Capítulo 110.

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***

Los reyes entraron a la habitación y Hiroko se acercó a abrazar a su hijo

—¡Me alegra tanto que hayas despertado!—Exclamó la sub.

Eijirou correspondió al abrazo y le respondió:

—Siento haberos preocupado tanto.

—No te disculpes, hijo.—Es normal que tus seres queridos se preocupen por ti y es bueno que te hayas recuperado pronto, tu esposo no quería separarse de ti ni por un segundo.

El híbrido de dragón sonrió con ternura y respondió:

—Obvio, mi marnarak está demasiado enamorado de mí~

El sub se avergonzó mas no dijo nada porque era cierto, él ama a su marido con todo su corazón.

Su madre sonrió y se separó de su hijo.

—Pareces estar bien, Eijirou.-Comentó la pelirroja.—¿Te encuentras bien?

—Sí, estoy perfectamente.—Creo que ya puedo volver a mis tareas.

—Bien dicho, hijo.—Dijo Daiki orgulloso.

Él iba a levantarse de la cama pero su madre y su esposo se lo impidieron.

—¡Ni se te ocurra moverte por hoy! ¡Acabas de despertar!—Le reprochó Katsuki.

—Pero Katsuki...

Su madre intervino y añadió:

—Katsuki tiene razón, deberías quedarte descansando por hoy.

El príncipe de dientes afilados miró a ambos y dijo:

—De acuerdo, me quedaré descansando aquí por hoy.

Su padre puso mala cara por la decisión de su hijo mas no comentó nada.

"Se ha vuelto un vago."—Pensó con desagrado.

Nadie quiso percatarse de su expresión y continuaron como si nada conversando un poco más con el híbrido de dragón hasta que los reyes tuvieron que irse, dejando solos al joven matrimonio.

Entonces Katsuki aprovechó para abrazar a su marido.

Eijirou se sorprendió en un principio pero, tras unos segundos; lo abrazó de vuelta.

—Te amo, Eijirou. Mucho, no lo olvides.

El dom sonrió y le contestó:

—Nunca olvidaría algo tan importante. Te amo, Mi Katsuki.

Los jóvenes se besaron y permanecieron unidos por bastante tiempo.

***

Transcurrieron los meses y muchas novedades sucedieron, como por ejemplo, el matrimonio entre Izuku y Tetsutetsu; que se celebraría prontamente en el reino de los Midoriya.

Sin embargo, había un evento mucho más importante que estaba por producirse: El nacimiento de los hijos de Katsuki y Eijirou.

—¡Llamen al médico!—Gritó Eijirou en cuanto el rubio cenizo rompió aguas.

Todos los sirvientes corrieron despavoridos por los pasillos en busca del doctor mientras el híbrido de dragón cargaba a su amado al estilo princesa para llevarlo a toda prisa a su dormitorio, el cual estaba siendo acondicionado por varias criadas que trabajaban a contrarreloj.

—¡Aguanta, Katsuki! ¡Pronto llegamos al dormitorio!

—¡Más te vale! ¡Es un dolor jodidamente horrible!—Gritó aferrándose a su esposo.

Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora