La letrista {Rayxtú}

XXII

Se encontraban en el patio, viendo como los demás niños corrían a su alrededor.

—Repasemos.— Pidió Ray. —Después del almuerzo, durante la hora libre, yo voy a llamar a mamá. ______, Norman y Emma van a trepar al muro para inspeccionar. Don y Gilda se van a quedar afuera, en un lugar desde el que puedan ver la ventana de la planta alta que da al sur. En caso de que no pueda distraer a mamá, les voy a hacer una señal, y ustedes le avisan a ellos para que aborten la inspección. Probablemente mamá sospeche. No me pareció que nos haya descubierto, pero no podemos ser optimistas. Puede que decida no hacerme caso al último momento.

—¿Y si pasa eso tenemos que renunciar a la inspección?— Preguntó Don.

—Sí...— Afirmó el azabache. —Por un tiempo, dependiendo de la situación. ¿Entienden? Si piensa que no puede controlarnos, perdimos. El objetivo de mamá es despacharnos cuando corresponde, en especial a los que tenemos puntuaciones perfectas. No va a aceptar despacharnos ahora después de todo el tiempo que invirtió en criarnos. Mientras pueda controlarnos, lo va a hacer y tiene la confianza en que puede. Así es Isabella, nuestra criadora.

—Podemos generar sospechas o parecer desconfiados, pero también tiene que parecer que nos puede controlar.— Simplificaste. —Por suerte, no va a haber despacho regular el mes que viene. Quedan seis días para poner en marcha el plan...

—Pero llegado el caso, quedan dos meses y medio para que me despachen en tiempo y forma.— Completó Ray. Su comentario te generó un escalofrío de terror; lo último que querías era llegar a ese punto. El de ojos carbones te acarició la espalda, tratando de calmarte. —Si pasa algo, detenemos la inspección.— Continuó. —Aunque sea una farsa... Tenemos que parecer controlables. ¿Entienden?— Don y Gilda asintieron con la cabeza.

—¿Podemos hablar un momento, Ray, ______?— Preguntó Norman. Lo siguieron a él y a Emma hasta dentro de la casa.

—¿Qué...?— Balbuceaste.

—¡¿Krone sabe que podemos deshacernos de los rastreadores?!— Exclamó el pelinegro.

—Conseguimos información de ella.— Mencionó el albino. —Pero igualmente me gustaría adelantar la fecha del escape. ¿Cuándo podés romper los rastreadores?— El de orbes negros se los quedó mirando un segundo, pero luego se agachó y sacó una caja de debajo de una mesita de luz, para ponerla sobre ésta.

—¿Qué es eso?— Preguntaste.

—Mamá me dió esto mientras ellos estaban en la habitación de la hermana Krone. Es mi recompensa por venderlos.

—Una cámara instantánea...— Sonreíste con gracia, sosteniendo el aparato entre tus manos.

—Estaba esperando eso.— Aclaró Ray.— Con eso, conseguí la parte que me faltaba. Puedo destruir los rastreadores en cualquier momento. Así que según como vaya la inspección, podemos adelantar la fecha. Aunque nos perjudica que Krone haya descubierto lo que sabemos...

—Sí, nos perjudica... Porque este modo de inhabilitar los rastreadores es prueba definitiva definitiva de nuestros planes.— Mencionaste. —No podemos permitir que consiga esas pruebas. Tenemos que hacer la inspección y escapar antes de que las consiga.

—Sí.— Confirmó Ray. —Pero no cambia el hecho de que tenemos que ocuparnos de mamá.

—Ya sé.— Respondiste. —Ocupémosnos de la hermana también. Aunque se de cuenta, mientras no lo encuentre no pasa nada. Ni las pruebas... Ni algo relacionado a ellas. — Concluiste.

—Nunca había visto una cámara.— Mencionó Emma.

—Sí, es la primera vez que veo una.— Agregaste.

—Yo también.— Se unió Norman.

—Pónganse, les saco una foto.— Señaló Ray.

—¡¿En serio?!— Exclamó asombrada la de cabellos anaranjados. El azabache levantó la cámara y la apuntó hacia ustedes.

—Cierto, tengan cuidado. Dicen que se te puede salir el alma cuando te sacan una foto.

—¡¿Eh?! ¡Esperá!— Exclamó la de ojos verdes.

—No te preocupes, es mentira.— Trató de tranquilizarla el de orbes azules. No pudiste evitarlo y subiste tu mano tratando de tapar tus carcajadas, hasta que un sonoro “click” llegó a tus oídos.

— Jajaja, tenés cara de susto, Emma.— Rio Ray.

—¡No lo puedo creer!— Balbuceó la mencionada.

—Así que esto es una foto.— Mencionó Norman.

—Se ve asombroso...— Agregaste. —¿Dónde lo vas a poner?

—Siempre escondí mis recompensas acá.— Dijo el de ojos negruzcos, mostrándoles un hueco en el suelo.

—¿En lugares así?— Cuestionó Emma, con extrañeza.

—Ahora está debajo de la mesita de luz de Alicia, así que dudo que lo encuentren.— Continuó Ray, acomodando de nuevo el mueble en su lugar. —Además, dejé otra carnada.

—¿Otra carnada?— Preguntaste, confundida.

—No se preocupen, no es nada que afecte nuestro plan. Va a distraerla un poco... Y también va a dispersar la atención de mamá. No saben que se acerca la fecha del escape. Antes de que se den cuenta... Vamos a estar del otro lado.

Vamos a escapar.

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anonnimousAngels reportándose:

Hola, ¿Cómo están?

Sé que el capítulo es corto, pero estoy algo ocupada con los últimos exámenes del colegio y eso me quita tiempo e inspiración. Tan pronto como terminen las clases, voy a ponerme las pilas.

También se acerca navidad y me gustaría hacer un especial, ¿Les gustaría que fuera de algo en específico?

Son nada más que decir,

Cambio y fuera.