Capítulo 100.

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***
Katsuki se encontraba con su madre en el dormitorio marital, él estaba tumbado en la cama y ella sentada en la orilla.

-Katsuki, sé que prometí delante de tu esposo que no volvería a sugerir que volvieras a nuestro reino; pero con esto que ha sucedido, ya no estoy segura de que vayas a estar bien aquí.

-Madre, voy a estar bien. Además, me han protegido y no ha pasado nada.

-Pero hijo, ¿y si alguien más vuelve a infiltrarse para hacerte daño?

-Es evidente que va a volver a suceder algo así porque los grupos antimonárquicos están revueltos. Pero creo que al lado de Eijirou estaré bien.-A parte, ¿qué me asegura que no me suceda en nuestro reino?

-Por el simple hecho de que allí no hay grupos antimonárquicos.

-Pero podrían infiltrarse en el barco y seguirnos, incluso podrían tener algún contacto en nuestro reino.

-Tienes razón pero sabes que sufrirás miedo y estrés durante lo que te resta de embarazo, ¿verdad?

-Te equivocas, teniendo a Eijirou a mi lado; no sentiré miedo porque sé que mi dom y su gente me va a proteger con uñas y dientes. Justo como están haciendo ahora.

Mitsuki se quedó sin argumentos y comprendió que no podía alejar a Katsuki de su yerno bajo ningún pretexto.

-Está bien, no lo volveré a decir.-Es tu decisión al fin y al cabo.

El sub se sintió más aliviado al ver que su madre por fin lo comprendía.

-Hasta que finalmente lo entiendes, vieja bruja.

-¡Te he dicho mil veces que no me digas así!-Lo regañó su progenitora apretando los puños, aguantando las ganas de golpear a su hijo.

-Tchs, qué escandalosa.-Ahora quiero dormir un poco, así que no grites.-Dijo acomodándose para dormir.

-Yo no grito porque sí, a diferencia de cierto mocoso.

-Yo tampoco lo hago, así que mejor cállate.-Le respondió con el ceño fruncido mientras cerraba los ojos.

Mitsuki decidió levantarse de la cama y sentarse en un sillón que había en el dormitorio para no molestar a su retoño durante su descanso.

***
Entre tanto, Eijirou debía lidiar con su padre y su suegro. Con este último no tenía ningún problema, pues Masaru era un hombre tranquilo y racional. Al contrario que su padre, éste era muy terco y costaba mucho que diera su brazo a torcer en ciertos temas.

"Mi padre es un dolor de cabeza."-Pensó el híbrido de dragón.

-Padre, Masaru tiene razón, deberías ceder y permitir que los Nük puedan importar sus productos aquí.

-¡¿Y eso por qué?! ¡¿Para que vendan aquí sus baratijas y su basura de comida?!-¡Ni hablar! ¡No firmaré!

El pelirrojo sabía que Daiki era un caso perdido mas quiso insistir.

-No venden baratijas ni su comida es basura. Al contrario, ellos producen unas de las mejores telas y joyas del continente. Y sus alimentos exóticos no están al alcance de cualquiera, bien lo sabes, padre.

-¡Eso no importa!-¡Hay muchos contratos comerciales mejores que ese!

Viendo cómo se comportaba rey, ni Masaru ni Eijirou dijeron comentario alguno.

-Está bien, Rey Daiki.-Busquemos otros socios.-Dijo el Rey Masaru.

Sus palabras calmaron el ambiente y revisaron otros contratos.

"Menos mal que mi suegro estaba aquí."-Pensó el pelirrojo más calmado.

Continuaron su reunión hasta que Daiki le dio el visto bueno a varios contratos.

***

Tres horas después...

-Doy por finalizada nuestra reunión.-Dijo Daiki.

"¡Por fin!"-Pensó Eijirou contento por poder irse.

Los tres salieron de la sala de reuniones, yéndose el padre del pelirrojo en dirección contraria a ellos; que iban por el mismo camino al estar sus respectivas parejas en el dormitorio marital.

-Sólo espero que no estén peleando.-Comentó el de cabello castaño cuando estuvieron cerca de la puerta.

-Yo también espero que no estén demasiado alterados, eso no sería bueno para Mi Marnarak.

-Lo sé, aunque no creo que Mitsuki quiera perjudicar a Katsuki. Así que, quién sabe. Tal vez estén totalmente relajados.

El dom dudaba de ello mas prefirió ese escenario a uno en el que madre e hijo estuvieran discutiendo.

"En principio no escucho gritos."-Pensó Eijirou.

Finalmente abrieron la puerta y vieron que ambos rubios estaban dormidos. Cosa que los sorprendió.

-No esperaba esto pero está bien, es una situación buena.-Dijo el de dientes afilados acercándose a su marido para sentarse en la orilla de la cama junto al susodicho.

"¡Es tan lindo!"-Pensó Eijirou acariciando el rostro de su amado.

Entre tanto, el sub mayor observaba a su esposa dormida en el sillón. Ella se veía hermosa.

"Me da pena despertarla viéndola tan tranquila pero pronto estará lista la cena."

Entonces meció a la rubia suavemente y le dijo:

-Mitsuki, amor. Despierta.

-Ngh... Ya voy...

Mitsuki se despertó y miró a su marido.

-¿Qué pasa, querido?

-No pasa nada, solamente quería despertarte porque pronto estará lista la cena.

-¿En serio?-Cuestionó sorprendida.-¿Cuánto tiempo he estado dormida?

-Yo diría que unas tres horas.

-Vaya... Lo siento, no pensé que estuviera tan cansada...

-No te preocupes, cariño.- Hoy ha sido un día ajetreado, es normal que estés cansada. Esta noche nos retiraremos pronto a dormir.

La dom le sonrió y se levantó del sillón.

-Ahora será mejor que dejemos a los chicos solos.-Dijo mirándolos tiernamente.

Masaru se volteó a mirarlos y contestó:

-Sí, vámonos.

Procedieron a avisar a su yerno de que iban al jardín a pasear y a sentarse en un banco en el que disfrutar de la agradable temperatura exterior.

Y, en cuanto los dos traspasaron la puerta; Katsuki movió uno de sus brazos para tomar de la nuca a su marido y atraerlo hacia sus labios para besarlo.

-¿Desde cuando estaba despierto mi travieso Marnarak~?

-Hump. Desde que abriste la puerta pero preferí hacerme el dormido un poco más para que no me molestasen.

-Lo entiendo. ¿Me has echado de menos?-Porque yo no he podido evitar pensar en ti.

-Obvio que te he echado de menos. Me aburría sin ti, por eso me dormí.

-Yo también me aburría. ¿Cómo puedo compensarle esta desatención a Mi Marnarak?-Dijo con tono juguetón.

Katsuki sonrió y le respondió:

-Bésame hasta que nos llamen. Adoro los besos de Mi dom.

-Te amo, Katsuki.

-Y yo a ti, Ei.

Entonces acercaron sus labios y se besaron hasta que los llamaron para cenar.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora