VI

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Estabas completamente sorprendida, pero nadie se daría cuenta por la bella sonrisa que estaba pintada en tu cara, por excepción de tus tres cómplices. ¿¡Otra subordinada de los demonios!?

- Hay 16 niños menores de tres años... - Murmuró Norman, con una expresión levemente enojada.

- Y ahora nuestro enemigo no es sólo mamá. - Agregó Ray, con el seño fruncido.

- Escapar va a ser mucho más difícil. - Dijiste, con una mirada sombría que fue rápidamente reemplazada por una expresión de emoción con la que te acercaste a la pequeña niña en los brazos de tu madre.

{~°~}

- ¡Mierda...! - Gritó el albino, golpeando con el puño un árbol. - Tenemos un nuevo subordinado de los demonios, y encima se mudó a esa habitación.

- El dormitorio libre que ordenamos... - Dijiste, sentada en el suelo. - Está en el primer piso, entre las habitaciones de los niños... - Subiste la cabeza, mostrando tu clara expresión de disgusto. - Literalmente, hicimos la fiesta de bienvenida para el enemigo.

- Reorganizar la despensa... Alistar la sábanas. ¡Me podría haber dado cuenta! - Dijo el ojiazul.

- Pero no había forma de prevenirlo - trató de tranquilizarlo Ray - No había forma de—

- No lo digo por eso... - Interrumpió el albino. - Es que mamá hasta nos dió pistas... No nos habría dado esos trabajos si hubiera querido hacer un ataque sorpresa. - El chico se quedó pensando, con una mirada reprobatoria. Pusiste una mano en su hombro.

- No tienes que darte cuenta solo. Cualquiera de nosotros pudo darse cuenta, pero simplemente no pasó por nuestras cabezas. - Le sonreíste tranquilizadoramente, quitando tu mano de si hombro. - aunque es un hecho que no hay forma de que podamos escapar si no superamos a mamá.

- Pero... - Habló el azabache, captando tu atención. - ¿Entonces el objetivo de mamá no es desalentarnos? - Abriste los ojos, sorprendida. - "soy mejor estratega que ustedes" "los conozco demasiado, ríndanse". Probablemente eso sea lo que quiere decir al darnos todas esas pistas. - Tu forma formó una perfecta "O", por lo que el ojinegro tuvo que aguantarse la risa antes de proseguir. - Así que no deberíamos dejarnos llevar. Nosotros vamos a escapar... Y a ganar. No hay que lamentarse por que nuestro oponente festeje, es más, nosotros deberíamos celebrar.

- ¿Eh? - Balbuceó Emma, confundida.

- Aumentaron nuestras fuentes de infomación. - Agregaste, aclarando las dudas de la pelinaranja, que puso una carta de asombro.

- Justo cuando la buscábamos, así que no está nada mal. - Mencionó el ojinegro, con una sonrisa.

- No nos vamos a rendir solo por esto. - Habló la ojiverde, con determinación. - La victoria será nuestra al final.

{~°~}

Estabas sentada en los pies de un árbol escuchando con atención lo que tus cómplices decían.

- Primero tenemos que de dónde vinieron esas dos - Dijo Emma. Asentiste en silencio con la cabeza.

- Sí. - Respondió Ray.

- Carol llegó en lugar de Conny, osea, reposición de mercadería. - Dedujo Norman.

- Sí, esto es una "granja", no un "hogar de niños"...  - Dijo el azabache, captando tu atención. - Así que los demonios deben tener alguna base de suministro... Que fabrique o secuestre bebés de un año.

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora