¿A dónde se fueron todos?
Mirabas el claro vacío, sorprendida y aterrada. No pueden haber desaparecido... No. Tienen que estar en algún lado. Tengo que calmarme y pensar. ¿A dónde pueden...? Oíste algo quebrarse de bajo tus pies, y apenas tomaste a Thoma entre tus brazos cuando empezaron a caer. Sentiste a alguien abrazarte fuertemente por la espalda. Cayeron en la oscuridad contra un duro suelo. La persona que te abrazó recibió la mayor parte del impacto, pero aún así tu cuerpo dolía. Te levantaste, sosteniendo la mano de Thoma. ¿Qué pasó? ¿El piso se partió? Bajaste la cabeza hacia el menor.
—¿Estás bien, Thoma?— El niño asintió con la cabeza, tranquilizándose. Giraste tu cabeza para encontrarte con Ray. Al cruzar su mirada con la tuya, alejó sus brazos de tí rápidamente.
—Yo... Perdón.— Balbuceó. Suspiraste, ignorándolo.
—¡RAY! ¡_______! ¡THOMA!— Oíste que gritaban. —¡¿ESTÁN BIEN?!— Thoma dió un salto en su lugar.
—¡WAAAHH! ¡HAY BICHOS!— Se alejó del insecto volador dando manotazos al aire.
—¡¿ESCUCHASTE? ESTAMOS BIEN!— Habló el azabache mayor. Se acercaron a Emma y Chris, mirando aún al rededor.
—¿Estamos... Bajo tierra?— Preguntó la de cabellos anaranjados.
—Es lo más probable.— Informó Ray.
—¿Hay una posibilidad de que el resto esté acá?
—Solo hay una forma de averiguarlo.— Contestaste. —Ay que buscarlos.— Chris tiró de la manga de tu camisa y señaló una luz a la lejanía.
—¡Emma! ¡________! ¡Ray!— Oyeron gritos a la lejanía. Corrieron hacia el grupo, asegurándose de que estaban todos en perfecto estado.
—¡Menos mal que todos están bien!— Dijo Emma, abrazando a Alicia e Yvette.
—¿Qué es este lugar?— Preguntaste, mirando al rededor. Las raíces se alzaban hasta el techo, encerrándolos, y había varias flores fluorescentes, junto con insectos que no conocías. No conozco nada de esto... ¿Lo que nos enseñaron el el hogar está mal? ¿O el ecosistema cambió por los demonios? Por lo menos ests vez tuvimos suerte de no caer en ningún lugar peligroso... Todavía hay mucho que aprender del mundo. —Lo primero es encontrar la forma de salir.— Alzaste tu mano y tomaste una de las ramas que colgaban del techo, pero se rompió casi al instante. —Estas ramas son muy débiles como para subir trepando...
—Parece que se nos va a complicar subir a la superficie.— Concordó Gilda.
—De momento, lo mejor es seguir avanzando.— Habló Ray. Emma tomó el liderazgo de la situación, indicándoles a los chicos que sigan el camino.
—Se están divirtiendo.— Señaló Gilda.
—Sí...— Observaste como los niños jugaban, sonriendo. —Ya se olvidaron del cansancio. Además es mucho más cálido que arriba...
—Incluso puede ser mejor, ya que los demonios no nos van a ver.— Concluyó Emma.
—No...— Refutó Ray. —Lo mejor es salir lo antes posible. No sabemos cómo sigue el camino... Y no vamos a tener por dónde escapar si nos encuentran. Además este bosque es raro... Y todo este sitio subterráneo también. ¿Por qué hay una cueva así?— Llegaron a un claro en donde las raíces del árbol se juntaban en el centro, rodeado de unas flores brillantes preciosas. Alicia y Memima se acercaron.
—¡Son muy lindas! ¡Y tienen un rico aroma! ¡Y brillan!
—Pero el camino no llevaba a la salida...— Susurraste. Don se acercó al árbol, tocando la superficie con la palma de su mano.
—¡No llevaba a la salida, pero podemos salir por acá! ¡Voy a ver si puedo trepar!— Dijo, con una sonrisa.
—¡Por favor!— Pidió Emma. Thoma y Lannion le alcanzaron las sogas, pero oyeron a Nat gritar.
—¿Qué pasó, Nat?— Preguntó Ray.
—E-eso.... ¡A-arriba...!— Señaló al techo de raíces, del cual colgaban varios cadáveres de animales disecados. ¡¿Qué es eso?! ¡¿Animales disecados?! ¿Pero por qué...?
—Malas noticias, chicas.— Habló el azabache. —Este árbol... Este bosque...
—¡Alicia, Jemima!— Exclamó la de cabellos anaranjados. —¡CORRAN!— Te giraste para ver a las niñas, notando que unas raíces de acercaban a ellas. Emma corrió hacia allí, tomando a las chicas y poniéndolas en un lugar seguro. Los demás niños también corrieron hacia el centro del lugar, escapando de las raíces.
—Ey...— Habló Lannion. —¡La entrada ya no está! ¡Miren!— Señaló a un lugar en la pared, en el que anteriormente estaba el camino por el que entraron. —¡ESTAMOS ENCERRADOS! ¡NOS ENCERRARON SIN QUE NOS DIÉRAMOS CUENTA!
—¿Qué... Qué es esto?— Inquirió Nat, horrorizado.
—Probablemente el lugar en el que el árbol se alimenta.— Hablaste. Ray asintió.
—El árbol atrapa animales y se los come.
—¡¿SE LOS COME?!— Gritó asqueado Don.
—Sí.— Confirmó Ray. —Y nos hizo caer para guiarnos hasta acá y poder devorarnos. Para eso existe esta cueva. Por eso solo hay un solo camino.
—Entonces eso quiere decir que caímos en su trampa...— Murmuró Anna.
—¡Todos juntos! ¡No se separen!— Ordenó el de ojos carbones. ¡Increíble! ¡No solo los demonios son nuestros enemigos, sino que el medioambiente también! ¡El mundo está lleno de peligros! No sabemos las suficientes cosas... ¡Ni sobre el exterior no sobre el mundo!
—¡¿Qué hacemos?!— Preguntó Don. —¡¿Prendemos fuego el árbol?!
—¡No, es demasiado peligroso!— Refutó el azabache. —¡Estamos en un lugar cerrado, moriríamos antes de que el árbol se queme lo suficiente! ¡Además el humo le indicaría nuestra posición a los captores!
—¡¿Entonces qué hacemos?!— Exclamó Gilda. Se giró hacia tí, preocupada. —¡¿Qué hacemos, ______?!
—Esto...— Balbuceaste. —Yo leí algo sobre esto...
—¡Sí!— Gritó Emma. —¡Es la serpiente de no-sé-cuánto!
—¡¿La qué?!— Preguntó Ray.
—¡Está en uno de los libros de Minerva!— Aclaró la de ojos verdes. —¡Uno de los dos libros que creí que eran especiales! ¡Lo leí ahí! ¡Sabía que nos iba a servir de guía!— Sacó el libro de su mochila.
¡La novela de aventuras del señor Minerva!
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AnonnimousAngels reportándose:
¡Hola! Espero que se encuentren muy bien.
¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LOS 100K DE VISTAS, LOS AMO!
Así que, esta es la primera parte de la maratón, ¡Espero que les guste!
Sin nada más que decir,
Cambio y fuera.
—1/7

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La letrista {Rayxtú}
Fiksi PenggemarSabías que desde niño Ray cantaba esa canción de hermosa melodía. Aunque cuando la cantaba, tenía una expresión triste, como si hiciera alusión a un recuerdo amargo. "Ray... Otra vez cantas esa canción triste. ¿Por qué la cantas si te hace sentir m...