(N/A: voy a poner todas las capturas de pantallas que saqué de Ray en la segunda temporada a partir de ahora JSKDDK)
No está.
Norman ya no está. Abriendo los ojos en la mañana, ese fue tu primer pensamiento. Sentiste una mano acariciar tu espalda con suavidad y giraste la cabeza, casi por inercia.
—Buenos días, _______.— Ray jugueteó apenas con tu cabello, suspirando.
—Buenos días, Ray.— Miraste la silla apoyada al lado de tu cama. —¿Dormiste aquí?
—No, llegué hace un rato. Mamá está esperando afuera.— Se giró, empezando a caminar hacia la puerta.
—Bueno...— Suspiraste con pesadez, levantándote de la cama con ayuda de las muletas. Cambiaste tu ropa y saliste al comedor, encontrándote con los niños que te saludaban animados. Solo pudiste sonreír.
—Buenos días, _______.— Dijo Emma.
—Buenos días, Emma.— Desayunaron y el día siguió como siempre. Luego de los exámenes, saliste al patio, quedándote sentada en la puerta de la Casa. Viste a la pelinaranja apoyada en el árbol, y a Phil charlando con Thoma y Lannion.
—Hoy Emma sigue triste...— Dijo el menor.
—No es solo Emma.— Dijo Thoma. —Ray y _______ están igual.
—Se sienten solos...— Supuso Lanny.
—Sí, eran muy amigos ellos cuatro...— Giraste la cabeza con desgano, dejando de oír la conversación. Recordaste lo que había pasado la noche anterior.
—Da igual.— Dijo Ray, sentado en una silla. —Muramos acá.
—¿Eh...?— Balbuceó la de orbes verdes.
—Es imposible. Al rededor hay un precipicio, solo se puede salir por el puente o por la central.— Bajó la cabeza, evitando mirarte. —Pero más que nada, estoy cansado.
—¿Qué...?— Preguntaste.
—Estoy agotado...— Repitió él.
—¿Y esto?— Inquiriste, mostrándole el dispositivo para desactivar los rastreadores.
—No lo necesito. Quedátelo. Si quieren escapar, escapen. Pero yo me bajo.— Alzó la mirada, viéndote con pena. —Perdón, _______.— Sin nada que decir, te diste la vuelta y te fuiste sin más.
Oíste como alguien tocaba la puerta e hiciste un sonido con la garganta para indicar que estaba abierto. Al ver a la adulta pasar por la puerta, tuviste un escalofrío de terror.
—Pobrecita...— Dijo, con una sonrisa de falsa pena. —Te duele, ¿No? Estás triste, ¿Cierto?— Se sentó en la cama y te abrazó con suavidad, sin dejar de sonreír. —Norman murió, Emma y Ray están como están... Sola no podés hacer nada, ya lo sabés. Todos los años en donde te quedaste callada ya te lo mostraron. Te cortaron las alas, la ruta de escape está bloqueada, y encima, perdiste a tus compañeros.— La oíste soltar una risa. —Pobrecita, con este sentimiento de desesperación, escapar va a ser imposible. Rendite.— Dijo, levantándose de la cama. —La mejor manera de terminar con el sufrimiento y la desesperación es rendirse. Aceptá que es lo mejor. Te vas a sentir bien, es fácil. Resistir causa sufrimiento, aceptalo. _______, yo... Si vos querés... Puedo recomendarte como candidata a mamá para esta granja.
—¿Candidata... A mamá?— Preguntaste.
—Sí. Llegarías a ser adulta, darías a luz... Y si reconocen tu habilidad, podrías volver a este hogar como mamá o hermana. Cumplís los requisitos, si querés, con gusto te recomiendo.
—¿Por qué querría...?
—¿... Hacer eso?— Completó tu frase. — ¿Que otra cosa podés hacer si no? No podés hacer nada, no podés salvar a nadie, solo te espera un sufrimiento sin fin. Viví y convertite en mamá, _______. Si abrazas la desesperanza, es más fácil. Un pensamiento idealista... Un sentido de la justicia infantil... Un escape imposible... Una resistencia que no puede cambiar la realidad. Renunciá a todo y convertite en mamá. Te vas a sentir mejor, _______.
—Si hago eso...— Balbuceaste, con la voz entrecortada. —¿Con qué cara... Podré ver a Valentino cuando muera...? No puedo hacer eso... No...— Isabella suspiró.
—Está bien, eventualmente la muerte va a venir a buscarte. No vas a poder escapar de mí ni de los granja, ninguno puede escapar. Que te quede bien claro.— Mamá se dirigió hacia la puerta, deteniéndose en el marco de ésta para mirarte con pena. Luego, salió. Es... Inútil. No hay nada que pueda hacer.
{~°~}
Ya pasaron dos meses desde el despacho de Norman. Emma se dirigía al comedor con paso suave, aún usando muletas. Abrió la puerta, encontrándose con Ray.
—Ray...— Susurró, somnolienta. —¿Qué estás haciendo acá a esta hora?
—Es mi último día, así que me despido del hogar...
—Ah...— Balbuceó ella. —Mañana es tu cumpleaños, ¿No, Ray?
—Sí... Es mi último día en el hogar.— Cerró el libro que tenía en sus manos y giró la cabeza para mirar a la chica. —Emma, vos... ¿En serio tiraste la toalla?
En realidad no te rendiste, ¿No, Emma?
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Hola! AnonnimousAngels reportándose.
Me quedé mal con la cosa de que Yuugo no salió en el anime, así que mi inspiración se fue por la borda. Pero luego de leer muchas teorías y opiniones de gente indignada como yo, me siento algo mejor, así que, aquí está el capítulo! No es muy largo pero espero que les guste.
Sin nada más que decir,
Cambio y fuera.

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La letrista {Rayxtú}
Hayran KurguSabías que desde niño Ray cantaba esa canción de hermosa melodía. Aunque cuando la cantaba, tenía una expresión triste, como si hiciera alusión a un recuerdo amargo. "Ray... Otra vez cantas esa canción triste. ¿Por qué la cantas si te hace sentir m...