Encontramos la forma de llegar a “La entrada”.
—¿Encontraron la forma de ir a la entrada, no solo pistas?— Preguntó Emocionado Lannion. Lo miraste, feliz.
—Sí.
—Es todo gracias a ustedes.— Sonrió Emma. —Porque este año... Todos nos ayudaron. Quedan dos meses. Nos alcanza el tiempo.
—Sí, todavía no podemos bajar la guardia, pero encontramos “El día y la noche”.— Explicó Ray, más animado que de costumbre. —Podemos ir a hacer una nueva promesa. Está a un solo paso de distancia... Un mundo sin persecución. ¡Un futuro en el que podamos vivir como deseemos!
—¿Entonces? ¿Cómo se entra?— Preguntó Yugo. —A esa tal “Entrada”... A ese lugar.
—Con esto.— Empezaste a buscar algo en tu mochila y sacaste una cantimplora de vidrio, llena de agua dorada. Cuando estaban a punto de explicar Pepe, que estaba encargado de cuidar desde la sala de monitores, entró corriendo.
—¡Nos atacan! ¡Tenemos que escapar ya!— Exclamó, y parte de sus palabras se perdieron en el fuerte sonido de una explosión. Y en menos de un segundo, todos estaban ocultos en la sala de armas oculta detrás del piano.
—¿Están todos bien? ¿Estamos todos?— Susurraste, abrazando a Yvette.
—Recién nos conté.— Te informó Gilda, acomodándose a tu lado para que la escuches mejor. —Somos sesenta y uno, osea que faltan Lucas y Rossi, estamos todos sanos y salvos. Le agradeciste en voz baja. Nos atacan... Humanos. Finalmente llegó el clan Ratri.
—¿Pero cómo encontraron este lugar? Con lo cuidadosos que fuimos...— Inquirió Zack.
—No lo entiendo...— Balbuceó Pepe. —Aparecieron de la nada... Desde la oscuridad. No fue que fuimos descuidados, Rossi y yo estuvimos mirando todo el tiempo. No había nada en ningún lado, no había anomalías. Pero de repente...— ¿Puede ser... Que pasaron por los puntos ciegos de las cámaras? ¿Pero cómo?
—Calmémosnos.— Intervino Oliver, poniendo orden rápidamente. —¿Cuántos son?
—Ocho, hasta donde ví.
—¿Y Rossi? ¿Está con Lucas?— Preguntó Emma.
—Sí.— Confirmó el chico. —Estaba preocupado por si se le complicaba por su pierna. Ahora están juntos en la habitación secreta. Ahí no los van a encontrar, pueden quedarse escondidos.— Oyeron pasos en el salón del otro lado del mecanismo secreto del piano.
—Aunque nos escondamos, es cuestión de tiempo hasta que nos encuentren.— Aceptó Ray, una vez los pasos se alejaron.
—¿Y entonces? ¿Qué hacemos?— Preguntó un niño. Miraste a Ray y a Emma y llegaron a un acuerdo silencioso.
—Escapemos, este lugar ya no sirve.— Suspiraste. —Ya lo descubrieron. —Incluso aunque solo mandaron a ocho personas contra nosotros, lo más probable es que todo el clan Ratri lo sepa ya.
—Tenemos que abandonar el refugio, ¿No?— Agregó Yvette. Los niños compartieron miradas, tristes. Murmuraban sobre dejar su hogar, las huertas... Y hasta el contacto con el ayudante.

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La letrista {Rayxtú}
FanfictionSabías que desde niño Ray cantaba esa canción de hermosa melodía. Aunque cuando la cantaba, tenía una expresión triste, como si hiciera alusión a un recuerdo amargo. "Ray... Otra vez cantas esa canción triste. ¿Por qué la cantas si te hace sentir m...