Vamos a volver con vida... Sí o sí.
—Tengan mucho cuidado cuando salgan a cazar o a recolectar vegetales, le voy a explicar todo bien a Don.— Dijo Emma, tomada de las manos de Gilda, que asentía con la cabeza.
—Y por cualquier cosa, también tienen la huerta que hizo Anna con los chicos.— Agregaste. Don levantó los pulgares de ambas manos.
—¡Yo me ocupo!— Habló. Ray entró por la puerta, tocando suavemente su oreja izquierda, que anteriormente tenía vendada. Al pasar a tu lado, de acarició suavemente el cabello, con las puntas cortadas desprolijamente.
—¿Todo bien?— Le susurraste. Hizo un sonido con la garganta diciéndote que no te preocupes.
—Gracias. Por todo, ___________.— Frunciste el ceño con una sonrisa divertida.
—¿Andas cariñoso hoy, Ray?— Te devolvió la sonrisa y, luego de comprobar que nadie los veía, te dió un suave beso en la mejilla.
—Puede ser.— Entrelazó su mano con la tuya y levantó la cabeza. —Hay que ir preparándonos.— Informó, ya con una voz más alta para que la de cabellos naranjas lo escuchara.
—Sí, es cierto. Vamos.— Los tres fueron a terminar de guardar las últimas cosas en sus mochilas para luego encontrarse en el pasillo de salida con el señor. Los niños más pequeños estaban agrupados, mirándolos.
—Ya nos vamos.— Dijiste sonriendo, con la intención de tranquilizarlos. Aún así, varios se lanzaron a tus brazos, llorando con fuerza.
—¡Emma que diga si se siente mal! ¡No lo disimulen! ¡Ray y vos también! ¡Si están en peligro tienen que escapar!— Los mencionados iban afirmando, tratando de preocupar menos a los niños. El adulto se tapaba los oídos con ambas manos, haciendo un gesto de desagrado. Gilda aclaró su garganta.
—Quiero decirle algo, señor.— Habló. Él se dió la vuelta para mirarla. —Tráigalos sanos y salvos. Sé que es un viaje peligroso, incluso para usted... Sé que pueden ocurrir accidentes inevitables, pero justamente por eso... Si pasa algo en el camino y tienen que volver, al menos traiga a dos con vida.
—¿Eso es un pedido?— Preguntó el señor. —Perdón, pero por más que me lo exijas...
—No, es lo que espero.— Lo corrigió. —Si ni Emma ni Ray ni __________ vuelven con vida... Yo voy a ser la que destruya este refugio.— Hubo un silencio tenso que duró hasta que Emma se acercó a la de lentes. —¡Tienen que volver sanos y salvos!— Dijo, abrazando a los tres. —No los voy a perdonar si solamente vienen dos!
—Sí... ¡Sí!— Afirmó la de ojos verdes.
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¡AAAAAAHHHH! ¡El señor empezó a correr rapidísimo desde que salimos! Te costaba levemente mantener el paso, y el hombre los miró de reojo.
—Son muy lentos.— Se burló.
—Es muy rápido.— Dijo Emma. —Aunque tiene esa arma pesada... Los adultos están a otro nivel.— Concluyó. El hombre giró la cabeza una vez más.
—¡Jaja, lentejas!— Ray frunció el ceño.
—¡Pero su actitud es de nene!— Se quejó.
—Hay cosas que tenemos que aprender de él... Y cosas que no.— Concluíste.
—Tenemos que salir rápido del páramo.— Habló el adulto. —Este lugar no es peligroso, pero tampoco estamos completamente a salvo. Más adelante, no hay lugares que “ellos” no eviten. Como el lugar es seguro, tenemos que pasarlo rápido. Además, no tenemos que merodear cerca del refugio. Primero vamos a salir del páramo yendo hacia el este. Y de ahí vamos directo a A08-63 a buscar a Minerva. — Tomaste aire, aceptando el plan del mayor. Por más peligroso, que sea, aunque puede que no haya nada... ¡Quiero ir! Logramos que el señor se nos sumara, así que el resto nos tiene que salir bien también. No vamos a darle oportunidad, no vamos a dejar que nos mate. Por más lejos que vaya, lo vamos a seguir. Él tiene ventajas en cuanto fuerza, experiencia y conocimiento del lugar... Pero nosotros vamos a ganar. Nosotros tenemos el control. Ni Emma, ni Ray ni yo vamos a morir mientras nos guíe. Vamos a llegar a A08-63. Tenemos que ir, conseguir lo que haya ahí, y volver vivos... Por el futuro... De toda nuestra familia. El adulto miró discretamente a los menores.
—Son tremendos... Me están usando para lograr su objetivo. Usando sus propias vidas como carnada.— Dijo para sí mismo. —Es verdad que estos tres son una molestia inevitable. Pero es más fácil deshacerme de ellos afuera. Y sin este trío, no voy a tener problemas para recuperar el refugio. ¿Qué hago? ¿Acepto lo que me dicen o los mato? Igual quiero mostrarles el infierno que es la realidad para cerrarles la boca. Mi idea era dejar que los tres murieran y volver al refugio con una excusa o algo así, pero... Esa cuatrojos también es una molestia. Voy a tener que mostrarles el infierno y, si dos se salvan, que sea después de que muera uno. Ya está decidido. Uno de los tres se va a tener que morir solo.
—Por lo que dijo Gilda, el señor ahora debe estar pensando en a quién matar...— Teorizaste.
—Sí... Pero no creo que nos mate, nos va a dejar morir.— Agregó Emma. —Me parece que no quiere matar a nadie directamente. No creo que sea una mala persona. Debe estar sufriendo... Pero no puede hacer nada por su cuenta.
—Por ahora, primero tenemos que sobrevivir sin perderlo de vista.— Hablaste.
—Y si todo va bien, me gustaría aprovechar este viaje para hablar con él y conocerlo.— Completó la de cabellos anaranjados.
—Estás ciega de optimismo.— Negó Ray. —Que fuera “bueno” antes no tiene nada que ver.
—No es momento de discutir esto.— Interrumpiste. —El señor está deteniéndose.
—Pasamos el páramo, no tuvimos mal tiempo.— Dijo el adulto. —Nuestro objetivo es llegar en cuatro días. Nuestra meta es A08-63, “Goldy Pond”. Si fuéramos con calma dando la vuelta... Sería un viaje relativamente más seguro, pero nos tomaría unas tres semanas en llegar. Yo no quiero, así que no lo vamos a hacer. Tomen agua.— Exigió. —Este bosque... Es el territorio de unos “comegente” salvajes. Si nos encuentran, estamos muertos.
Tenemos que superarlos antes de que de vaya el sol.
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Hola! AnonnimousAngels reportándose.
En el capítulo cincuenta alcanzamos las ciento cincuenta mil leídas y quince mil quinientos votos. Muchos cincos, ¿No?
LES AGRADEZCO MUCHÍSIMO TODO EL APOYO QUE ME DAN AAAAAAA, LOS AMO CON TODA EL ALMA.
Cuídense muchísimo y nos vemos la próxima semana.
Sin nada más que decir,
Cambio y fuera.
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La letrista {Rayxtú}
FanfictionSabías que desde niño Ray cantaba esa canción de hermosa melodía. Aunque cuando la cantaba, tenía una expresión triste, como si hiciera alusión a un recuerdo amargo. "Ray... Otra vez cantas esa canción triste. ¿Por qué la cantas si te hace sentir m...