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Los niños se encontraban en el bosque, jugando a las escondidas en distintos grupos.

— ¿Jugar a las escondidas en equipo? — Preguntó la pelinaranja.

— Sí. — Respondiste.

— Si escapamos por separado, la mayoría va a morir. — Dijo el azabache, recibiendo una mala mirada por parte de la de ojos verdes. — Pero no nos movemos mal todos juntos, conseguimos bastante información.

— Así que cuando nos escapemos, va a ser organizados en grupos. — Afirmó el albino.

— Y para eso, vamos a dividirnos y jugar a las escondidas. — Completaste.

— _____, ahora te voy a hacer memorizar diez tipos de formaciones en grupo. — Dijo el de ojos negros. Le diste una sonrisa.

— Bien.

Estabas arriba de un árbol, buscando alguna pista sobre el chico que buscaba. Tenemos que mejorar... Tanto para que el escape sea un éxito como para lo que viene después. Y además, vamos a tener que decirles a Don y a Gilda. Y cuando sepan todo, los vamos a poner a liderar equipos.

{~°~}

— ¿Y entonces? — Habló el de ojos negros, cuidándose de que únicamente lo escuche el albino. — ¿Con esto qué hacemos? — A mamá y a la hermana...

— Pensemos un método. — Dijo el de ojos azules.

— Probablemente sólo vos y yo podamos hacer algo sobre esto. No creo que ni _____, Emma o el resto puedan hacerlo, emocionalmente hablando.

— Pero es lo más normal. — Dijo Norman con una sonrisa. — Primero tenemos que separar a mamá y a la hermana. Podemos incapacitarlas si es dos contra uno.

— Incapacitarlas... — Repitió el azabache.

— Es más difícil que matarlas. — Aclaró el albino. — No es que sea imposible matarlas... Sino que no las podemos matar por otra razón. Nosotros tenemos rastreadores porque somos la mercadería... Así que podemos suponer que mamá y la hermana tengan algo similar para estar en contacto con sus supervisores.

— Tenés razón. Es muy probable, teniendo en cuenta que podría haber algún accidente o se podían enfermar y morir. — Dijo Ray. ¡Tenemos que encontrar un modo para el que se muevan!

— Mamá sí que da miedo... — Dijo el de ojos azules. — Sólo hizo una cosa: nos insinuó lo de los rastreadores... Y con eso nos amenazó con que no podríamos escapar, que no podríamos romper los rastreadores ni matar a las "criadoras". Bloqueó todos nuestros movimientos. A primera vista, pareció un mal movimiento...

— Está segura de que estamos dudando... Por qué ella fue quien nos crió. — Agregó el azabache. — Por otro lado, no necesitaría esforzarse tanto si fuéramos más sumisos. — ¿Podemos escabullirnos a espaldas de mamá?

— Sea como sea, aprendimos bastante de mamá en estos diez días. — Mencionó Norman

— ¿Qué querés decir? — Preguntó la de ojos verdes.

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora