XXIII

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Nos vamos a escapar en menos de seis días.

—Pero si es posible, me gustaría hacerlo mañana.— Continuó Norman. —Antes de que mamá o la hermana puedan reaccionar. Vamos a escapar cuando completemos la inspección.

—Vamos.— Hablaste, empezando a caminar hacia el bosque, siendo seguida por Emma y Norman. Una vez frente al muro, la de orbes verdes se trepó al árbol, en busca de las sogas.

—Me encantaría que Valentino estuviera aquí para ver esto...— Sonreíste, con una mirada melancólica.

—______... Sería increíble, pero al menos estamos nosotros, ¿Verdad?— Dijo el de ojos azules.

—Sí, por supuesto. Están ustedes, Don, Gilda, los otros chicos... Y Ray mep prometió que no me dejaría sola, así que...— Contestaste, recibiendo la bolsa con las sogas que te lanzó Emma. —Espero que todo le esté saliendo bien con mamá.

—Empecemos con el cambio de fármacos.— Habló el azabache, frente a Isabella. Ambos subieron las escaleras es silencio. Que extraño... No veo a la hermana por ningún lado. ¿Dónde está? ¿Qué está haciendo?

—Me deshice de ella.— Dijo su cuidadora.

—¿Eh?— Balbuceó el chico, deteniéndose al oír las palabras de su madre.

—Me deshice de la hermana Krone.— Aclaró la de ojos morados. El muchacho pareció no reaccionar al principio, pero corrió hacia la que anteriormente era la habitación de la ayudante de Isabella, abriendo la puerta con brusquedad, viendo como todos los elementos personales de la morena mayor habían sido removidos. —Ya no la necesitaba, así que la eliminé.— Continuó la cuidadora, detrás de Ray. —Y a vos tampoco te necesito.

—¿Qué?— Cuestionó el de ojos carbones.

—Nuestro trato termina en este momento.

—¿Qué? ¿Me estás descartando?— Exclamó él. —¿Por qué? ¡Me necesitas, ¿O no?! Me usaste para poder engañarlos... Y poder controlarlos tranquilamente aunque sea de forma indirecta.

—Exactamente.— Confirmó Isabella.

—Hice bien mi trabajo. Para vos.

—Sí, fuiste un perro útil. Por eso te dejé estar a mi lado. Aunque seas un traicionero mentiroso.

—Pero eso... ¡No es ningún problema, ¿O no?! ¡Mientras puedas usarme!— Mientras sienta que puede controlarnos a todos, yo incluído.

—Sí.— Concordó la mujer. —Es cierto, no cometiste ningún error, es un despido injustificado. Yo también lo lamento, no es algo que esperaba. No quería deshacerme de vos hasta el último momento.

—¡Entonces...!

—Pero no queda otra.— Lo interrumpió mientras sacaba su reloj de bolsillo. —Cambiaron las circunstancias. A partir de ahora, los voy a controlar sola. Perdón, Ray. Discúlpame por lo que voy a hacer ahora.— La mujer cerró la puerta con llave, dejando al muchacho encerrado adentro. —Quedate ahí un rato. Cuando vuelva, te dejo salir. Bueno, por la velocidad de las tres señales que corren en el bosque, son Emma, Norman y ______. Están yendo directamente al muro... Deben estar yendo a inspeccionar. Ah, cierto, me da igual lo de los fármacos. Sé que me vas a proteger. Vos no me vas a matar, por el bien de los esos chicos. Van a usar otra forma para bloquearme al cien por ciento. Bueno, Ray... Gracias por todo tu trabajo.— Agregó, mientras bajaba las escaleras.

—¡Mierda!— Balbuceó el azabache, tratando de girar la perilla de la puerta. Caminó un poco para atrás y pateó con fuerza la puerta, tirándola y permitiéndole ver al moreno que se encontraba del otro lado. Una vez que el pedazo de madera quedó tirado en el suelo salió. —¡Perdón...!— Balbuceó al ver a Don en el suelo.

—¡No importa, Ray!— Gritó el menor. Ambos corrieron fuera de la casa, encontrándose con Gilda en el patio.

—¡¿Detenemos la inspección?! ¡¿Tenemos que parar a Norman, Emma y _______?!— Preguntó la peliverde.

—¡Hay que completar la inspección sí o sí!— Exclamó el castaño. —¡Vamos a parar a mamá!

—¡¿A mamá?!— Exclamó perpleja la de lentes. Ray corría tan rápido como podía hacia el bosque. Dijo que a partir de ahora nos va a controlar sola. Eso significa que no se dió por vencida en despacharnos en tiempo y forma. ¡No nos va a despachar todavía! Pero... ¡¿Qué circunstancias cambiaron?! Como sea, no tiene ningún sentido detener la inspección. No. Lo que nos espera ahora... ¡Es control directo! ¡Si no lo hacemos ya, no vamos a tener otra oportunidad para hacer la inspección! ¡Tenemos que hacer la inspección antes de que mamá nos detenga!

—Chicos.— Susurraste al oír pasos acercándose. Se detuvieron y Norman te hizo la señal para que lanzaras la bolsa con las sogas lejos de ustedes; lo último que querían es que mamá las encuentre. Los pasos retumbaban por el bosque, haciendo cada célula de tu cuerpo tensarse por la ansiedad. Isabella apareció de entre los árboles, con su rastreador en mano.

—¿Mamá?— Preguntaste con una sonrisa cariñosa.

—¿Qué pasa?— Preguntó Emma, imitando tu acción. ¡¿Qué está pasando?! ¿Y Ray? ¿Gilda? ¿Don? Tengo que pensar. ¿Por qué mamá está acá? ¡¿Qué está pasando?! Te preguntabas. Ray, por otro lado, tenía otros pensamientos. ¡Dense cuenta, _______, Emma, Norman!

¡Tienen que continuar la inspección aunque mamá esté ahí!

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anonnimousAngels reportándose:

HolAAAS

Casi terminamos con el tercer manga y recién me estoy dando cuenta, QUEDA SOLO UN CAP AAAAA

Pero bueno, el fanfic está teniendo mucho apoyo últimamente y se los agradezco de corazón 💖💕

Also en unos caps pongo el especial de navidad, ¿De qué quieren que sea? ¿Que esté ambientado en algún escenario, que sea un imagina, algo por el estilo? Ustedes también merecen su regalito ÚwÙ ❤️

Bueno, sin nada más que decir,

Cambio y fuera.

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora