XLII

2.8K 277 245
                                    

¿Cómo es el mundo ahora?

—Nada.— Dijo Sonju. —No pasó nada. No sé de dónde sacaron la cifra de treinta años, pero... El mundo es así desde hace mucho tiempo.

—¿Qué querés decir?— Preguntó Emma.

—¿Puede ser que no estemos en la Tierra?— Inquirió Ray. —Que este lugar no sea la Tierra, que sea otro planeta... Por eso existen todas esas formas de vida extrañas...

—No.— Negó el demonio.

—¿Tal vez el calendario es mentira?— Propusiste. —Quizás este no es el año 2046 sino otro...

—No.— Repitió el mayor. —Estamos en la tierra y sin dudas es el año 2046. Al menos, en el calendario humano.

—Entonces qué...— Balbuceó la de cabellos anaranjados.

—Les voy a contar una historia del pasado.— Continuó él. —Una historia de cuando el mundo era mucho, mucho más grande que ahora. Antes, el mundo era enorme. En ese entonces, todavía no existían las granjas. En ese mundo gigante, habían muchos humanos que los “demonios” cazaban para comer. Los “demonios” comían... Y los humanos eran comida. Algunos se rendían ante los temibles “demonios” y los veneraban... Otros humanos los odiaban se revelaban y los cazaban... Estos humanos mataron a muchos “demonios” para no ser cómodos... Lo que provocó que los “demonios” empezaran a detestar a los humanos. Era una matanza sin fin, un terror interminable. Cuando ambos lados ya estaban hartos de pelear, los humanos hicieron una propuesta. “Hagamos un pacto...” dijeron. “Los humanos no cazarán ‘demonios’ y los ‘demonios’ no cazarán humanos. Segreguemos el mundo.” Todo comenzó con esa promesa. Con ese antiguo pacto que sellaron los “demonios” y los humanos. Así, el mundo se dividió en dos. Y esos dos mundos quedaron separados. Este es el lado “demonio” del mundo que se dividió en ese entonces... Por eso este mundo nunca fue de los humanos. Dicho sea de paso, ustedes, el ganado... Son en regalo que dejaron en este lado en ese momento.

—¿Que... Dejaron?— Balbuceó el azabache.

—Para proteger la promesa de que los “demonios” no cazarían humanos, se empezaron a criar y cuidar humanos como ganado.— Continuó Sonju. —Las instituciones que se encargan de todo eso son las granjas. Grace Field House es considerada de las mejores entre muchas granjas. Pasaron unos mil años desde ese pacto. Y el mundo no cambió mucho desde entonces. Lamentablemente... Este es el mundo en el que nacieron, y al cual lograron escapar.— Los tres niños se miraron entre sí, antes de sonreír.

—¡Bien! ¡Menos mal!— Gritó Emma, saltando.

—Es el peor de los casos, ¡Pero todavía hay esperanzas!— Hablaste, también parándote.

—¡Sí!— Afirmó Ray. —¡Todavía no entiendo bien, pero es mucho mejor de lo que pensaba!

—¡Hay otro mundo de humanos!— Exclamó la de cabellos anaranjados. —¡Hay otro mundo donde no hay demonios!

—¡Eso!— Continuó el azabache. —¡Ahora sí podemos pensar en ir a buscar a Phil y al resto!

—Ah... No...— Dijo el demonio, entendiendo la situación. —Lamentablemente no se puede cruzar al mundo de los humanos. El camino está completamente cerrado. Es una de las cláusulas del pacto... “No se podrá cruzar se un lado a otro”.

—No importa, vamos a hacerlo.— Dijiste. —Vamos a encontrar la forma de llegar al otro lado. Por eso no importa si “No se puede cruzar”.— Emma terminó de un trago su té antes de devolverle la taza a Sonju.

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora