Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)

Capítulo 7.

***
Kemy le mostraba la ciudad al rubio cenizo, explicándole la historia del lugar. Al sub se le hacía bastante interesante, por lo que atendía a la dom.

"Me está prestando atención. Esto es un buen inicio. Posiblemente se enamore de mí pronto."—Pensó ilusionada con la idea.

Los dos continuaron su recorrido hasta que llegaron a una plaza.

—Príncipe Katsuki, es posible que no lo sepa pero esta plaza es la principal de la ciudad. Aquí se realizan muchas celebraciones y hasta ponen mercados especiales en los que, en ocasiones; venden productos de otros países.—Habrá uno en dos días, ¿va a querer venir conmigo?

—Sí, por qué no.

Su respuesta hizo que la rubia sonriera.

—Bien.—Iré a buscarle en carruaje al palacio por la mañana a las diez.

—No, al palacio no. Mejor a un río que hay antes de llegar.

—De acuerdo, como quiera.

***
No muy lejos de ellos, se encontraba Tetsutetsu, quien les escuchaba y veía perfectamente pero siendo lo suficientemente discreto como para no ser notado por ninguno de los dos.

"Vaya, ellos parecen llevarse muy bien. Y encima van a verse de nuevo dentro de poco. El Príncipe Katsuki no ha tardado nada en encontrar a una amante."

El de cabello platino continuó yendo tras ellos, permaneciendo oculto mas sin dejar de prestar atención a cada cosa que hacían.

"Han entrado en esa taberna. Yo también iré."

Entró, buscó una mesa cercana y pidió una jarra de cerveza.

"Me pregunto si la intención de Lady Utsushimi es emborrachar a ese sub."—Pensó mientras los observaba.

Utsushimi y Katsuki parecían estar pasando un buen rato. Incluso la mujer se atrevió a hacerle una pregunta personal al hombre.

—Disculpe mi indiscreción pero quería saber: ¿Qué piensa de su esposo realmente?

El aludido la miró y, tras darle un sorbo a su cerveza, le respondió:

—Pienso que ese medio lagartija es un imbécil.—Me ha tratado como basura sólo por sus estúpidos prejuicios sobre mi familia. Sin habernos conocidos antes.

—Pues qué idiota.—Alguien tan hermoso como lo es su alteza no debería ser despreciado.—Dijo Kemy.—Pero no te preocupes, si el Príncipe Eijirou no es capaz de apreciarse; yo lo haré.—Añadió poniendo una mano sobre la del contrario a la vez que le sonreía y lo miraba directamente.

Aquello provocó un ligero rubor en las mejillas de Katsuki, pero éste volteó su rostro hacia otro lado para evitar que su acompañante se diera cuenta.

Sin embargo, fracasó en su intentó debido a que ella se había dado cuenta.

"¡Es tan tierno!"—Pensó enternecida.

Tetsutetsu estaba siendo testigo de la escena y pensó:

"Creo que esto no le va a agradar al Príncipe Eijirou."

Tiempo después, Kemy y Katsuki habían terminado de beber y estaban ya dispuestos a irse.

—Yo invito, príncipe.

—No, puedo pagarme lo mío.

—No, insisto. Permítame.—Dijo poniendo una cara suplicante.

"Qué insistente."

—Está bien.

La dom se alegró y pagó por las dos jarras.

Tetsutetsu hizo lo mismo y los persiguió.