas flores, sosteniéndose mutuamente, llenando el vacío del mato de crisantemos muertos; sin reemplazarlo, pero aminorando el dolor de su vacío, y haciendo que la corona de geranios no se sienta tan pesada. Y aún así, levantabas tu mirada de vez en cuando para ver el mato con nostalgia. Sentiste un abrumante olor a jazmín que empezó a ahogarte. Llevaste tus manos a tu garganta, respirando con dificultad. Y entonces, todo se volvió negro.
Tu almohada estaba húmeda por las lágrimas. Sabías exactamente lo que ese sueño quería decir; el lenguaje de las flores...
Era el favorito de Valentino y Norman.
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AnonnimousAngels reportándose:
HolaSSS
En mi mente, Valen y Norman les gustaba mucho el lenguaje de las flores y se comunicaban así, la rayis lo aprendió porque le pareció interesante.
Ahora pasemos a un tema importante.
Como muchos saben, los lectores del manga nos encontramos bastante disgustados con el tercer episodio de la segunda temporada, ya que no apareció un personaje muy importante, sin decir que amado. Así que aclararé esto, aunque aún no sabemos si lo pondrán en episodios siguientes o no:
ESTE FANFIC SEGUIRÁ LA LÍNEA CRONOLÓGICA DEL MANGA.
Si a alguien le interesa leer el manga, se lo recomiendo totalmente, es una obra de arte.
Sin nada más que decir,
Cambio y fuera.

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La letrista {Rayxtú}
FanfictionSabías que desde niño Ray cantaba esa canción de hermosa melodía. Aunque cuando la cantaba, tenía una expresión triste, como si hiciera alusión a un recuerdo amargo. "Ray... Otra vez cantas esa canción triste. ¿Por qué la cantas si te hace sentir m...