Capítulo 39.

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***
El joven matrimonio se besó entre sí una vez más, pues se encontraban solos en aquel momento.

—Será mejor que paremos antes de que intentes follarme.—Dijo Katsuki.

—¿Por qué?—Creo que ya se ha hablado de lo más importante.—Dijo comenzando a acariciar uno de los brazos de su esposo.

—No, tenemos que ir para defendernos de todo. Vamos a volver.—Dijo levantándose.

El pelirrojo suspiró resignado y también se levantó.

—Está bien...

Entonces, juntos caminaron de nuevo hacia la misma sala de antes.

Cuando llegaron toda la familia los estaba esperando y algunos miraban al sub con sospecha.

—Katsuki, ¿has contactado con tu familia o ellos contigo desde que llegaste aquí?—Preguntó la abuela.

—Sí, aunque hace tiempo que no les escribo.

Su respuesta hizo que fruncieran el ceño, así que le hicieron otra pregunta:

—¿Se puede saber el contenido de esas cartas?—Cuestionó uno de los tíos.

—En las cartas sólo les cuento de mi vida aquí y les pregunto cómo están. Igual que ellos me preguntan qué tal estoy yo. Nada más, no hay nada interesante en las cartas.

—Ya... ¿Y nos las puedes mostrar?

—No, porque las rompo en cuanto las leo. ¿Para qué iba a guardar todas las malditas cartas?

Su respuesta no gustó, pues pensaban que, si el chico no tenía nada que ocultar; les enseñaría las cartas para disipar cualquier duda sobre filtración de información confidencial del palacio, sin embargo, no había sido así. Él las había destruido convenientemente.

—Eso es muy sospechoso, lo entiendes; ¿verdad?—Preguntó Akemi, quien había vuelto.

—Sí, pero me da igual. Porque nadie puede acusarme de filtrar información, ya que eso no ha sucedido desde que estoy aquí.—Eso debería despejar cualquier duda.—Sentenció Katsuki.

Toda la familia mantuvo silencio y es que el chico estaba en lo cierto, no había habido noticias de filtración alguna desde que Katsuki comenzó a ser parte de la familia Kirishima.

Eijirou se sintió orgulloso de su esposo, pues acababa de desarmar a los allí presentes de manera clara y elegante.

"¡Ese es mi esposo!"

El dom se levantó y dijo:

—Katsuki ya os ha contestado a cualquier duda razonable, así que sugiero que terminemos con esta tediosa reunión y comamos.

El pelirrojo miró a su padre y éste dijo:

—Estoy de acuerdo, es demasiado tedioso lidiar con la familia de mi esposa.—Son demasiado molestos.

Todos escucharon las palabras del rey y se sintieron molestos mas tampoco podían objetar nada porque era el rey.

—¡Nanako, ve a la cocina y avisa a los cocineros para que vayan preparando la comida!—Ordenó Daiki.

—Como ordene, Su Majestad.—Dijo haciendo una reverencia para luego retirarse.

La criada se retiró a la cocina y, al llegar, pidió que llevasen vino y agua para que la espera se le hiciera más amena a la familia.

***
Cuando llegaron las bebidas, todos empezaron a beber.

—Kastuki~ ¿Nos vamos un rato?—Le decía Eijirou.

—No.

—¿Por qué?—Quiero repetir lo de anoche, ¿tú no quisieras~?

—No, no quiero hacerlo con un medio lagartija borracho.

—Por favooor, Katsuki~—Déjame satisfacerte.—Le susurró al oído a la vez que le acariciaba uno de sus muslos.

Eijirou le estaba provocando demasiado, sin embargo, quería mantenerse firme.

—Luego, no seas perro en celo.

—Pero... Quiero hacértelo ya. Estoy muy caliente.

—No, Ei. Ahora no.

—¿Eh? ¿Por qué?

Entonces varios criados aparecieron con un montón de bandejas de comida y por fin Katsuki tuvo una buena excusa.

—Ya está la comida, así que no nos podemos ir.

El híbrido de dragón sabía que estaba en lo cierto.

—Tchs, está bien. Pero esta noche no te escapas.

—Je. Tranquilo, yo estoy dispuesto a repetir lo de anoche.—Dijo en voz baja.

Eijirou sonrió y le preguntó:

—¿A ti también te gustó lo de anoche?

—Obvio. Estuviste jodidamente increíble.

—Muy bien, entonces espero que estés descansado y lleno de energía para lo que te espera.

—Descuida, yo siempre tengo mucha energía.

Tras su conversación, decidieron empezar a comer. Aunque la comida fue algo incómoda para el sub; ya que Akemi, Hana y Kaori lo observaban.

Pero el más molesto de todos era Akemi, pues el chico le dirigía una mirada de odio que era respondida por el rubio cenizo de la misma forma.

"Maldito estúpido."—Pensó Katsuki mirando al primo de su esposo.

Obviamente el muchacho no se sentía nada intimidado, ni siquiera cuando Eijirou le lanzaba una mirada de advertencia para que dejase de mirar a Katsuki.

Mas él no paraba.

"Tengo que observar a este sub el mayor tiempo posible, de esta manera podré averiguar sus sucios trucos."

La comida por fin acabó y Katsuki se iba a retirar a sus aposentos matrimoniales.

Akemi iba a seguirle pero su primo lo interceptó.

—Akemi, ¿qué tienes con mi esposo?—Lo has mirado demasiado y eso no me agrada. ¿Acaso te has enamorado de Mi Katsuki a primera vista?

—¡Claro que no! ¡Qué asco!—Solamente observo sus movimientos para averiguar cómo ha logrado embrujarte.

—Akemi, para con eso.

—¡Pero es que...!

—¡Cállate! ¡Deja esa estupidez y de mirar tanto a mi esposo!—Me estoy poniendo demasiado nervioso y eso no es bueno, así que o paras o te echo de aquí. ¿Te ha quedado claro?

—Sí.

—Bien, espero que así sea.

El dom se retiró también a sus aposentos maritales y su primo se quedó solo.

"Bueno, supongo que tendré que disimular más."—Pensó alejándose del lugar para salir al jardín y jugar con sus primas.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora