Capítulo 93.

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***

Katsuki no se resistió al agarre y se dejó llevar por su amado.

—¿Qué pasa? ¿Algo urgente?

El pelirrojo se volteó y le contestó:

—Hemos estado separados demasiado tiempo ya y eso no me gusta. Yo quiero estar con Mi Marnarak, ¿o acaso preferías seguir con el Príncipe Shōto?

—No, ya he hablado un rato con él. ¿Qué tal con los Reyes Todoroki?

—Bien, hemos conseguido algunos acuerdos con aliados suyos. Poco a poco vamos ganando más influencia.

—Bien hecho.—Por cierto, les escribí a mis padres para contarles que vamos a ser padres.

—¿Ah, sí? ¿Y ya te han contestado?

—Sí, tengo aquí la carta para leerla juntos en cuanto nos sentemos.

—De acuerdo pero, ¿puedes seguir caminando?

—Claro que puedo, el embarazo no está tan avanzado como para no poder hacer algo tan sencillo.

—Está bien, avísame cuando te sientas cansado para caminar.

—Lo haré, te doy mi palabra

El híbrido de dragón quedó conforme y buscó un sitio en el que poder estar sentando junto con su marido.

"Ei me consiente demasiado, voy a acabar siendo más mimado por él que por mis propios padres cuando yo era más joven."

Enseguida vieron un árbol que daba sombra más que de sobra para los dos y se sentaron el uno al lado del otro para leer el contenido de la carta, el cual era el siguiente:

"Querido Katsuki:

Tu padre y yo nos hemos alegrado mucho por la noticia. ¡Enhorabuena!

Hemos llorado de felicidad porque pensábamos que este momento jamás sucedería. Por eso queremos viajar al reino de los Kirishima la próxima semana y verte.

¡Buen trabajo, mocoso!

Un saludo para ti y tu marido Eijirou.

Nos vemos. 

Un abrazo. 

Firmado, tus padres."

—¡Esa maldita vieja! ¡¿Cómo puede decirme algo tan vergonzoso?!

—No lo veo para tanto, realmente has hecho un buen trabajo. Ahora estás esperando a tres hijos míos.

—Hmp. Me parece a mí me que ese es tu motivo de orgullo, saber que me has embarazo de trillizos; ¿no es así?

—Bueno. Reconozco que estoy orgulloso y feliz por ello pero no me puedes culpar, no existen antecedentes en este reino de un hombre que haya quedado embarazo y yo he podido lograr tal hazaña.—Dijo abrazando a su esposo.

—Me imagino que no cualquiera se va a prestar a algo así pero, cambiando de tema, ¿es buen momento para que mis padres vengan a visitarnos?

—No creo que haya problemas con ellos, sin embargo, para que te quedes tranquilo; les proporcionaré guardias que les ofrezcan protección. Después de todo ellos son mis suegros.

—Gracias, Ei. Así me quedo más tranquilo.—Te quiero.—Dijo el sub para luego darle un beso de agradecimiento.

El dom estaba contento con la actitud cariñosa de su amado y se dejó querer por éste.

—Eijirou quiero que me cuentes más sobre la reunión, no me has dicho mucho y merezco saberlo todo como sub tuyo que soy.

El de dientes afilados no se negó a contarle lo que en ella se había hablado.

—El Rey Enji ha hecho varias sugerencias como que nos aliemos con otros países vecinos como por el ejemplo el país Aishe y los Pueblos del Mar. 

—Imagino que habéis aceptado, ¿no?

—Sí, obviamente lo vamos a proponer a varios países.

—Ya veo. ¿Algo más que deba saber?

—El caso es que los Reyes Todoroki quisieron que aceptase al Príncipe Shōto como concubino pero me he negado en rotundo.

Katsuki no podía creer lo que escuchaba, así que antes de armar una escena de celos, le preguntó:

—¿Lo dices en serio o es para joderme?

—No, de verdad que lo propusieron pero me negué.

—No puede ser... ¡Ese príncipe bastardo me dijo que ya no le gustas y que sus padres no habían encontrado a ningún pretendiente para él! 

—Tranquilo, Katsuki. No creo que te haya mentido, seguramente ni siquiera le hayan consultado al príncipe esa decisión.

—Es posible pero también puede haberme mentido.

—Puedes hablar con él para quedarte más tranquilo pero ya te digo que es algo que no sucederá porque eres mi par y no tengo ojos para nadie más.

El sub se paró a pensar por unos instantes y tomó una decisión.

—Le preguntaré si me lo encuentro, ahora me gustaría comer algo. Tengo hambre.

—De acuerdo, vamos a comer algo. 

Entonces Eijirou cargó a su esposo al estilo princesa para llevarlo al dormitorio a comer juntos para no ser molestados.

Más tarde, Katsuki pudo resolver el malentendido con Shōto y comprobar que el bicolor no le había mentido, sino que habían sido los padres de éste que habían tomado la decisión de realizar dicha sugerencia por iniciativa propia sin consultarle antes.

Los Reyes Todoroki tuvieron que disculparse con ambos subs y todo quedó zanjado.

***

Cuatro días después, los padres de Katsuki llegaron al Reino de los Kirishima, donde su hijo llevaba viviendo bastante tiempo ya.

Primeramente se toparon con sus consuegros y su yerno, a los que saludaron con cordialidad y educación. Sin embargo, cuando vieron a su retoño; no pudieron contenerse.

—¡Katsuki!—Exclamó su madre con alegría al verlo.

Ella lo abrazó con mucha emoción pero teniendo cuidado de no apretarlo demasiado. Su padre también le dio un abrazo, sin ser tan efusivo como su esposa, ya que era más delicado.

—¿Qué tal, hijo? ¿Todo bien?—Le preguntó su padre.

—Estoy bien, esperando trillizos.—Dijo acariciando su vientre con orgullo.

Los ojos de sus padres se llenaron de felicidad y emoción.

—Sí, por eso... ¡Cuéntanos todo!

—¡Ya voy! ¡No seas impaciente, vieja bruja!

Mitsuki miró a su hijo con molestia y le dijo:

—Si no estuvieras embarazado, ya te estaría regañando y te habría dado una colleja pero no quiero que les pase nada a mis nietos. Así que, entremos.

Las dos familias entraron, aunque Eijirou no pudo hacerlo de la mano de su esposo porque su suegra se le había adelantado.

"No importa, más tarde tendré a Mi Katsuki para mí solo."

Ninguno de los presentes parecía preocupado, sin saber que cierta criada nueva los estaría vigilando muy de cerca.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!






Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora