XXXVIII

2.2K 272 85
                                    

¡CORRAN!

—¡¿Qué es eso?!— Exclamó Gilda, sin dejar de correr. —¡¿No aparece en el libro?!

—No, no está.— Respondiste.

—Lo más probable es que sea un demonio.— Concluyó Ray.

—¡¿Un demonio?!— Inquirió Don. El ser amorfo saltó tratando de devorar a Emma, fallando y masticando un árbol.

—Sin dudas.— Agregó Emma, escapando. —Esas manos. Esa cara. Esa piel. Recuerdo todo eso. Pero... Este es distinto. El que vimos con Norman tenía forma humana y podía hablar

—Yo también los recuerdo así.— Apoyaste.

—Sí.— Habló Ray. —No tenían cola... Y tenían esas máscaras con cuernos... Y también usaban ropa. Pero este frente a nosotros... Es como una bestia salvaje. Eso también es un demonio.— Se giró para verte, abriendo sus ojos en desesperación al ver que el monstruo se acercaba peligrosamente tí. Te tomó del brazo para impulsarte para adelante, esquivando por muy poco la enorme lengua de la figura.

—... Gracias.— Murmuraste. Él, sorprendido por tus palabras, articuló una sonrisa nerviosa.

—No es nada.— Tomaste aire, tratando de concentrarte en la situación. ¿Qué es lo que significa esto? ¿Qué cosa son los demonios? ¿Hay distintos tipos? Los que ví eran todos más o menos iguales... ¿Qué son los demonios? ¿Qué tipo de ser vivo? ¿Cómo es el mundo en el que viven los demonios?

—Entonces...— Preguntó un niño. —¿A este demonio lo mandaron de la granja para atraparnos?

—No.— Negaste. —Este está tratando de comernos a toda costa, los demonios de la granja no harían eso.

—Eso mismo, no quiere atraparnos.— Concordó Emma. —Ellos nunca se comerían a sus productos. Ni siquiera pueden comer la punta de un dedo. Nunca nos comerían.

—Entonces este es un demonio que no tiene relación con la granja.— Agregó el azabache. —Lo que quiere decir que si nos atrapa... Nos va a comer. Con esas manos. Con esas garras. Con esos dientes. No podemos permitir que nos coma.— Don alzó una mano, en una señal que todo el grupo entendió. Gilda rápidamente los dividió en dos grupos, uno con los hábiles físicamente otro con los demás. El demonio dudó un segundo antes de seguir al grupo de Don, quien lideraba el grupo que corría más rápido.

—¡Bien!— Exclamó. —¡Está viniendo! ¡Sigan corriendo y miren para adelante! ¡Que nos siga por estos caminos angostos!— Guardó silencio un segundo. —Ese demonio... No es muy inteligente. Norman daba más miedo... Krone daba más miedo. No solo porque sea más grande y fuerte... Vamos a darnos por vencidos. ¡No vamos a entrar en pánico por esto! ¡Sabíamos que nos iban a perseguir demonios! ¡Estuvimos dos meses practicando cómo escapar en grupos! ¡No nos vamos a asustar y dejar comer sólo porque nuestros contrincantes sean demonios! ¡Escapemos!

—¡Ray, ________, no se preocupen por el resto!— Pidió Emma. —¡Ocupémonos del demonio!

—¿Cómo nos vamos a ocupar?— Preguntó Ray.

—Ahora lo pensamos...

—¡¿Osea que no tenés un plan?!

—Pero Emma tiene razón.— Hablaste. —Ese demonio no se va a dar por vencido... Necesitamos ocuparnos de alguna forma. Además los chicos se están cansando... Y además, todavía no escapamos de los perseguidores de la granja. No tenemos tiempo para perder con este. No es un desafío de resistencia.

—... Es cierto.— Aceptó el azabache. —Vamos a tener que ocuparnos de él de alguna forma.— Miró al rededor, buscando algo que los ayude. —Puede que podamos hacer algo.— Giraste la cabeza hacia donde señaló, notando como las raíces eran iluminadas por la luz del sol.

—¿Estás pensado en...?— Preguntó a medias Emma.

—Sí.— Confirmó él. —Hagamos que caiga en la trampa de las raíces.

—Bien.— Hablaste. —Entonces vayamos juntos...

—No, voy yo solo.— Por un segundo de horror, te quedaste sin palabras, temiendo lo que estaba tratando de hacer.

—Ray, no estás pensando de nuevo en...— Inquirió Emma, también horrorizada.

—No, no es una cuestión de sacrificarme porque es peligroso.— Las tranquilizó. —Voy a ir solo porque puedo ocuparme por mi cuenta.— Sonrió, encogiéndose suavemente de hombros. —¿Quién es el mejor jugando a las escondidas de los tres?

—Vos...— Balbuceó Emma.

—Yo también soy buena.— Refutaste. —Voy yo.

—No.— Se negó el de ojos carbones. —Los chicos te necesitan, _______. Más ahora que nunca.— Frunciste el ceño, acercándote a él y tomándolo del cuello de la camisa.

—Si llegas a hacer una locura, yo misma con mis propias manos...— El chico sonrió, haciendo que las palabras se desvanecieran y un nudo se formara en tu garganta.

—Tranquila.— Acarició suavemente tu mejilla, haciendo que tu agarre disminuyera. —Prometo volver.

—También prometiste no dejarme sola.— Tus palabras salían furiosas, haciendo que el muchacho retrocediera un poco. —Y no veo que ese haya sido tu plan. ¿Qué me garantiza que cumplirás tu palabra ahora?

—Nada.— Aceptó Ray. —Pero por favor, confía en mí. No planeo decepcionarte otra vez.— No encontraste con qué negarte esta vez. Lo soltaste muy lentamente, aún con tu ceño fruncido.

—... Más te vale cumplir tu palabra está vez.— Reclamaste. Él sonrió.

—Diez segundos después de que me vaya, juntense con el grupo de Gilda y sigan la dirección del viento, ¿Sí?

—Sí.— Contestó Emma. Ambas corrieron hacia el grupo de Gilda momentos después. Ray se acercó al demonio, llamando su atención.

—Vení para acá.— El demonio no tardó en definirlo como su nuevo objetivo, siguiéndolo casi al instante. Ray corrió hacia el sitio de las raíces. No voy a morir. No voy a dejar que ellos mueran. Voy a cumplir todas las promesas que tengo pendientes. Ya estaba casi terminada la trampa, pero de pronto, la bestia cayó al suelo, su cabeza volando lejos de su cuerpo.

—Justo a tiempo, como pensábamos.— El demonio habló, guardando la lanza con la que había decapitado al otro demonio. Estaba acompañando por otros tres demonios con una forma menos humana, pero aún así tenían máscaras. —Los encontramos.— Informó por un radio. —Ya los traemos de vuelta.— Pisó la cabeza del demonio decapitado, con una mirada de asco. —Asqueroso... Que este ser inferior estuviera a punto de comerse a los productos.— Ray entendió instantáneamente la situación y se ocultó detrás de un árbol.

Ese es... El perseguidor.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

AnonnimousAngels reportándose:

PERDÓN POR PUBLICAR ESTO MÁS TARDE, ANDO CON UNOS PROBLEMAS FAMILIARES.

Aún así, espero que les guste este capítulo, los amo.

Sin nada más que decir,

Cambio y fuera.

—4/7

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora