LXXV

759 92 10
                                    

Nunca te voy a dejar sola, ________.

Abriste los ojos y te encontraste apoyada en el hombro de Ray, que dormía. Emma pasó corriendo por el pasillo y te enderezaste.

—¿Qué pasó?— Le preguntaste. Detuvo su paso y te miró preocupada.

—Tengo que fijarme algo afuera...— Recordaste tu sueño y te pusiste de pie, con cuidado de no despertar a Ray. Y de pronto, se oyó una terrible explosión. Rápidamente todos se movilizaron y corrieron a la salida, viendo como en el descampado había un punto que expulsaba una enorme cantidad de humo. Emma se arrodilló en el suelo, horrorizada. Te diste cuenta que tu cuerpo empezaba a temblar. —No puede ser...— Balbuceó la de cabellos naranjas. —No... Yugo... Lucas...— Esperaron hasta la noche, pero nadie vino.

—Ya están tardando demasiado...— Mencionó Oliver. Estabas demasiado asustada para hablarle del sueño que tuviste.

—Les debe haber pasado algo.— Dijo Gillian. —¡Vayamos a comprobarlo! ¡Vamos a buscarlos! ¡Todavía podemos escondernos en la noche y acercarnos al refugio!

—No— Cortó Ray. —No podemos volver. Si todavía quedan enemigos... De qué serviría que Lucas y Yugo nos cubrieran la salida.

—¡Pero...!— Protestó todavía la rubia. —¡Ellos no vinieron, pero los enemigos tampoco! ¡Seguro los derrotaron! ¿Y si lograron vencerlos... Pero ahora no pueden moverse? ¡Puede que si vamos a buscarlos ahora todavía los podamos salvar!

—¡Pero también puede que los enemigos les hayan ganado y nos estén buscando!— Exclamó el azabache exasperado. —¡¿Entendés?! ¡Yugo y Lucas habrían muerto en vano!— Todos se quedaron callados con estas palabras, y Ray parpadeó varias veces al entender lo que dijo.

—Chicos, ya es suficiente.— Interveniste. Ambos se disculparon al unísono con las voces quebradas. —Todavía no sabemos si Yugo y Lucas están muertos.— Trataste de tranquilizar a los menores. —Ray también querría ir a buscarlos ahora mismo... Y Gillian también entiende que no podemos ir a buscarlos. Lo único que podemos hacer ahora es esperar. Todos estamos nerviosos.— Nadie dijo nada más. ¿Qué debo hacer ahora? ¿Qué puedo hacer ahora? Quisiera ir a ver si ellos dos están bien... Pero es demasiado peligroso. No podemos hacer eso, no podemos volver al refugio, hay que esperar. No podemos ir a los siete muros todavía, no tenemos todos los materiales... Y también es riesgoso. Dudo mucho que el clan Ratri se detenga para este punto... Si nos vuelven a atacar, estamos perdidos. Tenemos que estar preparados. Lo más importante ahora es preparar lo básico para vivir. Garantizar la seguridad y aumentar la defensa.

—¡Chicos!— Llamó Emma con los brazos abiertos. Su sonrisa tenía esa capacidad de traerle tranquilidad a todo el que la viera, y ahora no era la excepción. —Primero comamos.— Aparecieron atrás chicos con panes y ollas de sopa. Sonreíste mientras tomabas tu porción. Lo que puedo hacer ahora, lo que hay que hacer... Es resguardar todas las vidas que Yugo y Lucas protegieron. Hay que seguir dando pelea. Tengo que proteger las vidas de nuestros compañeros.

{~°~}

Se empezaron a preparar para pasar la noche, y vos junto con Emma y Ray terminaban los últimos preparativos para el plan de mañana, cuando Oliver se les acercó.

—¿Están libres?— Preguntó. Al recibir una respuesta positiva, les extendió una hoja de papel. —Miren esto. Me lo dió Lucas antes de que nos fuéramos del refugio.

—¿Una nota?— Preguntó Emma.

—Es el contenido de la última llamada que atendió Lucas en esa habitación justo antes del ataque.

—¿Una llamada? ¿Se contactaron con nosotros?— Inquiriste. —Pero dijeron que eliminaron a todos los ayudantes...

—Lucas me dijo que primero solo escuchó estática. Y después, una grabación de veinte segundos: “Mi nombre es William Minerva. Voy a hacer una revolución. Les voy a entregar el mundo que merecen. Acabemos con esta tierra de ‘Nunca jamás’, hagamos una promesa nueva. Primero salgan de las granjas y vengan al siguiente lugar. Yo... Los estoy esperando. 7.3.5. ; 9.4.1. ; 10.10.7. ; 13.11.2. ; 21.8...” El resto es una lista de números, que está escrita ahí.

—¿El señor Minerva está vivo?— Dudó Ray. —No esta debe ser otra grabación... Pero me llama la atención... Emma, _______, ustedes y Lucas escucharon directamente una grabación del señor Minerva.

—En la llamada de Goldy Pond, el señor Minerva parecía estar dándonos alternativas. Pero esta vez... Se siente distinto. ¿Tal vez sobrevivió y cambió de idea?

—O es otra persona.— Propuso Oliver.

—Puede ser.— Aceptó Emma.

—Pero sea como sea...— Mencionó Ray. —No es nuestro enemigo. Si fuera un enemigo que llamó justo antes del ataque nos habrían tendido una trampa. Eso sería lo más eficaz. Alguien que no es un enemigo asumió el nombre de Minerva y nos llamó por esa línea.

—¿Será realmente él? ¿O un aliado que sobrevivió?— Dudaste.

—Por el momento,este lugar es seguro.— Acotó Oliver. —Pero no podemos descartar que nos vuelvan a encontrar y atacar... Como en el refugio. No sabemos quién es, pero si es para oponernos al clan Ratri... Si es un aliado, sería buena opción unirnos a este Minerva. Podríamos mandar algunos mensajeros, para confirmar quién es y tener un primer contacto...— El albino se quedó callado. —Esta nota... Me dijo que se las mostrara a todos si ellso no volvían en un día. Yo ya lo sabía. Que esto era lo que pretendía Lucas desde un principio. Pero no pude detenerlo. Lo sabía y lo dejé ir. “Perdón,” me dijo. “Consideralo piedad filial y escapá. No vuelvan acá... Protejan a todos.” Él nos confió a todos. A partir de ahora, pase lo que pase, tenemos que protegerlos a todos. Nosotros solos. Por Yugo y por Lucas también. Gracias, chicos. Creo que les voy a contar a todos sobre esto mañana a la mañana. Me alegra haberles pedido su opinión antes.

—¡Acá están, chicos!— Gilda apareció corriendo por el pasillo, con una fuerte expresión de preocupación.

—¿Gilda...?— Dudó la de cabellos naranjas.

—¡Es terrible! ¡Dominic y Alicia no están!— Se quedaron helados en el lugar.

—¿No fueron al baño o algo así...?— Dudaste, tratando de no asumir lo peor.

—¡No!— Te negó la de lentes. —Tampoco están las mochilas y las armas.

—¡¿Falta alguien más?!— Exclamó Emma.

—Tres chicos de Goldy Pond...

—Puede ser que hayan ido a buscar a Yugo y a Lucas...— Empezaron a correr a la salida. —¡Debieron haber salido!

—¡Hay que divirnos para buscarlos!— Ordenó Ray, viendo como ya todos estaban movilizados y en camino hacia el hueco abierto en la tierra.

¡Tenemos que traerlos ya mismo!

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

AnonymousAnngels reportándose:

La muerte de Yugo y de Lucas es algo que me va a doler siempre, y creo que no voy a ser la única. Espero que estén todos bien.

Sin nada más que decir,

Cambio y fuera.

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora