LXIII

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¿Porqué el demonio en ese momento... No regeneró su mano inmediatamente?

—Cuando Nigel le disparó en la mano izquierda, le generó una herida bastante profunda.— Explicaste. —Pero cuando Leuvis destruyó la casa, ¿No la tenía igual? Pensé que la regeneración era una cosa automática y natural, pero... Puede que sea algo consciente. Y de ser así, puede que la regeneración tenga algún tipo de desventaja...

—¿A qué te refieres?— Preguntó Nigel.

—A que quizá pueda usarla un número limitado de veces.— Aclaró Ray. —O que le consuma una cantidad enorme de energía... Los humanos también tenemos. El número de duplicaciones de las células tiene un límite, el límite de Hayflick. Cuando se es joven, se regenera inmediatamente, pero a medida que se envejece, se vuelve más lento.

—Entonces que usted lo disparara estuvo bien, señor.— Dijo Emma, mirando al mencionado. —Que hiciera eso fue lo correcto. Disparémosle sin parar.

—No sabemos cuándo va a recuperar la vista, pero mientras la granada cegadora tenga efecto... Hay que dispararle sin parar.— Hablaste. —El ojo sería lo ideal, pero el resto también. Hay que causarle todas las heridas que podamos... Antes de que de recupere sus sentidos por completo.—De pronto, miraste a la ventana. Palvus estaba ahí, mirando con su único y enorme ojo. Antes de que pudieras decir una palabra soltó un chirrido, llamando a su amo, que hizo volar la pared mientras el grupo de humanos escapaba. El demonio entro con una sonrisa.

—Bien... ¿Dónde están, Emma y ________?— Lo observaste de reojo. ¿Ya puede ver...? ¡No, todavía no recuperó la vista! Ahora sí vamos a terminar con todo. ¡Ahora sí vamos a ganar! Emma giró sobre sus talones, empezando a disparar al comegente, que hizo lo posible en un espacio tan estrecho para evitar la mayoría de las balas. Con fuerza pateaste una mesa, esperando desorientarlo.

—¡Emma, corre!— Con el movimiento de su brazo, partió la mesa a la mitad en el aire, pero Nigel y Ray lo recibieron con una lluvia de balas. Momentáneamente, se borró la sonrisa del demonio. Se acercó y destruyó el arma de Nigel, que retrocedió. Emma le baleó el brazo. La granada cegadora funcionó muy bien, pero ya está empezando a recuperar la vista... Aunque no lo suficiente como para agarrar las balas. No pasa nada, es ahora, en este lugar angosto tenemos la ventaja. Tenemos muchas balas y armas. Dejamos muchas pistolas escondidas por toda la aldea para usar con el plan anterior. Con todo esto y sin trabas... Los cuatro niños se pararon en el pasillo y se pusieron en posición, apuntando todos juntos a Leuvis, que cuando giró la esquina, no pudo evitar el nubarrón de balas. ¡Le vamos a disparar con todo lo que tenemos! El ser se acercó a una pared rompiéndola con el puño como había hecho anteriormente. Cuando salió, el señor desde el tejado de la casa del frente le comenzó a disparar. Ustedes salieron de la casa, aún disparando. Leuvis se detuvo en medio de la calle y pareció que iba a cambiar de estrategia, cuando se vió obligado a esquivar el pedazo de una casa. Adam lo miraba, acercándose con lentitud, repitiendo el mismo número de siempre: 22194.

—¿Tiró una casa? ¿Quién es ese?— Te preguntó Ray. Violet saltó al lado del chico proveniente de Lambda antes de que pudieras contestar.

—¡Dale, Adam! ¡Hace volar a ese monstruo!— Ordenó con voz potente. Y antes de que ninguno parpadeara, Leuvis había sido expulsado al aire de un solo puñetazo.

—¡Es ahora! ¡Nuestra oportunidad!— El señor te sacó de tu sorpresa con velocidad. —¡Apunten!— Todos alzaron las pistolas y dispararon. El demonio cayó al suelo en cuatro patas, recién ahí pudiendo evitar la balacera.

—¡Me encontré con Adam en el camino!— Contó Violet, todavía disparando. —¿Qué pasó con la granada cegadora?

—¡La usamos!— Contestó Emma. —Pero su efecto se está disipando. ¡Apunta no solo a los ojos y dispara! Tenemos que dispararle. ¡Los ataques comunes también le causan daño!

—Está bien.— La chica sacó un silbato y lo sopló, llamando la atención del enorme muchacho. —¡Adam! ¡Tira todo!— El chico empezó a lanzar escombros hacia el monstruo, que los esquivaba como podía. Si este plan falla, perdemos. Sin dudas está funcionando, pero no es suficiente. Más, más, tenemos que dispararle más, hasta que se agote. Leuvis se acercó a Violet, y Emma sacó una granada cegadora. Pero cuando el seguro se quitó, el demonio rápidamente usó su capa para salir del efecto de la granada. Todos los demás aprovecharon su distracción para disparar más, y Adam lanzó una columna que le cortó la mandíbula.

—Presta atención, ahí hay dos personas.— Le indicó. Y efectivamente, Nigel y Violet saltaron para salir de la zona de impacto de los escombros. El demonio corrió hacia el chico y le asestó un golpe en el estómago, lanzándolo al otro lado de la calle, en donde se estrelló con fuerza en unas casas. El señor, que estaba en el tejado de esa casa, se tambaleó evitando caerse. Resbaló, pero logró enderezarse a tiempo. Ese demonio... Ya casi recupera la vista por completo, el momento es ahora. Es la última oportunidad que tenemos, no podemos dejarla escapar. No vamos a dejarla escapar. Acomodaste tu pistola, acercándote a Emma, poniéndote a sus espaldas. Le pusiste una mano en el hombro y sonreíste, cosa que ella devolvió. Ambas apuntaron hacia el demonio.

—¡No dejen de disparar!— Dijiste. De pronto, el demonio dejó de estar en el centro del círculo que habían formado a su alrededor. Dejaste de poder verlo, y tardaste un rato en darte cuenta que se te volvía difícil respirar y sentías que el abdomen te quemaba. Emma saltó hacia adelante y viste un hilo de sangre en su espalda antes de que se diera la vuelta y te mirara horrorizada. Bajaste la vista y viste dos filosos dedos atravesando tu torso. La sangre caliente y espesa brotaba de las heridas y chorreaba de tu cuerpo al piso, dejando un charco rojo y caliente, en el que tu pistola se hundía. Subiste la cabeza, buscando con la mirada a Ray, que parecía no poder procesar lo que veía.

—Qué pena.— Dijo el demonio. —Se les acabó el tiempo.

¡____________!

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Hola! AnonnimousAngels reportándose.

Lamento subir esto hoy y no ayer aaaAAA, entre todas las festividades no tuve tiempo de terminarlo bien, pido mil disculpas. También estoy preparando un especial de Navidad que publicaré hoy.

Los amo muchísimo y espero que hayan pasado unas hermosas fiestas, y si no, espero que sepas que merecías pasarla lindo. No estoy segura de que este capítulo te haga sentir mejor pero espero que está la posibilidad, lo haga ♡. ¿Les regalaron algo? ¿Qué cosa/cosas? A mí me regalaron la saga de Percy Jackson y estoy muy feliz.

Hoy es el cumpleaños de mi mamá, si pudieran decirle feliz cumpleaños lo agradecería mucho ♡.

En fin, muchas gracias por todo el apoyo, los amo.

Sin nada más que decir,

Cambio y fuera.

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora