Voy a proteger... A todos los humanos que tenga a mi alcance.
Voy a escapar hasta el final. De pronto, el lugar se llenó de una música alegre.
-¿Terminó...?- Preguntaste. Las tres se dirigieron a la aldea. Allí se encontraron a dos chicos repartiendo medicinas.
-¿Hay alguien herido? ¡Vengan para acá!- Gritaban.
-¡La herida de Theo!- Exclamó Emma, corriendo a buscarlo.
-¡Emma!- La reprochaste, siguiéndola. Luego de un rato se encontraron con el chico sentado en un costado.
-Theo...- Suspiró tu amiga, aliviada. Luego, miró al rededor del chico. Estaba en frente de un hacha ensangrentada, solo. -¿Dónde... Están Mónica y Jake?- Preguntó. Theo sollozó.
-Los... Los mató, ese monstruo del sombrero los mató... Murieron, los dos... Es mi culpa... Mi culpa...- Sus sollozos se volvían más intensos mientras hablaba. -Perdón, Jake, Mónica... ¡Hermano! ¡Mónica!- El chico rompió en llantos y gritos, y Emma lo miró horrorizada. Apretaste los labios y te sentaste al lado del chico abrazándolo.
-No es tu culpa. No es tu culpa. Estás bien, no es tu culpa.- Le susurraste.
-¡Ellos murieron por protegerme! ¡Si yo no... No fuera débil, si no estuviera herido...!
-No es tu culpa. Te protegieron porque te aman y porque quieren que vivas. No es tu culpa. No lo es.- Le contestaste. El chico lloró en tu hombro durante un rato.
{~°~}
La noche ya había llegado y las estrellas surcaban el cielo. Emma estaba sentada en un escalón, escondiendo la cara en sus rodillas. Violet se asomó.
-¿Están tristes?- Les preguntó. -Así es la cosa, siempre muere alguien. No pudieron salvar a Jake y a Mónica... Pero si salvaron a otros. Hicieron un buen trabajo. Hicieron todo lo que pudieron, pero hay cosas que no van a poder evitar.- Guardaste silencio, recordando lo que Theo les había contado.
-Te la devuelvo.- Decía el demonio, extendiendo el hacha hacia el chico. -Te voy a dejar vivir. No los voy a matar todavía. ¿Me odias? ¿Te sentís frustrado? Nutrite con ese odio e intentá matarme. Decile a la chica peli(c/p) y a la chica pelinaranja eso también. Mi nombre es Leuvis. Vamos, no huyan solamente. Vengan a matarme a mí también.
-Ey, Ey... ¡Escúchenme!- Pidió Violet. -Dale, pónganse de pie, hoy a la mañana yo las seguí. Ahora les toca seguirme a mí. Vengan... Que les quiero presentar al alguien.- Las llevó a un molino de viento que había en el lugar. La chica tocó la puerta. -Adam, soy yo, abrime.- Dijo. Alguien del otro lado hizo lo que le dijo; un chico enorme que las dejó pasar detrás de Violet. -Las traje.- Informó su guía. Ocho chicos en frente de una mesa, entre ellos los que estaban curando las heridas de los demás, las miraron con cuidado. -Los presento. Estos son mis compañeros. Empezando por la derecha...- Allí se encontraban un chico de rulos y sonrisa animada y un moreno con una bandana, y una gran cicatriz surcando su rostro, desde su mejilla izquierda pasando por el puente de su nariz hasta su mejilla derecha, que las miraba con frialdad. -Sandy y Zack, los encargados de los primeros auxilios.-Luego seguían un chico con un sombrero de piloto de avión con un brote y goggles, que sonreía con travesura y una chica de lentes y dos colitas, con una mirada decidida. -Nigel, encargado de la maquinaria, y Sonya, la segunda al mando.- Luego apareció un chico con una marca redonda al rededor del ojo y el oscuro cabello atado en una colita, que sonreía, una muchacha rubia con un sombrero y la ropa llena de parches coloridos y de formas que se reía y una chica de pelo oscuro, con un pañuelo tapándole la cara de la nariz para abajo. -Pepe, Gillian y Paula, encargados de la comida. Y yo, Violet...- Quedaba un chico de cabello blanco con un mechón rojo, que las miraba expectantes. -Y Oliver, nuestro líder.- El mencionado se acercó y les estrechó la mano a cada una.
-Encantado.
-Igualmente.- Dijeron tú y Emma.
-Somos nueve en total.- Dijo Violet. -Sabemos "La verdad" como ustedes, intentamos sobrevivir con el resto en este lugar. Somos los que logramos seguir con vida durante meses... Años, en algunos casos.
-¿Ustedes cómo se llaman? ¿De dónde vienen?- Preguntó Gillian.
-Ah, yo soy Emma y ella es __________... Nosotras... Escapamos de la granja Grace Field House... Eh... ¿Ustedes también escaparon?
-No.- Negó Violet.
-A nosotros nos despacharon en este lugar vivos.- Explicó Oliver, abriendo su camisa para que vean su marca de identificación en el pecho. Los demás imitaron su acción. -Igual que los otros nuevos. Somos todos de la granja Grand Valley, de la cuál Lord Bayon es proveedor. Casi todos los chicos que terminan acá son de Grand Valley. Parece que Lord Bayon solo tiene influencia sobre ella. Contándolas a ustedes, solo hay cuatro personas de otras granjas. Y ustedes son las primeras de Grace Field House, además de que escaparon de ahí. Este lugar es como vieron esta mañana. Es un jardín de caza de humanos para los monstruos. Cada tantos días, vienen a cazar humanos durante la mañanas por capricho. Todo es un juego. Cazan con "alegría", reponen a los que faltan. Y eso se repite.- Nigel puso en la mesa una caja llena de armas.
-¿Qué es eso?- Preguntó Emma.
-Las armas que nos dieron los monstruos.- Respondió el de sombrero.
-Les da igual porque no los podemos matar, así que nos las dan a propósito.- Habló Sonya.
-Perdimos muchos compañeros que agarraron estas armas y fueron a pelear. Por otro lado, muchos no pueden aceptar la situación. Y pierden la vida sin siquiera entender qué pasa y no hablar de querer ir armados. Los cazadores... Mataron a muchísimos chicos en este lugar... Pero aún así... Seguimos resistiendo para sobrevivir... Lo hacemos... Para poder acabar con este coto de caza con nuestras propias manos. ¡Vamos a matar a los cazadores! ¡No vamos a dejar a ninguno vivo! Como es un "coto de caza" secreto, ellos también tienen números limitados. Los monstruos de afuera no saben de la existencia de este lugar, no pueden saber. No pueden pedir refuerzos. Aunque nos descubran, habremos conseguido un poco de tiempo. Vamos a matar a todos los cazadores y a escapar al asentamiento humano. Ya nos cansamos de perder de gente, ¡Y de escapar una y otra vez! ¡Dentro de poco vamos a ponernos en marcha! Queremos que nos ayuden. Conocen la verdad y siguen enfrentándose a ellos.- Te miraste con una durante unos segundos y extendiste tu mano a Oliver.
-Está bien.- Concordaste. -Nosotras también queremos acabar con este lugar.- Tragaste saliva. -Pero... Quiero que me digan una cosa... ¿Cómo es que ustedes saben todas esas cosas? Sobre las granjas, los demonios, el mundo exterior... ¿Cómo? Si no escaparon de la granja...
-Nos lo contó él.- Contestó el de mechón rojo.
-¿"Él"?
-Sí, nosotros somos solamente sus manos y piernas. El único adulto, pero es un secreto. Porque es una persona que "no existe".
-Ya se los había dicho.- Les recordó Violet. -Que quería presentarles a alguien.- Un hombre de cabello rojo entró por la puerta. Era un adulto y le faltaba un brazo, además rengueaba, razón por la que llevaba un bastón. También tenía una enorme cicatriz, como si lo hubiera arañado una mano gigante, en la parte derecha de la cara.
-Encantado... Soy Lucas.- Se presentó. Algo hizo clic en tu memoria. ¿Eh...? ¿Lucas...? No puede ser, ¿Acaso es...? -¿Tenés la pluma?- Les preguntó. Emma asintió con la cabeza y se la sacó del bolsillo, mostrándosela.
Hablemos... Sobre William Minerva.
![](https://img.wattpad.com/cover/231874449-288-k102296.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La letrista {Rayxtú}
Hayran KurguSabías que desde niño Ray cantaba esa canción de hermosa melodía. Aunque cuando la cantaba, tenía una expresión triste, como si hiciera alusión a un recuerdo amargo. "Ray... Otra vez cantas esa canción triste. ¿Por qué la cantas si te hace sentir m...