XXIV

3.4K 415 222
                                        

(N/A: Procedo a desmayarme por la multimedia, buenas noches)

¡¿Qué está pasando?!

Eso era lo que te preguntabas mientras sostenías esa sonrisa falsa en el rostro.

—Diez años.— Habló Isabella. —Vivimos juntos diez años... Pero está va a ser la primera vez que hablaremos con sinceridad. Encantada de conocerlos, Emma, Norman y ______.— No sabías que era lo que tenías que decir en ese momento, por lo que solo trataste de mantener la sonrisa, hasta que tu cuidadora empezó a reír. —Vamos, relájense ustedes también. No pasa nada, estamos solos, no hay nadie más... No hace falta que simulen ser unos niños que no saben nada. En este momento... Solamente somos la criadora con el ganado.— Pusiste una mueca de disgusto por inercia. —Pero no me malinterpreten, yo los amo a ustedes. Los quiero de verdad, los amo como si fueran mis propios hijos, y por eso vine acá, para que se den por vencidos.— ¿Por vencidos? Te preguntaste. ¿Respecto a qué? ¿A la vida? ¿Al escape? ¿A la libertad?

—¿Con respecto a qué?— Preguntó Norman.

—Con respecto a resistirse.— Contestó la mayor. —Los quiero mucho, por eso no quiero que sufran. No quiero hacerlos sufrir. ¿No tenemos una vida maravillosa? En un lugar cálido, con comida rica y lleno de amor. Nunca pasan hambre ni frío y mueren satisfechos. ¿Qué más se podría pedir? Escapar es imposible. Afuera es peligroso y está lleno de desesperación, ¿No? Vivamos todos juntos y felices en el hogar. Hasta la fecha establecida, hasta el final... Quiero que ustedes seis sean felices.— Esto significa... ¡Que no nos va a despachar ahora! Todavía no nos va a despachar, todavía nos quiere controlar. Si no, no intentaría convencernos. La cosa es... Que evidentemente todo va a cambiar a partir de ahora. ¿Y Ray? ¿Lo habrá descartado, quizás? Si es así, a partir de ahora, mamá nos va a controlar directamente. Y eso significa... ¡Que esta es nuestra única oportunidad para hacer la inspección! Pero entonces... ¿Cómo debemos movernos? So forzamos la inspección ahora no nos estaría controlando y nos tendría que despachar. ¿Qué hacemos? ¿Si la forzamos, ella nos despacharía? ¡Pero esta es nuestra única opción para revisar todo! Mamá sabe que vamos a dudar... Por supuesto, así nos crió después de todo. Tengo que pensar, no podemos ignorar los riesgos... ¿Deberíamos portarnos bien y darnos por vencidos...? ¡No! Mamá se dió cuenta de que involucramos a Don y a Gilda porque dijo que éramos seis... Y probablemente de la traición de Ray... Pero aún así vino hasta acá para controlarnos. Esa es su jugada... ¡Ella no nos despacharía solo por hacer la inspección! Porque nosotros somos así de “especiales” ¡Somos productos de la más alta calidad que no pueden ser despachados así nomás! No vamos a perder... Tampoco vamos a retroceder. Vamos a escapar todos juntos, en nombre de Valentino y en el de todos nosotros. Vamos a escapar, vamos a vivir... ¡Sea como sea el mundo exterior! Con todos. Te miraste con tus cómplices y entendiste al instante el plan.

—Está bien, mamá.— Dijo Norman, con una sonrisa. —Nos rendimos, vamos a portarnos mal.— Emma y vos corrieron hacia su cuidadora.

—¡Corré, Norman!— Exclamó la de orbes verdes. ¡Vamos a hacer la inspección sí o sí! Nosotras detenemos a mamá. Vamos a ganar tiempo, aunque sean diez o quince segundos... Y además... Le voy a sacar el reloj de bolsillo. Norman puede escabullirse. Vamos a poder hacer la inspección. Norman corrió hacia la bolsa donde tenían las sogas y la tomó; habría subido con el muro, pero un sonoro Crack, que fue seguido por otro, lo detuvo. Ambas menores estaban tiradas en el suelo, con una pierna rota cada una.

—Ah...— Balbuceaste, antes de soltar un grito desgarrador, acción que fue seguida por la pelinaranja. La rodilla te ardía, quemaba, sentías como que temblabas de frío; nunca habías experimentado un dolor así. Mamá las abrazó a tí y a Emma, acariciando sus cabezas.

—Shhh, no duele, no duele...— Murmuró la de ojos morados. —Pobrecitas, mis lindas niñas. Pero me alegra que me abracen después de tanto tiempo, jajaja. ¡Y muy bien por darse cuenta! ¡Exelente! Tienen razón.— Agregó mientras sacaba unas vendas de su bolsillo. —Solamente me interesa controlarlos. Así de “Especiales” son para mí. Son productos especiales que solo pueden ser comidos por alguien especial. Sin lo mejor que produje... Mira mejores niños. Entonces... Por eso mismo tengo que protegerlos. Sea como sea. Tuve que hacer eso porque no se dieron por vencidos. Ahora no van a poder moverse por un tiempo. Todo va a salir bien mañana.

—Ma... ¿Mañana...?— Lograste preguntar.

—Sí, mañana.— Respondió Isabella. —Vamos a celebrar, _______. Llegó un mensaje desde arriba... —Oíste como unos apurados pasos se acercaban desde el bosque, sin llegar a opacar la voz de la adulta. —Felicidades, Norman.

Ya se decidió cuándo te van a despachar.

La letrista {Rayxtú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora