¡Está bien! Entremos a Goldy Pond.
{~°~}
—¿Un... Teléfono?— Balbuceó Emma. Tragando saliva, compartiendo una mirada con sus dos acompañantes. Alzaste el teléfono y lo miraste unos segundos, para después ponerlo en tu oreja. Lucas y Emma se acercaron para escuchar
—¿Hola?— Preguntaste.
—Habla William Minerva.— Dijo una voz al otro lado. Los tres al otro lado del teléfono se quedaron de piedra. —Quiero creer que quien atendió este teléfono es alguien que escapó de las granjas. Tengo algo que comunicarte. Primero que nada, quiero pedirte disculpas... Perdón. Este ascensor es un “camino” para cruzar al mundo de los humanos. Pero ya no se puede utilizar.— Lucas se acercó a la máquina, analizándola con seriedad.
—¿A qué se refiere con que ya no se puede utilizar? ¿Dónde se encuentra ahora, señor Minerva?— Preguntaste.
—No sé en qué mes de qué año vivís...— Continuó la llamada. —Pero para cuando escuches esta grabación, ese ascensor va a seguir inmóvil. Tuve que detenerlo... Tuve que cerrar ese “camino”. Fue por mi soberbia, no pude prever que un amigo me traicionaría. A08-63 es un asentamiento que yo creé, aunque probablemente ya no sea seguro... O quizá quedó destruído por la persona que me traicionó, o ellos ya saben de su existencia. Quería expiar mis errores. Mi nombre real es James Ratri. Soy un descendiente de la familia que hizo la “promesa” con ellos hace mil de años. Soy el 35° cabeza de familia. Como heredero de la promesa, soy el mediador entre los dos mundos. Para mantener el orden en el mundo de los humanos... La promesa de hace mil años los convirtió en los únicos sacrificios... No puedo abandonar mi deber... Por el bien del mundo de los humanos. Pero no podía soportarlo... Como humano... Me parecía completamente irracional. Por lo menos, me gustaría darles una oportunidad... De elegir su propio futuro. Por eso puse esa marca en los libros que iban a las granjas... Y creé un alias, William Minerva... Eran solo unas pequeñas pistas... Pero si al menos algunos niños las notaban... Quería que tuvieran un escondite seguro... Y un camino para que quien quisiera pudiera cruzar en secreto... Pero tuve que cerrar ese camino, y probablemente el asentamiento tampoco se pueda usar más. Y además, gracias a los planes de esa persona, ahora mi propia familia atenta contra mi vida.
—¿Qué...?
—Hoy es 20 de mayo del año 2031.— Hubo una pequeña pausa. —Para cuando escuches esta grabación, yo ya no estaré en este mundo. Perdón. Pero esta no es una derrota. No tengo la más mínima intención de dejarme matar sin hacer nada. Hay otros como yo que quieren ayudarlos. Además, ese ascensor no es el único camino para cruzar. Es peligroso, pero existen otros, como por ejemplo... En Grace Field House, en Glory Bell, en Grand Valley y en Goodwill Ridge.— Te tapaste la boca con la mano, sin poder creer lo que oías. —Por lo menos, dentro de esas cuatro granjas de alta calidad hay “caminos”. A diferencia de este lugar, no están cerrados. Conseguí el futuro que deseas. Si querés cruzar en secreto a este mundo, va a haber varios ayudantes esperándote. Si tenés amigos, a ellos también los recibirán. Crucen por el camino que crucen. Pero si no es eso lo que querés... Si querés destruir el orden retorcido de este mundo, di querés destruir la promesa... Hacelo. ¿Quién podría culparte si desatas una guerra contra todos ellos... Y los dos mundos vuelven a ser como eran antes, cazar o ser cazado? Yo no puedo destuirla. Si es lo que deseas, ni yo ni mis compañeros te vamos a detener. Sin embargo... Si el futuro que deseas no es ninguno de esos dos... Buscá los siete muros.
—¿Los siete muros...?— Dudó Lucas. Miraste a Emma, apretando los labios.
—Habíamos escuchado sobre ellos antes... Aunque no estoy segura sobre qué son.— Le contestaste. Te pareció más prudente no mencionar que una demonio se los dijo, al menos por ahora.
—Perdón, ya no tengo tiempo.— Aunque la voz en la grabación se escuchaba tranquila, se oían pasos y golpes lejanos de fondo. —El resto de los detalles están en la cama de Marvine. Todo lo que tenés que saber está ahí. Cómo son las cosas hasta ahora y cómo se sigue. Hiciste un buen trabajo. Imagino que pasaste por cosas terribles... Pero lograste llegar hasta acá. Vos... No, puede que sean ustedes. Me habría gustado escuchar sus voces, y haberlos visto. Hay luz al final del túnel. Síganla. Por favor, vivan. Les deseo éxitos.— De pronto, se escuchó un pitido.
—Se cortó...— Bajaste la mano para mirar el teléfono y descubriste que estabas temblando. Lo devolviste a su lugar y miraste a tus compañeros.
—¡Era un aliado, ¿No?!— Exclamó Emma. Tenía una sonrisa de alivio pintada en la cara. —El señor Minerva... ¡Sí estaba de nuestro lado!— Lucas le sonrió de vuelta.
—¡Sí!
—“Expiación” y “El futuro que deseamos”... Esa era la voluntad de Minerva. Este lugar no era un coto de caza, y este ascensor nos llevaba al mundo humano.— Miraste al rededor. —Todo esto, que este lugar terminara así y que tuviéramos que perder amigos acá, que no podamos ir al mundo humano... Es culpa de la persona que traicionó a... El señor James Ratri. Y ahora, por culpa de esa persona, está muerto. Sí era un aliado, aunque dudamos porque nos hizo venir acá. Esto es porque cambió la situación y no salió como el quería. Y además, los lugares donde están los “caminos”... Son las cuatro granjas de alta calidad, los lugares de donde escapamos. Parece... Increíble.— Concluiste.
—Pero en cualquier forma, ahora sabemos que existen esos caminos y dónde están. Y que tenemos otros aliados.— Recalcó Lucas, aún sonriendo. Esto hizo que te relajaras y sonrieras también.
—Sí... Estoy siendo negativa.— Suspiraste.
—¡Menos mal!— Continuó el adulto. —Con esto, podemos salir de acá, tenemos cómo escapar y sobrevivir todos juntos. Ya no hay nada que me impida destruir este lugar.— Asentiste lentamente con la cabeza.
—Alcancemos el futuro que deseamos, para eso, tenemos que encontrar el resto de la información. En “La cama de Marvine”.
—Esa es un frase que solo los que escapamos podemos entender.— Señaló Emma. —A Marvine, el acompañante de Ugo en “Las crónicas de Ugo”, le gustaba dormir en el interior de los cajones.— Los tres se voltearon a ver la mesita con el teléfono, que tenía dos cajones. La de ojos verdes se acercó.
Los voy a abrir.
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La letrista {Rayxtú}
FanficSabías que desde niño Ray cantaba esa canción de hermosa melodía. Aunque cuando la cantaba, tenía una expresión triste, como si hiciera alusión a un recuerdo amargo. "Ray... Otra vez cantas esa canción triste. ¿Por qué la cantas si te hace sentir m...