La letrista {Rayxtú}

XI

Entre sus hermanos... Se encuentra la fuente de información de mamá. ¿Quién?
¿Cuántos?
Y mucho más importante...
¿Por qué?

- ¿Cual es su puntuación? - Te preguntó el azabache.

- Eh... ¿De Phil? - Te detuviste un segundo a pensar. - Si mal no recuerdo, su último promedio era de 203.

- Bastante alto... - Dijo el chico.

- Además, fue uno de los últimos seis durante las escondidas contra la hermana...

- ¿A qué quieren llegar con todo esto? - Preguntó la pelinaranja, confundida.

- Sherry y él siempre te están buscando a vos y a Norman... - Agregó el de ojos negro, aclarándose. La de de ojos verdes pensó por un segundo, para tirarse al suelo.

- ¡NOOOO, BASTAAAA! ¡Qué miedo, qué miedo! - Gritó.

- Tonta. ¡Tenés que dudar más! ¡Aunque no te guste! - Dijo él, claramente molesto. Tomaste su brazo y lo miraste seriamente.

- Ray... No seas tan dura con ella. Obviamente, mientras más pronto sepamos quién es la fuente mejor, pero creo que de eso mejor nos encargamos nosotros. - El azabache chasqueó la lengua en reprobación, pero no dijo nada más al respecto.

{~°~}

- Gracias por la comida. - Dijeron todos tus hermanos antes de empezar comer. Llevaste el primer bocado a tu boca, viendo como el de ojos negros habría la boca para hablar.

- Todavía no estoy satisfecho. - Mencionó.

- En diez días pondremos en marcha nuestro plan de la escape, el ocho de noviembre. - Habló el albino.

- Espe- Espe- ¡Esperá! - Dijo la de cabello anaranjado, acercándose al chico siendo seguida por Ray. Vos simplemente te quedaste en tu lugar, procesando las palabras del de ojos azules. Ambos se lanzaron sobre el recién mencionado, hablando primero la chica. - ¿¡No es demasiado pronto!? Aunque por mí está bien, pero...

- No está bien. - Dijo el de ojos negros, golpeando en la cabeza a la de orbes verdes. Luego, devolvió su vista hacia el ojiazul. - Mamá quiere controlarnos, así que mientras no podamos movernos, ella tampoco va a hacerlo... ¿Eso no significa que tenemos tiempo?

- Sí, justamente por eso. - Dijo el cabellos blancos, por fin encontrando un espacio para hablar.

- ¿A qué te referís? - Preguntó Emma.

- Si nosotros podemos darnos cuenta de eso, entonces mamá también se va a avivar. - Hablaste por primera vez sobre el tema, recibiendo una mirada agradecida por parte de Norman.

- Tenemos que ser más astutos que ella. - Completó tu frase. - Sea como sea, quiero que escapemos antes de que llegue el invierno. Tampoco es que vamos a salir ya.

- No sabíamos que iba a hacer mamá, así que estuvimos preparándonos bastante rápido. - Agregaste, acercándote a los demás chicos.

- Podemos ajustar lo que falta los próximos diez días. - Habló el ojiazul.

- Ella tampoco tiene la intención de ocultar la existencia de su fuente de información. Tampoco es que es obvio, pero si realmente quisiera ocultárnoslo, habría puesto a la hermana a vigilarnos a nosotros seis. Que haya tiempo es una trampa. - Concluiste, recibiendo una mirada asombrada y algo indignada por parte del azabache.